Crisis del coronavirus

Sanidad prescinde del Ejército en el estudio clave para el desconfinamiento para no irritar al separatismo

Ejército
Efectivos de la Unidad Básica de Descontaminación de la Comandancia General del Ejercito de Tierra.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Ministerio de Sanidad ha prescindido finalmente del Ejército para el estudio de seroprevalencia del coronavirus, que se pondrá en marcha la próxima semana, tras sucesivos retrasos. Se trata de un estudio clave para valorar las medidas de desconfinamiento, ya que permitirá conocer el nivel de inmunidad en el país. Aunque en un principio se había planeado la participación de los militares, el departamento de Salvador Illa ha decidido que sea «personal sanitario» el que se encargue de la recogida de las muestras en los domicilios participantes. La presencia del Ejército en la estrategia para contener el virus ha sido discutida por el independentismo.

Sanidad viene retrasando desde hace quince días la puesta en marcha de este estudio, que anunció el propio ministro. El director de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, admitió este martes que aún no se había implementado por cuestiones de «coordinación con las comunidades autónomas». 

El estudio, que comenzará en un principio el lunes, se realizará en colaboración con los sistemas de Atención Primaria de las comunidades autónomas y su personal sanitario.

Las regiones, pues, serán «las encargadas de adecuar la logística del estudio de la forma que se considere más adecuada en cada territorio, garantizando que se cumplen todos los requisitos metodológicos del estudio», explican desde Sanidad.

En colaboración con el Instituto Nacional de Estadística (INE), se han seleccionado más de 36.000 hogares españoles, para que la muestra tenga participantes de todos los grupos de edad y localizaciones geográficas. De esta forma, se invitará a participar a un mínimo de 60.000 personas.

El estudio permitirá comprobar el impacto del virus y la evolución de la epidemia, para lo cual se realizarán varias visitas a los participantes para determinar si desarrollan anticuerpos.

Los participantes serán sometidos a un test rápido de determinación de anticuerpos en sangre por inmunocromatografía, que proporciona información para saber si la persona ha estado infectada. Esta prueba se realizará en el propio hogar o en un centro de salud, en función de la evolución de la epidemia y de las circunstancias de cada familia.

Sanidad explica que la sensibilidad de esta prueba se estima «superior al 80%» aunque admite que esta información relativa a su precisión diagnóstica se ha obtenido en grupos muy concretos de pacientes y se desconoce si puede extrapolarse al conjunto de la población».

Por ello, se recogerán más muestras de sangre «en todos aquellos participantes que den su consentimiento». Los participantes responderán también a un cuestionario.

Los hogares han sido elegidos al azar. Recibirán una llamada telefónica para informar del estudio y concertar la visita domiciliaria, o la cita en el centro de salud.

Críticas independentistas

El teniente general retirado y ex director general de Política de Defensa en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Pitarch, ha asegurado, en una entrada en su blog, que la participación de los militares estaba ya preparada «hasta sus últimos detalles», pero finalmente se canceló.

Según el alto cargo de Zapatero, la «orden preparatoria» fue «difundida a las unidades el pasado lunes 13, tras el estudio de la viabilidad de la operación y preparadas las patrullas para la extracción de muestras».

El pasado viernes, escribe Pedro Pitarch, el teniente general Palacios Zaforteza, al frente de la ‘Operación Balmis’ -el despliegue del Ejército para la contención del virus-«firmó y distribuyó la orden de operaciones definitiva, a la espera únicamente, de fijar el momento de su ejecución». «Se contaba con comenzarla ayer lunes 20. Pero, durante el fin de semana, desde Moncloa, se dejó en suspenso el inicio de la Operación», prosigue.

El teniente general destaca que la Operación «levantó algunas ampollas en los círculos independentistas (y afines) de Cataluña».

«Se afirma ahora que Sanidad tiene capacidad para hacer la macroencuesta sin necesidad del Ejército. O se dice que se cancela la operación para que los ciudadanos no se sientan “intimidados” por la presencia de militares en sus casas, cuando la cita para el muestreo la acordaría Sanidad previa y directamente con las familias seleccionadas (esconden las actuaciones militares frente a inundaciones, incendios y otras catástrofes). Y así un montón de estupideces de similar perfil», asevera.

El independentismo se ha mostrado muy crítico con la participación del Ejército en la estrategia frente al coronavirus. El consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, llegó a asegurar que «desplegar el Ejército en Cataluña es innecesario». «En Cataluña no lo necesitamos», aseveró.

Ante la gravedad de la situación fueron los ayuntamientos los que acabaron reclamando la intervención militar, sobre todo en las residencias de ancianos.

Torra limitó la actuación, contratando servicios externos. Sin embargo, finalmente acabó aceptando la actuación de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

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