Pactos Bildu-Sánchez

Marlaska pide a las víctimas de ETA «más coordinación» con el Gobierno mientras pacta con Bildu

Interior congela en un millón las subvenciones para las asociaciones de víctimas de ETA

Marlaska víctimas ETA
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Con Bildu como aliado preferente  para que Pedro Sánchez pueda mantenerse en La Moncloa, y tras ceder a algunas de sus principales reivindicaciones -como el traslado de los presos a las cárceles del País Vasco y Navarra-, el Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, reclama a las asociaciones de víctimas de ETA una «mayor coordinación» con sus políticas.

Así lo recoge el departamento en su plan estratégico de subvenciones para los próximos dos años. En el documento, consultado por OKDIARIO, Interior se marca como objetivo «continuar avanzando en una mayor coordinación entre el movimiento asociativo y las actuaciones del Ministerio del Interior».

El Gobierno no ha desvelado el contenido del pacto con Bildu para la investidura de Pedro Sánchez. Sin embargo, algunos hechos posteriores han revelado su alcance. En diciembre, el PSOE y el partido proetarra cerraban un acuerdo para desalojar a Cristina Ibarrola (UPN) de la Alcaldía de Pamplona. Joseba Asirón (Bildu) fue investido el 28 de diciembre. Además, el PSOE ha permitido en el Congreso la tramitación de una ley de Sumar para despenalizar el delito de enaltecimiento del terrorismo.

La relación de Sánchez con el partido de Otegi, que no ha condenado los asesinatos de ETA, se ha fortalecido en los últimos tiempos. Lo ha hecho hasta el punto de que Bildu ya es un aliado imprescindible para el presidente del Gobierno. Tras lograr el traslado de los presos etarras a las cárceles vascas y navarras, su siguiente reivindicación es la amnistía para los condenados.

En la reunión que Alberto Núñez Feijóo mantuvo el pasado 23 de diciembre con Pedro Sánchez, el líder del PP exigió al socialista que rechazara sus pactos con Bildu para, de esa forma, «restaurar el compromiso democrático». Entre las medidas, además de evitar la moción de censura en Pamplona, Feijóo pidió a Sánchez «un compromiso con la no despenalización del enaltecimiento del terrorismo, la prohibición de los homenajes a terroristas y la no concesión de indultos a presos etarras». No encontró respuesta.

Ayudas congeladas

El plan de Marlaska, que recoge las principales líneas en materia de subvenciones, reprocha a las víctimas de ETA «mejorar la justificación económica» de las ayudas concedidas. Para ello, el Ministerio afirma que se «intensificará» la labor de asesoramiento, con encuentros y «foros de discusión» que «fomenten la colaboración».

En pleno idilio con Bildu, Interior destaca su propósito de «asistir a las víctimas» e «impulsar» su «reconocimiento social», asegurando la «preservación de su memoria», especialmente «en los ámbitos escolar, universitario e internacional».

La cuantía prevista por Interior para la subvención a las víctimas se mantendrá en un millón anual hasta 2026. Una cifra que está congelada desde 2022 y que apenas se ha incrementado en 70.000 euros desde que Sánchez está en La Moncloa. La cifra dista de otras ayudas que han experimentado un notable crecimiento, como las que reciben los sindicatos, que se duplicaron con la llegada de Yolanda Díaz al Ministerio de Trabajo (de 8,8 a 17 millones).

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