El PP desconfía del apoyo de Sánchez contra el órdago independentista

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Mariano Rajoy conversa con Fernando Martínez-Maíllo y Rafael Hernando. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Partido Popular no se fía del compromiso de Pedro Sánchez para hacer frente al desafío independentista en Cataluña. 

Son muchos los precedentes, alegan en la dirección popular, de que el dirigente socialista está más por trazar su propio perfil político que por una voluntad plena de colaborar con el Ejecutivo. Lo demuestran, dicen, hechos recientes, como la misma petición de comparecencia de Mariano Rajoy en el Congreso, para dar explicaciones por el ‘caso Gürtel’. Un asunto que en el PP consideran amortizado, pero que, dicen, sólo busca generar más «ruido» e «inestabilidad» en contra del Gobierno. «Desestabilizar» en un momento muy crítico por la amenaza secesionista. Totalmente «inoportuno», convienen.

La conversación telefónica entre Sánchez y Rajoy, este lunes y por iniciativa del primero, tampoco calma las sensaciones en el partido de Moncloa.

Sobre todo, porque las ‘soluciones’ para hacer frente al órdago catalán difieren tan sustancialmente entre unos y otros que hacen prácticamente imposible el acuerdo. Para empezar, los socialistas insisten en una reforma de la Constitución que los ‘populares’ ven inconveniente en este momento. Siguiendo por la idea de la ‘plurinacionalidad’, defendida hasta la saciedad por Sánchez. El socialista, que intentó el lunes dar una imagen de Estado defendiendo una respuesta conjunta, insiste en que la fórmula pasa por el diálogo con la Generalitat. El Ejecutivo sostiene que esa vía está agotada, en tanto en cuanto las autoridades catalanas no renuncien a su máxima de celebrar un referéndum ilegal.

Los contactos entre Sánchez y Rajoy por la cuestión soberanista han tenido un resultado más visual que pragmático. Recientemente, la visita del líder socialista a La Moncloa, el pasado 6 de julio, no dejó más que una foto relajada en la escalinata, y la sensación de que las relaciones entre ambos dirigentes habían mejorado. Pero en contenido, las posiciones siguen igual de alejadas. Después de aquel encuentro, el PSOE atacó al Ejecutivo por su «inacción» con Cataluña y se enarboló como el único capaz de dar una respuesta a los independentistas y evitar el referéndum. Más aún. Dio un plazo al Gobierno para ‘activarse’, al que puso límite: septiembre. 

El PSOE sigue la vía unilateral

El contador de los socialistas sigue en marcha y el próximo lunes presentarán su apuesta para hacer frente al desafío territorial. Un hecho que, en fuentes del PP, consideran una «deslealtad». Los ‘populares’ opinan que Sánchez «va por libre», y lastrado por los «favores» a los socialistas catalanes. De hecho, apenas una semana después de la reunión en La Moncloa, Sánchez viajó a Barcelona para cerrar con Miquel Iceta su respuesta para el desafío soberanista. Entre ellos, un nuevo reparto competencial para el autogobierno catalán, mejoras en la financiación autonómica y, sobre todo, la creación, tras el verano, de una subcomisión o el órgano conveniente para trabajar en una reforma federal de la Constitución que reconozca «las aspiraciones nacionales» de Cataluña.

El PP considera que esa propuesta es un «gravísimo» error «equiparable» a la reforma del Estatut, como advirtió el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, que recordó que cualquier modificación de la Carta Magna precisa además del apoyo del PP. Sostienen además en el partido que esa idea no hace más que insuflar ánimos a los independentistas.

Tal es la convicción de que Sánchez actúa en función del oportunismo del momento, que el vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP, Javier Maroto, le reclamó este martes que su apoyo sea «duradero» y evite propuestas unilaterales antes del 1 de octubre.

El dirigente ‘popular’ consideró que entre el PP y el PSOE «no debería haber ninguna fisura» ante el independentismo e ironizó con que Sánchez «los días pares» estaba con el Gobierno y «los impares hablaba de la España plurinacional».

«Hoy hay apoyo, prosiguió, pero el PSOE tiene previsto presentar en pocos días «medidas unilaterales que no están consensuadas», afeó.

Desde el grupo parlamentario no se ahorra en críticas a Sánchez. El secretario general del Grupo Popular, José Antonio Bermúdez de Castro, censuró este martes la «falta de talla política» del líder socialista por generar «inestabilidad» promoviendo la comparecencia de Rajoy, este miércoles, en el Pleno del Congreso.

«Es una falta de talla política, especialmente, del PSOE, que en este tema se ha dejado arrastrar: es una mera comparsa de Podemos», espetó en unas declaraciones en la Cámara baja, dejando claro que las relaciones con el principal partido de la oposición son muy complicadas y que Sánchez es rehén de la estrategia de Podemos. 

De hecho, Bermúdez de Castro se refirió a Iglesias como «el líder de la izquierda parlamentaria». Una apreciación que no pasó desapercibida para la prensa. En fuentes ‘populares’ se ironizó después con que Sánchez «no tiene escaño» y esa circunstancia otorga a Iglesias tal representación. Una anécdota, no menor, que deja claro que las relaciones con el PSOE son muy complicadas.

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