Cuál es el último jeroglífico que se conoce

Jeroglífico proviene del griego, que significa «grabado sagrado». Se trató de la técnica de escritura del mundo egipcio antiguo durante aproximadamente 3500 años. Consistía en el grabado en piedra de signos ideográficos con mensajes religiosos y de adoración a los faraones. Después de la cristianización, los jeroglíficos pasaron a ser incomprensibles. A comienzos del siglo XIX, el inglés Thomas Young se dedicó a la tarea de desvelar sus enigmas. Son muy conocidos los jeroglíficos egipcios, como una forma real de comunicación e incluso de escritura.

Los jeroglíficos eran entonces dibujos que se estampaban en las paredes de los templos de los dioses. En la etapa de apogeo se llegaron a utilizar unos 5000 ideogramas, lo cual constituía un «sistema complejo» de signos, tal como lo definió el francés Jean-François Champollion, otro de sus estudiosos del siglo XIX.

El grabado sagrado en su surgimiento

Los primeros jeroglíficos de los que se tiene conocimiento datan del siglo XXXIII antes de Cristo. Como todos los sistemas de escritura surgió de la necesidad de otorgar relevancia social a determinados mensajes Las inscripciones oficiales y administrativas o las ofrendas fúnebres eran inscriptas, lo cual dotaba de visibilidad y fijaba el mensaje.

Como se mencionó, en sus primeras manifestaciones los jeroglíficos representaban imágenes de la vida cotidiana, pero más adelante la escritura fue adquiriendo representaciones fonéticas.

Desaparición de los jeroglíficos

El grabado sagrado fue entonces, paulatinamente, dando paso a la escritura fonética. En su última etapa ni siquiera los propios egipcios lograban descifrar las inscripciones que habían dejado sus antepasados.

Esa extrañeza fue provocada por las invasiones extranjeras en Egipto, las que introdujeron su cultura y lenguaje. Las influencias de estas fueron alejando a los locales de sus propias producciones hasta llegar a desaparecer.

El avance de los tiempos y el final de un tipo de escritura

Intervenciones como la griega y latina, así como la cristianización fueron determinantes en ese proceso. Hacia el siglo V, los grabados sagrados perdieron la relevancia, ya no se comprendían y además estaban prohibidos y perseguidos.

Es así como puede establecerse incluso una fecha cierta del último jeroglífico que se conoce: 24 de agosto de 394. Fue plasmado en el templo de la diosa Isis de Filé por el escriba Nesmetajom, tal como luce en el propio grabado.

Ese último texto jeroglífico presenta una particularidad muy significativa: no se remite a ningún faraón. Esto no responde a nada más que a la falta de este en Egipto. Eso da cuenta de la realidad de la cultura egipcia a esa fecha.

En este artículo hemos repasado las características principales de los grabados sagrados jeroglíficos. Si te ha parecido interesante, puedes compartirlo con tus contactos. ¿Sabías cuál fue el último jeroglífico que se conoce?