Sánchez impondrá medidas más duras contra el Covid pero esperará a que Illa abandone el Ministerio
La evolución de la pandemia, que preocupa mucho en La Moncloa, ha obligado a Pedro Sánchez a mover ficha para analizar nuevos escenarios.
Si la curva de contagios del coronavirus sigue en ascenso, algo que todo parece indicar sucederá durante las próximas semanas, el Gobierno modificará el decreto del estado de alarma para endurecer las restricciones. Aunque en Moncloa se niegan a hablar de nuevo de un confinamiento domiciliario, lo único por lo que sería necesario a día de hoy reformar el decreto ya existente, todo indica que va en esa dirección. El presidente, Pedro Sánchez, ha pedido a su equipo más cercano y al director del Centro de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, analizar las posibles nuevas restricciones que ayuden a frenar en seco la transmisión, sin volver al mantra del confinamiento en casa. En el Gobierno hay temor a esa palabra.
Con el ministro de Sanidad más centrado ya en la campaña de las elecciones en Cataluña, el presidente socialista ha cogido de nuevo el timón de la crisis sanitaria ante un futuro a corto plazo que se avecina «muy complicado». El ministro-candidato, esta semana, en una comparecencia desde Barcelona, insistió en que «vienen semanas muy duras». Confirmados ya decenas de casos de la nueva cepa británica, más contagiosa que la anterior, los esfuerzos se centran ahora en evitar el colapso de los hospitales y garantizar el suministro de la vacuna a todos los grupos poblacionales de riesgo y trabajadores del sector sociosanitario.
Medidas de carácter general
Después de unas fiestas de Navidad con 17 modelos distintos, en función de cada comunidad, el Gobierno se inclina por adoptar nuevas medidas de carácter general. El lunes pasado, en una reunión que mantuvieron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el Palacio de La Moncloa, abordaron esta posibilidad. Como ocurrió en el mes de marzo, y con el fin de garantizar que se limite al máximo la movilidad, las medidas se dirigirán desde Moncloa y serán de obligado cumplimiento.
El estado de alarma actual, que se aprobó para un periodo de seis meses, no sería útil si Moncloa cede a las presiones de diferentes autonomías y vuelve a permitir el confinamiento domiciliario por zonas o general. El actual decreto ofrece un paraguas jurídico a los gobiernos regionales para adoptar decisiones como los confinamientos perimetrales por municipios, comarcas, provincias o regiones, así como la suspensión de eventos o actividades, sin necesidad de que un juez tenga que refrendar estas medidas. Sin embargo, cuando se aprobó, se optó por dejar fuera esta posibilidad. Ahora, si la situación lo requiere, el gabinete de Sánchez debería decretar una nueva norma.
Ministro-candidato
A la espera de quién sustituirá finalmente a Illa al frente de Sanidad, todo apunta a que será la titular de Administraciones Territoriales y Función Pública, Carolina Darias, que participa ya activamente de toda la toma de decisiones y la «cogobernanza» con las comunidades autónomas.
Como máxima responsable de la relación con las autonomías, Darias acude desde hace unas semanas a las reuniones semanales del Consejo Interterritorial de Sanidad. Ella, junto a la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón y Fernando Simón, serán los responsables de llevar el peso del día a día de la pandemia de aquí a que comience la campaña de las elecciones catalanas y Salvador Illa haga efectiva su renuncia. Mientras, el número dos del PSC seguirá compaginando el cargo de ministro con el de presidenciable, algo que le obligará a trabajar mucho desde la distancia.
La toma de decisiones, por el momento, continuará igual que hasta ahora. El Consejo Interterritorial de Sanidad será el máximo órgano de decisión y referendo de las nuevas restricciones. Sin embargo, si el aumento de casos vuelve a situar a España en cifras de extrema peligrosidad, que puedan llevar de nuevo al descontrol, sería el Gobierno, mediante el Consejo de Ministros, el que asumiría de nuevo el control de la situación. Es precisamente lo que ha pedido analizar Pedro Sánchez. Con varias comunidades solicitando la posibilidad de confinar domiciliariamente, como Castilla y León o Cataluña, y varios países que ya han retornado a esa fórmula, el Ejecutivo valorará todos los escenarios aunque intentando evitar el cierre total.