España

El juez tumba los recursos del PSOE y salva el monumento de Sa Feixina en Palma porque ya «no es franquista»

La Justicia ha impedido el derribo de un monumento levantado en Palma en recuerdo de los fallecidos en el crucero pesado ‘Baleares’ al considerarlo como bien catalogado del patrimonio de la isla. El Tribunal Superior de Justiciia de Baleares (TSJIB) ha confirmado la sentencia del Juzgado de lo contencioso número 3 de Palma, desestimando así los recursos del Consell de Mallorca, del Ayuntamiento de Parla y de una asociación local de memoria histórica frente a la postura de la plataforma Salvem Sa Feixina, que había ganado el recurso en el Juzgado. Para el juez, el monumento ya no es «franquista».

El Ayuntamiento y el Consell, ambos de titularidad socialista actualmente, plantearon el derribo del monumento, que había sido erigido durante la dictadura franquista, pese a que ya se había visto desprovisto de su simbología original durante el mandato en 2011 de Aina Calvo, también socialista, en Palma. Precisamente por esa razón el TSJIB ha entendido que el monolito no vulnera la Ley de Memoria Histórica puesto que ya fue «descontextualizado».

La Sala esgrime que los informes sobre el monumento destacan que éste «representa la rememoración de un momento histórico que forma parte de la imagen urbana de la ciudad, lo que unido a su situación en la zona de respeto del Centro Histórico, motiva su conservación».

Además, en estos informes «se destaca la relevancia la obra del arquitecto que lo proyectó, así como que el monumento, una vez desprovisto de los elementos simbólicos añadidos al proyecto inicial (escudos, letreros, figuras) que sí remitían a un discurso y estética propia del régimen franquista, recupera su valor patrimonial».

Se aconsejó su protección

El Tribunal considera «especialmente ilustrativa» la explicación de uno de los técnicos de patrimonio del Consell, que indicaba que los valores patrimoniales del monumento aconsejan su protección y que «lo único que entorpece dicha postura son los legítimos sentimientos de aquellos que ven en el monolito la expresión de una ideología antidemocrática», recoge la sentencia. Por ello proponía que la decisión, en un sentido u otro, se adoptase en un futuro cuando hubiese remitido la carga ideológica que alteraba una «decisión sosegada».

La sentencia impone las costas al Consell, el Ayuntamiento y Memòria de Mallorca. Contra esta resolución cabe un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. El coordinador de la plataforma Salvem Sa Feixina, Tomeu Berga, ha expresado su satisfacción por la sentencia, que considera «contundente», y ha remarcado que ha sido «una lucha muy desigual».