5 consejos para acertar a la hora de regalar vino
El pasillo más tranquilo de un gran almacén siempre es el de los vinos. La gente se detiene, piensa, coge un vino que le llama la atención por la etiqueta, lo deja. Y muchas veces acaba con el vino de siempre o llama a ese amigo o cuñado que dice que entiende de vinos para preguntar qué vino le regala a su suegro.
Y lo cierto es que con el vino siempre se acierta. Es el regalo clásico para agradecer una invitación a una cena casera o un favor. Además se adapta a todos los precios y no es difícil quedar bien sin dejarte una millonada. Regalar vino es la mejor opción para mostrar simpatía y afinidad con compañeros de trabajo, jefes o clientes: es un detalle que no es caro y no obliga a ser correspondido.
1. Blanco, tinto o espumoso
El tinto es el vino más común para regalar, pero todos los vinos son una buena opción según la ocasión. Si conocemos cuál prefiere la persona a la que se lo regalamos lo tenemos más fácil. Si no lo sabemos, el tinto es siempre un acierto.
Cuando se regala un buen vino blanco suele ser por un compromiso mayor. El blanco se está poniendo de moda en nuestro país y los blancos franceses están muy valorados: Borgoña sería una opción perfecta. En terreno nacional, el Albariño, Rueda o Ribeiro son dos denominaciones muy bien aceptadas.
El champán y el cava en España se entienden como vinos para brindar, al contrario que en otro países como China que brindan con tintos. Aquí los asociamos a las Navidades o grandes celebraciones.
2. Rioja o Ribera
Cuando nos decidimos a regalar una botella de tinto la duda inicial es: ¿Ribera o Rioja? La razón es que ambas son las dos denominaciones de origen más conocidas y clásicas del tinto. En ellas encontramos todo tipo de precios que se adaptan a nuestro bolsillo y al tipo de regalo.
3. Si sabe mucho de vino: experimenta
En el caso de que sepamos que la persona a la que vamos a regalar es un entendido en vino, una buena opción es elegir una Denominación de Origen no tan típica, es decir, una nueva o distinta como los vinos de zonas de Madrid como vinos de Garnacha, Ribera Sacra o del Bierzo. Asegurándonos siempre de que la Denominación de Origen está reconocida, cualquiera de las anteriores es una buena idea para regalar un vino diferente y de una calidad asegurada.
En cuanto a la añada de los vinos, antiguamente es cierto que los tintos se valoraban por la crianza, pero ahora el término Reserva está perdiendo valor, por lo que un buen caldo del 2014 o 2015 son unos crianzas que dan muy buen resultado.
4. ¿Dónde es mejor comprarlo?
Las grandes superficies están intentando mejorar, incluso Lidl tiene una sección de vinos con muy buena selección. Sin embargo, en las tiendas especializadas te aseguras que vas a encontrar numerosas Denominaciones de Origen de todas partes de España y de importación. Además te asesoran a la perfección sobre todos sus productos.
Santa Cecilia, La Tintorería, La Fuente o Enoteca Barolo son algunas de las tiendas especializadas para visitar si queremos comprar vino. Sin embargo, no podemos olvidar que en una gran superficie seguramente los encontremos a mejor precio.
5. El tamaño importa
¿Estás considerando comprar una botella de mayor tamaño a la clásica? Aunque resulta un regalo vistoso, piensa antes si es la mejor opción.
El formato magnum de 1,5 litros se valora mucho en Alemania, pero en España en ocasiones supone un problema porque es más difícil de conservar. Hay formatos mayores de 3 y 5 litros, pero debemos ser cuidadosos si regalamos este tipo de botella: es complicado para servir, conservar, y si los comensales no son numerosos, de terminar. Otro de los problemas que puede tener regalar una botella grande es que en ocasiones, a los comensales les gusta tomar más de una variedad.