El PP acelera la sanción a Cayetana por romper la disciplina de voto

PP Egea Cayetana
Cayetana Álvarez de Toledo, Teodoro García Egea y Pablo Casado. (Foto: Europa Press)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Partido Popular no prevé demorar el expediente a Cayetana Álvarez de Toledo por incumplir la disciplina de voto -votando en blanco- en la elección de los magistrados del Tribunal Constitucional. Fuentes populares señalan que el asunto podría tratarse ya en la próxima reunión del consejo de dirección del Grupo Parlamentario Popular (GPP), una cita que aún no ha sido convocada. El partido estudia ahora las alegaciones presentadas el pasado viernes por la diputada tras serle comunicado el inicio del expediente. La respuesta, no obstante, está ya bastante avanzada. Las sanciones por estos incumplimientos oscilan entre los 500 y los 700 euros.

Las mismas fuentes explican que la sanción es «automática» aunque el procedimiento tiene unas fases regladas. La ex portavoz del PP en el Congreso presentó sus alegaciones con un escrito muy crítico contra la dirección popular en el que esgrimía que sancionarla «sería tanto como sancionar la defensa de los principios y la coherencia ideológica del Partido Popular». «Daré su amable carta por no recibida», concluía Álvarez de Toledo.

Aunque la parlamentaria remitió esas alegaciones en el formato de una carta, en la dirección del Grupo las entienden como tal, por lo que el procedimiento ha seguido su curso habitual.

En esa carta, remitida al secretario general del GPP, Guillermo Mariscal -que fue también el encargado de abrir el procedimiento sancionador- y que fue difundida por Álvarez de Toledo a través de sus redes sociales, la diputada considera que el expediente «vulnera los procedimientos legales, incumple los Estatutos del Grupo, socava la autonomía del diputado, frustra la regeneración democrática e impugna el ideario del Partido Popular».

Según Álvarez de Toledo, su voto fue en línea con el programa electoral del PP, en el que se defiende la independencia judicial. «No fue, por tanto, mi voto en blanco el que contradijo la línea política del partido. Lo que contradijo la línea política del partido fue el voto a favor», destaca en la misiva, defendiendo a su vez la «dignidad» de los parlamentarios para decidir su voto frente a la «grupocracia». «Cuando sólo queda la disciplina, la deliberación se evapora. Cuando la autonomía, iniciativa y personalidad del parlamentario se castigan, la dependencia, la sumisión y la mediocridad proliferan», arremete en el escrito.

A principios de mes, la dirección del Grupo Parlamentario comunicó a Álvarez de Toledo la apertura del procedimiento por incumplir la disciplina de voto, tras revelar la propia diputada -en una entrevista en El Mundo- que había votado en blanco. En la carta se le informaba de que este hecho estaba tipificado como «falta grave».

«Como sabes bien, al igual que con el resto de los puntos del orden del día, la dirección del Grupo había comunicado expresamente a todos los diputados el sentido del voto, que en ningún caso era el voto en blanco», se indicaba en la misiva, firmada por Mariscal.

Álvarez de Toledo ha ido comunicando a través de sus redes sociales los distintos pasos del expediente. Un hecho que ha provocado el hartazgo entre sus compañeros de bancada, que coinciden en que la decisión de la dirección del Grupo es la habitual en este tipo de casos.

La dirección nacional del PP descartó tomar medidas contra su ex portavoz parlamentaria, relegando en su grupo en el Congreso las posibles sanciones. Como informó OKDIARIO, el partido dilató la respuesta para «no hacerle la promoción de su libro», como manifestaron distintas fuentes populares. 

Contra Casado y Egea

En el libro, Políticamente indeseable -que se presentó el pasado 29 de noviembre- Álvarez de Toledo vierte duras críticas contra el líder de su partido, Pablo Casado, y el secretario general, Teodoro García Egea, entre otros.

De Casado dice, por ejemplo, dice: «Me parecía, sí, un hombre de empatías variables. Un camaleón sentimental. Lo que castizamente se llama un bienqueda o un veleta». 

García Egea sale aún peor parado. Le llama «bulldozer» por su actitud autoritaria y querer tener el control «absoluto» de los diputados: «Busca el control absoluto también en los medios, los empresarios, los jueces… Con la misma combinación de palo y zalamería. Su forma de entender la política son las pelotas y el peloteo».  La ex portavoz llegó a acusar al número dos de Casado de ejercer «un mando testosterónico» y «hacer bullying».

Génova descartó tomar medidas, que podrían conducir incluso a la expulsión. «No me van a echar del PP», se jactó ella. Desde la dirección se le invitó también a dejar su escaño, algo que ha descartado.

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