Podemos y ERC pelean por los sitios que dejará libres CDC si es enviada al gallinero del Grupo Mixto
La ubicación es importante, y el Congreso no es una excepción. Después de que que la antigua Convergencia (hoy, PDC) se quedase sin grupo propio en el hemiciclo, los escaños que tradicionalmente ocupaba esta formación se han convertido en territorio en disputa. Con los ocho diputados de PDC camino del grupo mixto –instalado en las últimas filas del hemiciclo o «gallinero»–, tanto Podemos como Esquerra Republicana han mostrado su interés en ocupar el espacio que abandonarán Homs y los suyos en la cuarta fila, justo por encima de los diputados del PNV.
Los nueve diputados de Esquerra, dispuestos hasta ahora en una misma hilera, defienden que se les adjudiquen estos escaños para «mejorar la posición y estar más agrupados». Por su parte, los de Pablo Iglesias ya tuvieron sobresaltos con la asignación de escaños en la anterior legislatura, cuando en un principio la Mesa situó a los diputados de la formación morada en las últimas filas del hemiciclo, aunque en esta ocasión no se esperan mayores discrepancias que en el reparto de estos escaños.
Tras las elecciones del 26 de junio, la antigua Convergència (PDC) se quedó por primera vez sin grupo propio en el Congreso con los votos en contra de Ciudadanos y la abstención del resto de partidos que integran la Mesa (PP, PSOE y Podemos). Esto supone que sus ocho diputados deberán integrarse en el Grupo Mixto, lo que no sólo se traduce en la pérdida de las subvenciones públicas para los grupos parlamentarios, sino una visibilidad mucho menor en la Cámara, con sus representantes sentados en las últimas filas. Desde el partido catalán han anunciado que presentarán recursos ante esta negativa, así como la de formar grupo en el Senado.
La actitud de los convergentes ha sido duramente criticada por Ciudadanos, que la ha calificado de «broma del verano» en palabras de Fernando de Páramo. El secretario de Comunicación del partido naranja también ha justificado su rechazo a que la antigua Convergencia forme grupo propio porque «no se puede ser constitucionalista y saltarse las leyes», y ha ironizado con que los que animan a desobedecer al Tribunal Constitucional en asuntos de soberanía vayan a recurrir a él para no perder el dinero de las subvenciones. Sentenciaba De Páramo: «La antigua Convergència ya no es un partido influyente en el Congreso y en el ámbito estatal, y si no lo es, es porque los ciudadanos así lo han decidido haciéndole perder miles de votos en las pasadas elecciones».
La Mesa se reúne este martes
La Mesa del Congreso estudiará este martes quién se adjudica estos escaños y la visibilidad que garantizan, en una reunión en la que también se definirán, entre otros asuntos, el reparto de despachos y los integrantes de la Diputación Permanente del Congreso. Aunque en un principio se esperaba debatir también el recurso de la antigua Convergencia ante la negativa a formar grupo parlamentario propio, dicho recurso al final no se ha presentado, a pesar de que desde la formación catalana aseguran que acudirán al Tribunal Constitucional si fuese necesario.