CASO RUBIALES

Sánchez usó la Fiscalía para presionar al juez para que abriera la causa contra Rubiales

"No pude oponerme, la Fiscalía presentó querella y ha habido mucha presión", reconoció el propio magistrado Francisco de Jorge a otros compañeros

El juez cita como investigados a Jorge Vilda y otros dos empleados de la Federación por el ‘caso Rubiales’

La fiscal interroga al ex jefe de integridad de la RFEF por el informe y su llamada a Jenni Hermoso

Sánchez Rubiales
El presidente Pedro Sánchez y Luis Rubiales

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, usó la Fiscalía para presionar al juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge para que abriese una causa al ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales por su beso a la jugadora Jenni Hermoso en la entrega de trofeos del Mundial celebrado en Sídney (Australia).

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, Francisco de Jorge, se sintió presionado debido a la «actitud» adoptada por la Fiscalía, cuyo máximo representante es el fiscal general del Estado, Álvaro García, hombre de confianza de la ex ministra socialista y su antecesora en el cargo, Dolores Delgado, y que contó con el beneplácito del presidente de Pedro Sánchez.

Y es que el Ministerio Público presentó una querella contra el ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por delitos de agresión sexual y coacciones por el «piquito» que dio a la jugadora de la selección Hermoso en la entrega de trofeos del Mundial, después de que los políticos de izquierda mediatizaran el episodio y movilizaran en masa a sus votantes. «No pude oponerme, la Fiscalía presentó una querella y ha habido mucha presión (mediática)», ha reconocido el propio magistrado a otros compañeros de profesión, según aseguran fuentes judiciales a OKDIARIO.

No existieron llamadas explícitas, pero es que a veces no son necesarias. La Fiscalía de la Audiencia Nacional presentó una querella contra Rubiales, apenas tres días después de que la futbolista formalizara ante la Fiscalía General del Estado la denuncia por el beso. El Ministerio Público consideró que la actuación de Rubiales no fue consentida y, por tanto, puede ser constitutiva de un delito de agresión sexual y de otro de coacciones por la presión que sufrió la jugadora y su entorno, de modo que solicitó a la Audiencia que abriera una causa contra el directivo suspendido de la RFEF.

El juez no tardó en responder. «No podía hacer otra cosa distinta a abrir una causa después de que la Fiscalía -que según Sánchez depende de él- presentara una querella y, a todo ello, hay que sumarle la presión mediática», aseguran compañeros del instructor de la Audiencia Nacional. «En otras circunstancias se habría rechazado de plano, porque no hay indicios», añaden. Estas mismas fuentes cuentan que el propio magistrado ha reconocido en petit comité que se sintió «muy presionado».

Citaciones

Una vez abiertas las diligencias, los testigos e imputados no han parado de aumentar y la cobertura mediática ha sido atípica. Más de un centenar de medios nacionales e internacionales se trasladaron, el pasado 15 de septiembre, hasta la sede de la Audiencia Nacional para cubrir in situ la declaración de Rubiales. El juez le ha prohibido acercarse en un radio de 200 metros a Jenni Hermoso, así como comunicarse con ella durante la instrucción de la causa. En un auto, el magistrado rechazó la petición de la Fiscalía de imponer comparecencias periódicas ante el juzgado a Rubiales, y la solicitud de la abogada de la jugadora, que ejerce la acusación particular, de embargar de forma preventiva los bienes del querellado.

En la causa también han declarado, aunque en calidad de testigos, varias jugadoras y el hermano de Jenni Hermoso. Éste aseguró en sede judicial que el ex seleccionador Jorge Vilda presionó por el beso de Rubiales a su hermana. Tanto él como una amiga de la jugadora ratificaron, además, que el beso no fue consentido. Por este motivo, el juez se ha visto obligado a practicar otras diligencias y ha imputado al ex seleccionador así como a los directores de la Selección masculina, Albert Luque, y de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, a quienes ha cambiado la condición de testigos a investigados. Todos ellos comparecerán ante el juez el 10 de octubre.

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