Dictadura lingüística

Nuevo desvarío nacionalista: Cataluña exige el máximo nivel de catalán para perseguir plagas de insectos

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Los desvaríos nacionalistas de Cataluña no dejan de superarse cada día. En esta ocasión, todo gira entorno a una surrealista oferta de trabajo. El Consejo Comarcal del Bajo Llobregat ha ofertado, de cara al verano y a través de sus redes sociales, una plaza como controlador de plagas de insectos en la zona. Hasta aquí todo iría bien de no ser porque entre los requisitos indispensables para el puesto resalta uno por encima de todos: tener el título ‘C1’ en catalán, el mayor nivel que se le puede exigir a alguien en el dominio de una lengua. La Generalitat siempre ha perseguido el empeño de que el catalán esté presente en todas sus áreas. Ahora, quiere que también los profesionales encargados de supervisar si se da un desmesurado incremento de la población de insectos en el Bajo Llobregat domine el catalán.

Entre las funciones que la oferta de empleo recoge, se pueden leer actividades como «Mantenimiento del insectario, modificación de su cartografía si fuera necesario y captura de insectos». Unas acciones que, a priori, parece que no exigen un dominio absoluto del catalán. Un requisito que, desde algunos movimientos cívicos catalanes de corte constitucionalistas consideran un «atropello», ya que inhabilita a la mayoría de españoles para esta actividad, ya que sólo pueden optar a ella los que poseen un nivel de catalán ‘nativo’.

Uno de los movimiento cívicos que han puesto el grito en el cielo es el de Impulso Ciudadano, fundado en Cataluña en 2009 con el fin de «promover y defender el pluralismo político, ideológico, lingüístico y cultural en España». «Para perseguir mosquitos en verano será imprescindible acreditar un C1 en catalán», han denunciado desde la asociación.

C1 en catalán

Impulso Ciudadano también ha anunciado que acudirá al Defensor del Pueblo para denunciar las «irregularidades» del expediente que la Generalitat ha abierto a una enfermera del Vall D’Hebron que denunció, en redes, la obligatoriedad del tener el ‘C1’ en catalán para poder presentarse a las oposiciones de enfermería.

«Consideramos que la apertura del expediente, ordenada por el departamento catalán de Salud, es completamente irregular. Además, el proceso carece de imparcialidad. El instructor del caso pertenece a UGT Cataluña, el mismo sindicato que denunció a la enfermera. Por ello, pediremos ayuda al Defensor del Pueblo». Desde Impulso Ciudadano lamentan, además, las malas prácticas que han trascendido de cómo fue el proceso de sanción. «El interrogatorio sólo fue en catalán. El instructor del caso no ha sido nombrado por el hospital, sino directamente por el Instituto Catalán de Salud. Es un claro ejemplo de discriminación por razón de origen y lengua, así como una manifiesta falta de objetividad por parte de la Generalitat», denuncian desde Movimiento Ciudadano.

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