Moncloa exige que el discurso de Nochebuena de Felipe VI defienda la necesidad de una Ley de la Corona
Las presiones de Moncloa a Zarzuela se han convertido en toda una costumbre. Y el Gobierno de Pedro Sánchez no estaba dispuesto a dejar pasar el discurso de Nochebuena de Felipe VI para dejar constancia de ello. La nueva petición a la Casa del Rey consiste en reclamar a su Majestad que esa esperada y emblemática intervención en la apertura de las Navidades allane el camino de la futura Ley de la Corona, la norma que PSOE y Podemos quieren impulsar para modificar la actual regulación de la Monarquía en España.
La exigencia concreta pasa por el hecho de que el Rey se preste a justificar, ante todas las familias de España y en el momento más hogareño imaginable, la necesidad de ese cambio normativo; acepte dar argumentos para la llegada de esa ley, algo que el Gobierno de Pedro Sánchez considera conveniente para evitar que la oposición se muestre más combativa con la futura norma.
Algo, como se suele argumentar en estos momentos en La Moncloa, necesario para rebajar “crispación” y evitar “confrontación”. O, dicho de otra manera, algo conveniente para que Sánchez pueda seguir haciendo en cada faceta lo que a cada instante determine.
La petición se ha deslizado ya a la Casa de su Majestad el Rey, al igual que se ha comunicado el agrado con el que el presidente del Gobierno acogería que el Rey Felipe VI mostrase en ese discurso aún más distancia de la actual con respecto al Emérito D. Juan Carlos.
Hay que recordar que esa “distancia”, termino que ha empleado Moncloa en diversas ocasiones para referirse a este asunto ante Zarzuela, ha sido observada ya más que con dedicación por parte de D. Felipe. Y es que el Rey ha sacado de la asignación económica de la Casa al Emérito, ha renunciado a cualquier herencia procedente de Juan Carlos, y ha exigido la máxima transparencia sobre los movimientos de dinero.
Agradar a Podemos
De hecho, el análisis de la Fiscalía sobre el uso de tarjetas opacas por parte del Emérito ha confirmado que ninguna de esas tarjetas o pagos efectuados por medio de ellas benefició ni al actual Rey ni a su familia directa.
La futura Ley de la Corona no parece una norma destinada a la relajación política, sino más bien a agradar a Podemos. Sectores del PSOE se han referido en público ya a ella como una norma que debe “despejar el futuro” de la Monarquía, que pretende “reforzar la transparencia”, “limitar las funciones del Rey” -cosa un tanto complicada ante el muy restringido ámbito de actuación de Felipe VI, que debe refrendar con el Gobierno cada paso-, y aclarar, por ejemplo, situaciones familiares de divorcio.
Fuentes del PSOE aseguran que se trata de una norma pensada para proteger la institución monárquica. Pero, lo cierto es que el momento, la órbita de influencia podemita y los propios apartados descritos parecen más destinados a esconder y dejar en el olvido pleno a la Casa Real, que a su defensa como pilar constitucional.
Sea como sea, el Rey deberá decidir si asume a no esta petición. Y es que las exigencias de Moncloa a Zarzuela, como ya ha publicado OKDIARIO, se han convertido en toda una seña de identidad de la era Sánchez.
La Ley de la Corona parece pensada para albergar reclamaciones del Gobierno más propias de sus planteamientos
A lo largo de este 2020, el Gobierno ha pedido a Zarzuela que el Emérito salga de España y que regularice su situación con el Fisco, cosa que puede tener sentido, pero no convirtiendo al actual Rey en un intermediario de las exigencias de Sánchez.
Fuentes cercanas a la Casa Real destacan que Zarzuela es consciente en estos momentos de que, como ya hizo el 1-O, el Rey tiene un papel constitucional. Y, aunque la colaboración con Moncloa ha sido la tónica y santo y seña de Felipe VI, también quieren tener autonomía para realizar esa función descrita en la Carta Magna.
Y es que, además, esa norma, la Ley de la Corona, parece pensada para albergar una serie de reclamaciones del Gobierno más propias de sus planteamientos políticos que de otra cuestión. De hecho, Podemos, dentro de su plan para debilitar la imagen de la Monarquía en España y generar el mayor daño en la Jefatura del Estado a causa de la actual regularización fiscal de Juan Carlos I, busca ahora usar esa ley para generar una imagen de que es la institución monárquica y la Jefatura del Estado la que tiene que dar explicaciones, y no la figura personal de Juan Carlos. Por ello, el partido de Pablo Iglesias presiona para que la futura Ley de la Corona fuerce la retirada del rango de Rey emérito a Juan Carlos, lo que es considerado, por el partido morado, como la asunción oficial, haya o no haya juicio y condena, de que Zarzuela ha vivido en una órbita imperante de fraude.