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Televisión

‘First Dates’ | Jesús: «Me han comparado muchas veces con un Satisfyer»

  • Idania Monzón
  • Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Escribo sobre la actualidad televisiva y musical. Además, me gusta investigar y hablar sobre todo lo relacionado con las ficciones del momento, tanto de la pequeña como gran pantalla.

Una noche más, First Dates abrió sus puertas para dar la bienvenida a nuevos comensales dispuestos a encontrar a su media naranja. Una velada donde una de las parejas protagonistas de la noche fueron la formada por Jesús y Micaela. Una velada que nos volvió a dejar claro que, por mucho que pasen los años, el programa de Cuatro nunca dejará de sorprendernos.

El primero en llegar fue el andaluz, quien tranquilamente explicó a las cámaras qué pensaba de sí mismo. Y es que, tal y cómo él mismo relató, se considera un chico guapo y con las ideas claras. De hecho, no dudó en confesar qué es lo primero que se fija de una mujer.

«Lo primero que me fijo de una tía es el culo. Le miro la cara, luego el culo y después la conozco», señaló. Su cita de la noche fue Micaela, que había llegado a España en un viaje exprés y que se iría en una semana. Eso sí, la joven quería conocer la calidad de los hombres españoles, por lo que no dudó en sumarse a la aventura de First Dates.

«Español, andaluz y de Málaga, igual se pide una excedencia y se viene a vivir conmigo que vivo solo», dijo Jesús, muy seguro de sí mismo. Sin embargo, el comensal hablaba tan rápido que Micaela no pudo seguirle el ritmo, especialmente, al no dominar el idioma del todo.

Respecto a su paso por España, la joven le comentó que se estaba alojando en un hostal. Fue entonces que Jesús, ni corto ni perezoso, le ofreció quedarse en su casa de Málaga. Eso sí, aunque a priori todo marchaba a las mil maravillas, el tema del sexo fue el desencadenante de la decisión final de los comensales.

«Me han comparado muchas veces con un Satisfyer, yo no sé lo que hace el Satisfyer, pero sí lo que hace mi boca», señaló el andaluz. Declaraciones a las que agregó que le gusta tener sexo todos los días. Pero, detrás de tanta palabra, Micaela tenía muy clara una cosa. «Una cosa es lo que dicen, y otra lo que hacen», comentó. Al final, apostaron por no tener una segunda cita, pero eso no impidió a Jesús el volver a ofrecerle su casa.