Las 5 fiestas más raras de España

En España se celebran miles de fiestas populares durante todo el año, unas más conocidas que otras pero todas merecen la pena por uno u otro motivo ya que todas tienen algo que las hace especiales. Hoy te queremos mostrar las fiestas más raras de España, aquellas con peculiaridades únicas que difícilmente encontrarás en otros lugares y que sin duda merece la pena visitar.

Estas son las fiestas más raras de España

Los muertos vivientes

Esta fiesta se celebra en As Neves, en la provincia de Pontevedra, el 29 de julio, y forma parte de las fiestas de Santa Marta de Ribarteme. A las 12h comienza una procesión en la que desfilan ataúdes con personas vivas en su interior, que son personas a las que Santa Marta ha salvado. Cada féretro es portado por familiares de la persona que va en su interior.

Nochevieja veraniega

En la localidad de Bérchules, en la provincia de Granada, se celebra la Nochevieja por todo lo alto el primer sábado de agosto desde que en 1994 un apagón impidiera a los vecinos celebrarla el 31 de diciembre. Decidieron hacerla el 31 de agosto y desde entonces es un rotundo éxito en el que no falta nieve artificial para ambientar la fecha, ni por supuesto las uvas y las campanadas.

El salto del Colacho

En Castrillo de Murcia, localidad de la provincia de Burgos, se celebra desde el siglo XVII una de las fiestas más raras de España, y también de las más antiguas. Colacho, un personaje que representa al demonio, salta por encima de los niños que han nacido durante ese año, ya que se cree que ese salto libra a los pequeños del pecado original. Los hombres del pueblos son quienes encargan al personaje. Se celebra el domingo siguiente al Corpus.

Lanzamiento de pan

El 20 de enero se celebra en la localidad de Lubrín (Almería) la procesión de San Sebastián, durante la cual los habitantes lanzan pan desde los balcones y ventanas de las casas. Los participantes en la procesión intentan atrapar los panes.

Tomatina

Es una de las más conocidas de España a nivel internacional, pero no por eso deja de ser rara. Miles de personas se lanzan más de 100.000 kilos de tomates en una batalla que tiñe de rojo las calles de Buñol, localidad de la provincia de Valencia. Se celebra hace más de 70 años el último miércoles de agosto, y a las 11 de la mañana se lanza un cohete que anuncia el comienzo de la batalla.