España
PSOE

Sánchez toma un jet privado para apoyar a Illa en un mitin improvisado ante la subida de Junts

El PSC ha pedido ayuda a Sánchez a la desesperada ante el recorte de la ventaja que Illa tenía sobre Puigdemont

  • Joan Guirado
  • BARCELONA
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

El miedo se ha apoderado del PSOE y de Pedro Sánchez a pocas horas para que finalice la campaña de las elecciones en Cataluña del próximo domingo. El efecto de la reflexión fake del presidente se ha desinflado y el candidato, Salvador Illa, no es suficiente para movilizar a todo el votante que necesitan los socialistas para obtener una cómoda victoria en las urnas. De ahí, que Ferraz haya organizado un mitin improvisado de Sánchez este jueves en Cataluña. Y los socialistas no han dudado en pagar un jet privado para el desplazamiento de su líder. «Las cosas no van bien», reconocen los socialistas, que admiten que han ido «muy confiados».

La movilización que está logrando Carles Puigdemont entre el electorado separatista y desencantado y la bajada en intención de voto de Aliança Catalana, la formación de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, que se disputan una parte importante de los votantes con Junts, está provocando que en estas últimas horas la distancia entre Illa y Puigdemont se esté ajustando cada vez más. Cualquier pequeño golpe de efecto, como un posible retorno anticipado del candidato de Junts a España antes del domingo, puede provocar un sorpasso y dejar al PSC sin la ansiada victoria.

La nave en la que Pedro Sánchez viajará a Cataluña se trata de un lujoso jet privado y lo ha fletado su partido. Todo ello a pesar de que el presidente tenía a su disposición más de una decena de aviones regulares y trenes de alta velocidad que no contaminan, en línea con su supuesto compromiso ecologista.

La aeronave partirá del aeropuerto de Madrid – Cuatro Vientos y aterrizará en el de Barcelona – El Prat. Desde ahí se dirigirá en coche hasta Vilanova, en un recorrido de algo más de 30 minutos. En total, sumando todos los desplazamientos, Sánchez tendrá que emplear unas dos horas. Casi lo mismo que si va en AVE, baja en Camp de Tarragona y se desplaza hasta la localidad del mitin en coche.

Ayuda para el esprint final

La semana pasada el partido pidió una menor implicación de Sánchez, ya que le quitaba foco a Illa al protagonizar el presidente del Gobierno un cuerpo a cuerpo con Puigdemont, similar al que en su momento desplegó con Isabel Díaz Ayuso. Ante este escenario, el PSC ha pedido ayuda a Moncloa para el esprint final. Este jueves Sánchez e Illa protagonizarán en Vilanova y la Geltrú un nuevo mitin que no estaba previsto. Se trata de un acto que ha sido organizado a última hora y que ha obligado al jefe del Ejecutivo a modificar ligeramente la agenda de reuniones que tenía prevista en Madrid.

Da la casualidad que los cuatro mítines que Sánchez ha dado en Cataluña en esta campaña electoral han sido en el área metropolitana de Barcelona. Iba a participar en otros dos, en Sabadell y en Santa Coloma, pero no fue al cancelar su agenda. Ha estado en Sant Boi y en Montmeló, mientras que hoy participa en otro en Vilanova y mañana en Barcelona capital. Con los sondeos y los resultados de 2017 y 2021 en la mano, el PSC busca en esas poblaciones a los votantes desencantados con Ciudadanos que le deben garantizar una cómoda victoria a Illa. «Todo lo que no sea superar los 40 escaños será un fracaso», reconoce un colaborador muy cercano al candidato.

Los socialistas se han puesto la meta de los 40 diputados -hay encuestas que les llegan a otorgar 46 representantes- para que el resultado sea leído como un triunfo de Sánchez. Pero el ascenso de Junts, gracias a la movilización del separatismo y la bajada de Aliança Catalana, está poniendo en peligro la victoria holgada que presuponían en Ferraz hace tan solo unos días. Los últimos sondeos les advierten de que se pueden quedar en los 39 escaños e incluso bajar a los 38, lo que supondría un empate técnico con Junts como el que hace tres años y medio tuvieron con ERC a 33 diputados.

«Si logramos entre 200.000 y 300.000 votos, conseguiremos dos o tres escaños más», explican a OKDIARIO fuentes cercanas a Illa. Esas papeletas son la clave para superar la barrera mental de los 40 diputados. Los tres escaños son por la provincia de Barcelona y a costa de la ultraseparatista Aliança Catalana y ERC. Los republicanos, pese a hundirse casi 10 escaños, tendrán en su mano decidir si gobierna Illa, Puigdemont u obliga a los catalanes a una repetición electoral en otoño. Si el PSC no le saca cuatro puntos a Junts, que en Girona tiene más masa electoral que los socialistas, la opción del empate a 38 escaños gana cada vez más fuerza.