Cercará a la concertada

La nueva ministra de Educación lleva a su hijo a un colegio privado que cuesta más de 7.000 euros

Pilar Alegría
La ministra de Educación, Pilar Alegría. Foto: Europa Press.
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
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Pilar Alegría será la sustituta de Isabel Celaá al frente del Ministerio de Educación y el azote de la educación concertada en lo que queda de legislatura. Al igual que su predecesora, lo de predicar con el ejemplo y apostar en su vida privada por la educación pública brilla por su ausencia. Pilar Alegría lleva a su hijo a un colegio privado internacional de Zaragoza.

Se trata de un exclusivo colegio privado en el que el transporte tiene un coste anual de 975 euros, las clases superan con facilidad los 5.000 euros por curso, la inscripción supone un pellizco adicional que puede llegar a los 560 euros y la comida difícilmente se puede costear por menos de 1.000 euros al año.

Traducido: se trata de uno de esos colegios privados y exclusivos al alcance de pocos bolsillos que el PSOE afirma despreciar y rechazar y no deja de buscar para escolarizar a sus hijos.

La destituida Isabel Celaá deja como herencia la controvertida LOMLOE, más conocida como ‘Ley Celaá’, que pone mayor foco en la educación pública, con ataques a la concertada. Será más complicado abrir nuevos centros o ampliar las plazas de los existentes, y desafía a la mayoría de centros privados religiosos donde se separaba a los niños por sexos.

El ataque del PSOE a la educación concertada bajo el pretexto de la potenciación de la enseñanza pública contrasta con el peso que ha tenido en la formación de los ministros del Gabinete de Sánchez. Diez de ellos se educaron en centros concertados o privados.

La propia Celaá no se formó en un colegio público e hizo que sus hijas estudiaran en un colegio concertado y religioso, el Colegio Bienaventurada Vírgen María-Irlandesas. Una institución que, además, segregaba a los alumnos por sexos, algo que la ley de la ministra socialista prohibe.

Pues bien. Su sucesora en el cargo también ha apostado por un centro privado para la educación de su hijo. Pilar Alegría ha apostado por un colegio privado de Zaragoza, una institución que se define como «un centro privado, plurilingüe y laico con carácter internacional».

Este colegio, cuyas tarifas educativas se pueden consultar a través de su página web, cuesta a cada padre al mes, por hijo, unos 500 euros de media, eso sólo contando la matrícula básica. A eso hay que añadir gastos de comedor, transporte o material escolar.

Y todo ello será difícil que no deje de contrastar con un programa, el socialista, que predica sin cesar la extensión de la educación pública porque, según su mantra, es la mejor y la que debe recibir todos los apoyos. Eso sí, para los demás.

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