El PSOE prepara «nuevas figuras tributarias» y la retirada de «bonificaciones fiscales» en Galicia

Pedro Sánchez pretende regular una norma que permita anular la capacidad de bajar impuestos autonómicos con los que contrarrestar las subidas de los socialistas

empleados públicos
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.
Carlos Cuesta

El PSOE quiere más impuestos nacionales. Y autonómicos. Por ello, si se hace con el poder en Galicia este próximo domingo, pretende crear toda una batería de «nuevas figuras tributarias» y retirar «bonificaciones fiscales», especialmente en materia de impuestos sobre el Patrimonio o Sucesiones.

Las bases programáticas del PSOE-PSG recogieron en marzo el consenso del partido para impulsar subidas fiscales. Ahora han preferido ocultar este asunto, pero lo cierto es que los documentos elaborados en aquel momento destacan el deseo de acabar con «la política de bonificaciones fiscales selectivas y de rebaja de la fiscalidad sobre el Patrimonio», porque, según los socialistas «no ha producido efectos positivos sobre el ritmo de crecimiento y sin embargo ha incrementado las desigualdades».

La advertencia se refiere a las rebajas llevadas a cabo por el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo en materia de Impuesto de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio. El Gobierno del PP también ha rebajado la carga fiscal de los bienes inmuebles en zonas rurales para evitar la despoblación.

El anuncio de nuevos impuestos

Los documentos del PSOE incorporaron en aquel momento un punto más altamente delicado: el anuncio de nuevos impuestos. El redactado no era especialmente disimulado, pese a lo que nada se ha mencionado sobre este aspecto durante la campaña de los socialistas: «Reforzar el sistema fiscal propio. Para lo que se precisa modificar varios tributos para recuperar la progresividad que establece la Constitución, y crear alguna nueva figura tributaria. En segundo lugar, activar los mecanismos de persecución de los defraudadores», señalaban los textos elaborados en marzo.

Se trata de una estrategia perfectamente diseñada y prepara para apuntalar las subidas de impuestos que el PSOE quiere implantar desde el Gobierno nacional.

Hay que recordar que el PSOE prepara ya una fuerte subida de impuestos y cotizaciones sociales y que, además, ha trazado la estrategia para que los gobiernos regionales del PP no puedan frenar su atraco fiscal y contraponer otra gestión. Para ello, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, pretende regular una norma que permita anular la capacidad de bajar impuestos autonómicos con los que contrarrestar las subidas de los socialistas.

En concreto, el PSOE tiene la pretensión de armonizar los Impuestos de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio –más conocido como ‘impuesto a los muertos’–, de forma que, principalmente la Comunidad de Madrid, pierda el liderazgo en rebajas de impuestos que actualmente tiene.

La medida, además, también afectaría, por ejemplo, a Andalucía, donde el plan del centroderecha de demostrar que es posible gestionar bajando impuestos también se ha materializado tras la llegada del PP y Ciudadanos a la Junta.

Galicia es otro de los bastiones a los que les afectaría esa decisión de subir impuestos regionales por imperativo nacional.

El plan del PSOE pasa, literalmente, por subir todos los de las regiones gobernadas por el PP hasta igualarlos con los gravámenes de los territorios liderados por los socialistas. Llegado este punto, de momento, la única duda de esta operación es cómo se llevará a cabo, es decir, si se basará en la creación de un suelo mínimo exigible en toda España para el Impuesto de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio o si, por el contrario, se hará por medio de una limitación de las deducciones y bonificaciones aplicables.

No obstante, sea como sea, el PSOE busca la armonización de los tipos tributarios de todos los impuestos regionales de España. Una pretensión que llevaría a subir el conocido ‘impuesto a los muertos’ y, a medio plazo, al de Transmisiones Patrimoniales en todas las autonomías del PP, una presión fiscal que los populares han bajado en anteriores legislaturas.

El PSOE ha analizado este punto a la hora de debatir sobre los fondos que deben ser destinados a cada región. La argumentación técnica de los socialistas pasa por señalar que si una autonomía ha rebajado esos tipos fiscales debería haber tenido una asignación menor del Estado porque, según el ideario socialista, ha perdido capacidad de recaudación de la que se podría haber beneficiado el esquema nacional y de solidaridad en su conjunto.

Con ese argumento en la mano, Sánchez prepara esa armonización parcial de los impuestos regionales que, realmente, esconde un plan de anulación política de los feudos del PP, que perderían una de sus grandes bazas de diferenciación en la gestión: sus bajadas de impuestos clásicas. La orden fue trasladada antes de la crisis del coronavirus a los equipos técnicos del Ministerio de Hacienda y se deslizó con argumentos políticos del estilo de «es necesario anular la capacidad de políticas liberales de las autonomías». Una explicación, desde luego, ausente de todo rigor técnico y cargada de contenido político.

Saqueo fiscal

Además, hay que recordar que en esta legislatura el PSOE pretende aplicar una brutal subida de impuestos. Pero un ascenso de la presión fiscal que, en caso de ser amortiguada en los territorios del PP, dejará en evidencia al presidente socialista y alisará el camino a un futuro triunfo electoral de los ‘populares’.

De hecho, el saqueo fiscal que ha previsto Sánchez para los próximos años, según las cuentas presentadas ante la Unión Europea (UE) alcanzaría los 95.505 millones de euros en 2022, y, además, afectará especialmente a las familias –sobre todo clase media– y a las empresas. De hecho, siete de cada diez de euros recaerán básicamente sobre el conjunto de los pagadores del IRPF, del Impuesto sobre Sociedades y de las cotizaciones sociales. Y, por lo tanto, golpearán al empleo de forma prioritaria.

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