Sólo el 12% de los inscritos votan a Iglesias como candidato de Podemos a las elecciones generales

La desmovilización de Podemos es un hecho. Y así lo corroboran datos de participación en las primarias exprés organizadas por la dirección de Pablo Iglesias para las próximas generales ante un eventual adelanto electoral. Según las cifras oficiales ofrecidas este viernes por la formación morada, sólo han participado en esta votación (del 15 al 20 de diciembre) un total de 60.038 inscritos, que suponen apenas el 12% del censo de afiliados con que contaba la formación morada justo antes de la consulta: 498.259.

De esta manera, y teniendo en cuenta que el reglamento de primarias exige una participación mínima del 10%, la Ejecutiva de Iglesias ha estado muy cerca del ridículo absoluto, pues la participación ha salvado por la mínima el umbral exigido, que estaba en los 49.825 inscritos. La dirección morada, que ha presentado una candidatura oficialista para las listas al Congreso de los Diputados y al Senado, ha superado el límite por apenas 10.213 afiliados.

El número de «inscritos activos» (aquellos que han participado en alguna consulta interna del último año) era al cierre del censo de estas primarias de 268.158, por lo que los 60.038 militantes que Podemos que han votado suponen el 22,3% del total. También aquí se alcanza por muy poco el 20% que exige el reglamento de las primarias en lo referente a «inscritos activos» para que el proceso sea válido.

En el comunicado emitido por Podemos con los resultados, la formación morada señala que «sigue trabajando para apurar hasta la última posibilidad de aprobar los presupuestos que el grupo confederal acordó con el Gobierno y que firmaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en Moncloa», pero añade que «se prepara ante la posibilidad de que los presupuestos no se aprueben, lo que precipitaría un adelanto electoral».

Sin rivales

Iglesias ha llegado sin rivales a la votación, porque el propio aparato se ha encargado de que así sea. Esta convocatoria de primarias contaba con unas exigencias casi imposibles para aquellos que quisieran plantar cara al secretario general. Del simple aval de un grupo de militantes que se pedía en 2015 ahora se necesitaba el apoyo de diez círculos y mil inscritos, todo ello en tan solo cinco días.

Vistalegre II fue la última asamblea ciudadana de características similares, aunque en este caso se decidía quién controlaría el partido. En este cónclave, celebrado en febrero de 2017, Iglesias fue reelegido ante un Íñigo Errejón que pagó las consecuencias con una destitución de su puesto como número dos y un pacto para presentarse con los suyos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.