Crisis en el PP

Casado pidió a los barones que le dejasen ser la voz del PP en el debate del Estado de la Nación

Pablo Casado
Pablo Casado, en el Congreso de los Diputados.

En la reunión del miércoles entre Pablo Casado y los barones del Partido Popular se vivieron varios momentos de tensión. Una y otra parte acudieron al encuentro con sus posiciones claras pero en busca de un pacto para salir de la profunda crisis que vive el partido. Durante la cita, según ha podido saber OKDIARIO, el aún líder del PP expuso a los dirigentes autonómicos su deseo de alargar su despedida. Incluso representando al partido durante del debate sobre el Estado de la Nación, que tendrá lugar en los próximos meses en el Congreso.

Sánchez lleva tres años sin convocar ese debate, que se le ha reclamado con insistencia desde el Partido Popular. El Gobierno ha confirmado que se celebrará, aunque aún sin fecha definida. La intención del Ejecutivo, no obstante, es que tenga lugar en torno a abril. El congreso extraordinario del PP será el 2 y 3 de ese mes. Desde el Ejecutivo se asegura que no quieren convocarlo de inmediato para no parecer «ventajistas» debido a la crisis del principal grupo de la oposición.

Participar en ese cara a cara con Pedro Sánchez era, en cambio, uno de los deseos del aún líder del PP, ahora con nulas posibilidades de cumplirse. El encuentro, que se prolongó durante casi cinco horas, alumbró que Casado llegará como presidente del partido al próximo congreso, pero no se presentará. Los barones consideran que se trata de una salida «digna» para el líder popular. 

Reunión tensa

En la reunión -en la que todos ensalzaron la figura de Alberto Núñez Feijóo como nueva autoridad en el partido- se registraron momentos tensos, con intervenciones muy duras de varios dirigentes y reproches, entre otros, por la entrevista radiofónica en la que Casado lanzó una sospecha de «tráfico de influencias» sobre la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso.

En su turno, el líder del PP defendió su actuación, como ha hecho estos últimos días, convencido de que no ha hecho «nada malo». Aunque la exigencia común entre los dirigentes autonómicos fue que debía dimitir de forma urgente, sí existieron discrepancias entre los partidarios de que Casado marcase los tiempos de su despedida y los que apostaban por una línea más dura.

Al final del encuentro, los barones se mostraron satisfechos por la imagen de unidad y acuerdo. Como ha publicado OKDIARIO, el papel de Casado como presidente del PP será «testimonial», pues a partir del martes serán Cuca Gamarra, como coordinadora general, y Esteban González Pons, como  presidente del comité organizador, quienes tomen las riendas de la vida orgánica del partido.

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