La violencia de los antisistemas obliga a la Policía a dispersarlos con agua y gases en Bayona

Momentos de tensión, este sábado por la tarde, en el municipio francés de Bayona. La celebración de una manifestación no autorizada por parte de los anticapitalistas a pocos kilómetros de Biarritz, donde se celebra la cumbre anual del G-7, ha acabado en graves incidentes en el centro de la ciudad.

La violencia de los radicales antisistema franceses y vascos que han participado en la marcha, ha obligado a la policía francesa a acabar dispersando a los manifestantes con gases, un cañón de agua y disparos al aire. Una respuesta proporcional a la furibunda reacción de los anticapitalistas a la presencia policial, a los que han lanzado objetos.

Estos incidentes llegan a la hora que empieza la cumbre anual de los máximos mandatarios mundiales, que cenan en el municipio del Espelette con los Macron como anfitriones. Por la mañana se había celebrado otra manifestación entre Hendaya y Irún, en la cual han participado miles de personas, pero que no se ha registrado ningún incidente.

El viernes noche, no obstante, la presencia policial en el campamento francés de Urruña, a escasos cinco kilómetros de la frontera, provocó también disturbios por parte de los manifestantes. Finalmente, tras varios tiros al aire para disuadirles, a lo largo de la madrugada la policía detuvo a diecisiete anticapitalistas. Cuatro agentes fueron heridos, aunque con lesiones menores.

Este domingo hay previstas nuevas movilizaciones, hasta en siete puntos distintos de la geografía española y francesa, entre los cuales está Biarritz, lugar de celebración de la reunión de los presidentes de los países más poderosos del mundo. Entre los manifestantes hay miembros de la dirección de Podemos en el País Vasco y EH Bildu, los socios del presidente en funciones, Pedro Sánchez, que este domingo viajará hasta la localidad francesa para participar en la cena oficial de la cumbre, invitado por Emmanuel Macron.