Un socialista condenado por corrupción a 4 años y medio sale de prisión a los dos meses
Juan Francisco Cerrato había sido condenado a 4 años y medio de prisión por le caso de corrupción socialista Feval en Extremadura. Sin embargo, se le ha concedido el régimen abierto de semi-libertad al cumplir los dos meses y medio de su condena.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, órgano dependiente del Ministerio del Interior, envió el miércoles una misiva al director de la prisión de Badajoz con la orden de conceder el ‘régimen abierto’ a Juan Francisco Cerrato, condenado por el escándalo de corrupción socialista Feval en Extremadura.
Cerrato, ex administrador de la institución ferial, fue condenado en sentencia firme a cuatro años y medio de prisión y una pena de inhabilitación durante ochos años para empleo o cargo público, por un delito continuado de malversación de caudales públicos. El pasado mes de enero la Audiencia Provincial de Mérida ordenó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que procediesen a su detención e ingreso inmediato en prisión tras haberse negado a ingresar voluntariamente en el tiempo estipulado por la ley.
Sin cumplir la condena
El 29 de enero Juan Francisco Cerrato ingresó por la fuerza en la cárcel de Badajoz. Dos meses y veinte días después, aprovechando la Semana Santa y la escasa actividad informativa, se comunicó de forma verbal a los responsables de la prisión la concesión al interno del tercer grado (también denominado régimen de semi-libertad).
Una semana después la Secretaría General notificó por carta la concesión a Cerrato del artículo 86.4 del Reglamento Penitenciario que dice así:
«Este artículo posibilita una forma específica de cumplir condena en régimen abierto, sustituyendo el tiempo de estancia mínimo obligatorio en el establecimiento por medios telemático u otros sistemas telemáticos.»
Fuentes penitenciarias explican a este periódico que en el caso del ex administrador de Feval se ha aplicado el ‘régimen abierto’ de una forma extraordinaria a la usualmente utilizada con otros presos. Lo natural es que se conceda una modalidad de vida en régimen restringido, es decir, que el condenado acuda a la prisión sólo para dormir. Una vez superada esta fase se concede la libertad vigilada con pulsera telemática. «Nunca se otorga de forma directa, a un penado en sentencia firme, la libertad controlada», aseguran estas fuentes.
Un abogado explica a OKDIARIO que el tercer grado puede obtenerse de forma directa o rápidamente –es decir, sin pisar la prisión o cumpliendo una breve estancia – en condenas inferiores a los 5 años. Los criterios para la adjudicación de este régimen son la reinserción, su capacidad contrastada de llevar una vida en semi-libertad sin conflictos y la reparación del daño.
Apunta que aunque no se haya infringido la ley al conceder la semi-libertad al condenado por el caso de corrupción socialista Feval, se trata de un «hecho muy extraño y poco habitual» teniendo en cuanta que fue condenado a una pena considerable (4 años y medio) de la que no ha cumplido ni una tercera parte.
«Trato de favor por Vara»
Fuentes penitencias explican a OKDIARIO que el interno Cerrato ha recibido durante su estancia en prisión un trato de favor con respeto al resto de los reclusos por «su relación con el presidente socialista Guillermo Fernández Vara».
Juan Francisco Cerrato ha vivido en el módulo de ingresos, apartado de los otros presos. Además, ha recibido visitas personales del director de la prisión y de todos los subdirectores. Las fuentes consultadas por este periódico explican que él mismo se ha jactado de que «el mismísimo Fernández Vara ha llamado al director de la prisión interesándose por él».