Sánchez y Rivera no han hablado sobre la moción de censura a Cifuentes

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, no han hablado sobre la moción de censura a la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, según confirman fuentes de sus formaciones.

La posibilidad de que esa iniciativa se concrete es mayor, después de que, este martes, Rivera asegurase que mantiene su apoyo a pesar de que Cifuentes haya renunciado al supuesto máster en la Universidad Rey Juan Carlos, y de que el PP sea ahora más reacio a descabalgar a la presidenta madrileña.

«La carta de Cifuentes es su confesión: pone en evidencia la trama delictiva en la universidad y sus mentiras reiteradas para encubrir los delitos. Espero que Rajoy no deje que se pudra más el caso y proponga a un presidente interino limpio para acabar la legislatura», advirtió Rivera en su perfil de Twitter. La moción, que cuenta ya con el apoyo de Podemos, solo saldría adelante si Ciudadanos votase a favor.

Rivera no participa tampoco directamente en las conversaciones con el PP para buscar alguna salida a la crisis. Como ya ocurrió en el caso de Murcia, que acabó con la dimisión del entonces presidente Pedro Antonio Sánchez tras ser imputado, la negociación corresponde al coordinador general de los ‘populares’, Fernando Martínez-Maíllo, y al secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas. Ambos han mantenido varias conversaciones informales en los últimos días, aparte de las conocidas.

No obstante, llama la atención que ante un asunto del calibre de una moción de censura, los líderes de PSOE y Ciudadanos no se hayan puesto en contacto.

La moción fue una iniciativa de la dirección nacional socialista, con un evidente fin estratégico. Más allá de que fuese aprobada -algo que en el propio PSOE asumieron como improbable- obliga a Rivera a posicionarse, a favor o en contra del PP, después de que precisamente haya anunciado su respaldo a los Presupuestos Generales. Los socialistas temen también un trasvase de voto a Ciudadanos en unas futuras elecciones.

La única condición de Rivera para apoyar esa moción es que Podemos no acabe formando parte de un futuro gobierno en Madrid. Un escenario que el PSOE descarta por completo.

El propio Sánchez aseguró este miércoles que el plan para Madrid en caso de prosperar esa iniciativa es que su candidato, Ángel Gabilondo, gobierne «con consejeros socialistas y con personas independientes de reconocido prestigio».

Sánchez considera que la renuncia al máster es «condición necesaria pero no suficiente», porque con ella, opina, Cifuentes está «reconociendo que ha mentido», y en consecuencia «lo que tiene que hacer es dimitir».

Entre tanto, la estrategia de Mariano Rajoy será aguantar a Cifuentes, al menos, hasta la víspera de la moción de censura. Al igual que el PSOE, el PP persigue que los de Rivera tengan que retratarse.

En una entrevista en La Sexta, Martínez-Maíllo ha considerado este miércoles que puede «pasar cualquier cosa» hasta que esa moción se debata en la Asamblea de Madrid, y ha advertido de que a Rivera «no le saldrá gratis» ser responsable de la salida de la presidenta madrileña.

Maíllo ha confirmado además las frías relaciones que mantiene con la presidenta de la Comunidad, con la que, ha asegurado, no habla desde hace una semana.

Este martes, en rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Cifuentes aseguró que no piensa dimitir porque se siente respaldada por Mariano Rajoy. Aunque aseguró que está a disposición de «lo que diga» su partido.