España

Marruecos desafía a Pedro Sánchez: «Ceuta y Melilla son marroquíes como el Sáhara»

  • Juanan Jiménez
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El primer ministro de Marruecos, Saadeddine El Othmani, ha desafiado al Gobierno de Pedro Sánchez con unas declaraciones sobre Ceuta y Melilla.  «Son marroquíes como el Sáhara» ha dicho el máximo representante del gobierno en una entrevista a una televisión egipcia.

La tensión en las relaciones entre España y Marruecos aumentan. Después del aplazamiento de la cumbre bilateral, prevista para este mes de diciembre, y del espaldarazo de la administración Trump a Rabat en sus aspiraciones en el Sáhara Occidental, Pedro Sánchez ve cómo la situación se le escapa de las manos tras las últimas declaraciones del Gobierno marroquí. En una entrevista el jefe del Ejecutivo de Marruecos, El Othmani, ha reiterado, en relación a las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que «el statu quo dura ya cinco o seis siglos» y ha afirmado que «llegará el día en que vamos a reabrir el asunto de Ceuta y Melilla, territorios marroquíes como el Sáhara».

Entre líneas, el primero ministro marroquí reconoce que el cambio en la posición del Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha cambiado de forma palpable, en relación con el Sáhara, alineándose con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. El Othmani se refiere a la presión ejercida por el comunista vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, que tras la ruptura de la tregua entre Rabat y el Frente Polisario ha pedido abiertamente «el referéndum de autodeterminación» para el Sáhara Occidental.

Estas declaraciones enrarecieron el ambiente previo a la cumbre bilateral que debía celebrarse a mediados de este mes y que ha sido aplazada hasta febrero. Primero, con la posible presencia del líder de Podemos en la delegación española –algo que no sentó nada bien a Rabat tras las declaraciones sobre el Sáhara– y después con su salida de esa delegación, atribuida por parte del Ejecutivo a la falta de contenido del ministerio de Iglesias en la cumbre.

Con la inmigración ilegal descontrolada en Canarias –Marruecos siempre abre la mano cuando España se muestra débil o toca asuntos que molestan– y la fijación de Pablo Iglesias en la causa saharaui, el Gobierno de Marruecos ha ido dando muestras de su descontento de diferentes formas, una de ellas aplazando la cumbre. Ahora, Rabat se descuelga con estas declaraciones que ponen el foco en las dos ciudades autónomas españolas.

La política exterior española, como tantas otras, está marcada de nuevo por las injerencias de Pablo Iglesias en el negociado de Arancha González Laya. La ministra de Asuntos Exteriores ha visto cómo de un plumazo se han deteriorado, más si cabe, las endebles relaciones entre el Gobierno de Sánchez y el reino alauí.

Espaldarazo de Trump

La posición de Marruecos es de fortaleza. Justo tras conocerse que se suspendía la cumbre entre España y el reino alauí, Estados Unidos mostraba su apoyo tajante a Rabat. «Hoy firmé una proclama reconociendo la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. ¡La propuesta de autonomía seria, creíble y realista de Marruecos es la ÚNICA base para una solución justa y duradera para la paz y la prosperidad duraderas!», ha escrito Donald Trump en Twitter.

Estas declaraciones se circunscriben en un movimiento geoestratégico mucho más amplio que incluye a Israel en la ecuación. El Gobierno de Tel Aviv desarrolla en estos momentos, de la mano de Estados Unidos, una política aperturista con determinados reinos del Golfo Pérsico. Así, Israel ha retomado las relaciones con Emiratos Árabes, dando muestras de un cambio en la política con respecto a aquellos países que tiene como principal objetivo aislar a Irán en la zona.

Parte de esa estrategia de alianzas pasa por entablar relaciones con países árabes moderados, como es el caso de Marruecos, con el que también ha restablecido relaciones diplomáticas. Así lo anunciaba Donald Trump el pasado 10 de febrero. «Otro logro histórico hoy. Nuestros dos grandes amigos Israel y el reino de Marruecos han acordado relaciones diplomáticas plenas», ha anunciado en un mensaje en su Twitter, como en todos los acuerdos anteriores. En opinión de Trump, se trata de «un logro enorme para la paz en Oriente Próximo», decía el todavía presidente de la primera potencia mundial.