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Televisión

‘MasterChef 10’: un concursante preocupa a los jueces tras llegar al límite

  • Idania Monzón
  • Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Escribo sobre la actualidad televisiva y musical. Además, me gusta investigar y hablar sobre todo lo relacionado con las ficciones del momento, tanto de la pequeña como gran pantalla.

El pasado lunes 4 de julio MasterChef 10 volvía a la parrilla televisiva de TVE con un nuevo programa donde los nervios y las emociones estuvieron a flor de piel. El momento más decisivo llegó durante la prueba de exteriores, reto en el que los concursantes debían alimentar al elenco de un musical. Sin embargo, la presión y el estrés de la situación pasaron factura a algunos, especialmente, a David.

En esta entrega, el aspirante ostentaba la doble capitanía, tarea que terminó por superarle. De hecho, tal fue el punto de su saturación que tuvo que parar de cocinar para poder tranquilizarse. Todo sucedió a la hora amasar y envolver la carne, uno de los ingredientes más importantes del menú.

«Se me está cruzando el cable, me está saliendo el demonio. Espérate, espérate que me relaje. Tengo una sudada encima… No voy a terminar, tengo que parar, de verdad te lo digo», advertía el aspirante. Al ver su estado, Jordi Cruz no dudó en acercarse a él para saber qué le estaba ocurriendo.

«Se me está cruzando el cable. Tengo una ansiedad ahora mismo del carajo. Me voy a tener que largar de la cocina, porque la voy a liar. Me estoy agobiando», le explicó David. Al escucharlo, el chef le ha recomendado centrarse solo en la tarea que intentaba hacer, de forma «tranquila y mecánica». «El trabajo mecánico ayuda a mantener la mente en blanco. Venga, que eres un máquina», le dijo Cruz.

«Se me va, ¿eh? Me cago en diez, tío. Se me cruza el cable», volvía a repetir el concursante. Tras ello, todo parecía que iba bien, pero David volvió a perder la paciencia al buscar los trapos de la cocina. «¿Dónde están los trapos? Ya no veo nada, tío. Tengo una cruzada encima…», ha remarcado. 

Al verlo en ese estado, su compañera Claudia intentó calmarlo. Pero, sin verlo venir, la aspirante consiguió todo lo contrario. «¡Estoy tranquilo! Solo estoy cabreado, ¿no puedo estar cabreado? ¿Voy a estar todo el rato feliz? La gente se cabrea, somos humanos», le respondió molesto.

«Tengo un demonio dentro, por eso medito, hago tanto deporte y llevo una vida muy ordenada. No es por otra cosa, es porque tengo un carácter muy explosivo y tengo que controlarlo. El demonio que tengo dentro me va muy bien para unas cosas, pero para otras es nefasto», sentenció David, tras finalizar la prueba de Masterchef 10.