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La UE se niega a pagar las clases de catalán que Sánchez quiere imponer en las Escuelas Europeas

Ni el Gobierno ni Bruselas costearán estas clases: la medida nace muerta, según el PP

El Ejecutivo se ofreció a costearlo, pero están limitados por la neutralidad financiera

La Unión Europea se ha negado este jueves a financiar la puesta en marcha de clases en catalán que el Gobierno de Pedro Sánchez ha introducido en las Escuelas Europeas a petición del independentismo. A pesar de que este jueves se ha acordado la enseñanza de esta lengua cooficial en los 13 centros de enseñanza para los hijos de trabajadores de las instituciones europeas, los Estados miembros rechazan sufragarlo. El Ejecutivo tampoco podrá costearlo debido a la neutralidad financiera a la que están sometidos las naciones europeas, como afirman fuentes parlamentarias.

En el Consejo de Gobierno de las Escuelas Europeas, los 27 países que conforman la Unión Europea han accedido a la petición del Gobierno socialista. Hace unas semanas se presentó una la documentación para debatir la «inclusión del catalán entre las otras lenguas nacionales» que pueden enseñarse en las Escuelas Europeas. Esta institución está destinada a escolarizar, principalmente, a los hijos de los funcionarios de las instituciones comunitarias.

Sin embargo, la medida nace sin vida porque no podrá contar con financiación. Y es que, por un lado, la Unión Europea se ha negado a pagar esta enseñanza y, por otra, el propio Gobierno no podrá financiarlo, por el acuerdo de neutralidad financiera al que están sometidos todos los países comunitarios.

En un primer momento, en la documentación presentada por el Ministerio de Educación de Pilar Alegría se mostró dispuesto a que sea su cartera la que sufrague llevar el catalán a esta institución. «Está dispuesto a cubrir los gastos que la propuesta pueda suponer», sostenía el escrito. Sin embargo, esto no podrá materializarse.

Y es que, hace unos meses, el diputado del PP Óscar Clavell solicitó conocer en una pregunta parlamentaria cuál era el «presupuesto para desarrollar» el programa para «impartir catalán en las Escuelas Europeas a partir del próximo curso 2025-2026».

El Gobierno admitió en su respuesta que «el coste del profesorado destinado a las Escuelas Europeas para el Estado español es el mismo que el salario que recibe un docente en territorio nacional, ya que no se imputa el complemento de extranjería al país de origen».

Esto significa que el Gobierno de Sánchez tampoco puede pagar los suplementos que le corresponden a los profesores desplazados a alguna de las 13 Escuelas Europeas. Esto, sumado a que la Comisión se ha negado a pagarlos, implican que la medida se queda en un punto muerto que dificulta su aplicación práctica.

Los independentistas de Junts impusieron a Sánchez, como requisito para sostener la legislatura, que se aprobara la oficialidad del catalán en las instituciones europeas. Sin embargo, fuentes en Bruselas confirman que esta aprobación no tendrá ningún impacto en el uso del catalán en el resto de organismos comunitarios. De esta manera, se cierra otra de las vías que el Gobierno había tratado de vender como fórmula para oficializar el catalán.

Desde el PP, la vicepresidenta portavoz del Grupo del Partido Popular Europeo, Dolors Montserrat, desataca lo «sangrante» de «que Sánchez, en vez de estar centrado en los problemas de la guerra comercial, haya desplegado toda su maquinaria diplomática para lograr un asunto que vende como logro al independentismo». No obstante, ha aclarado que, en realidad, «es pura fachada política y que encima nace fracasado».