España

Histórico ‘borrado’ de Casado y García Egea del principal cónclave ‘popular’

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Las explicaciones oficiales dadas por la dirección del Partido Popular para justificar la ausencia en la cumbre intermunicipal de Valencia de los dos principales líderes de la etapa anterior, el presidente Pablo Casado y el ex secretario general, Teodoro García Egea, no parecen «ni lógicas, ni convincentes», según círculos próximos a los dos ex.

Justamente cuando se cumplen ahora doce meses de la gran crisis interna que se sustanció con la caída de toda la dirección casadista y la llegada al poder de Génova 13 del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Nuñez Feijóo.

El argumento principal para justificar las ausencias ha sido que sólo se invitó a los presidentes del gobierno que son del PP, esto es, José María Aznar y Mariano Rajoy, «no a los que han sido presidentes del partido…Tampoco se invitó a Hernández Mancha…». Pobre argumento donde los haya.

La razón fundamental fue el veto explícito de la poderosa lideresa madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que parece no haber olvidado el «acontecimiento que más la ha hecho sufrir de su carrera política», expresan medios próximos a la presidenta de la Comunidad de Madrid y presidenta del PP regional. Se recordará que al hilo de una denuncia anónima (sic) en la que se exponía el tráfico de favor en la compra de mascarillas por parte de la CAM a una empresa representada por el hermano de Ayuso, el secretario general y el presidente intentaron parar la rutilante carrera de la madrileña en la creencia de que aspiraba a birlarles los puestos nacionales.

El resultado de aquella enorme crisis televisiva y que estuvo a punto de hacer saltar por los aires al partido que fundara Manuel Fraga y que gobernó España durante catorce años (ocho con mayoría absoluta) es conocido por todos los lectores de este diario.

La nueva vida de Casado

Pablo Casado dejó el escaño y desechó alguna oferta del nuevo presidente tanto en Europa como en España, en relación con la presidencia de fundaciones y algún cargo orgánico sin especial relevancia.

Feijóo permitió a Casado despedirse  «con dignidad en el XX Congreso Nacional» de Sevilla, con diferencia de opiniones entre los dirigentes, cuadros y militantes, y a partir de ahí se ha sumido en el más completo silencio. Ha despreciado, incluso, ofertas editoriales para contar su caso. Cree que con el paso del tiempo y dada su juventud todavía puede tener opciones políticas. Su vocación al respecto quedó acreditada durante sus largos años (Nuevas Generaciones) hasta el pasado febrero del 2022.

Su hermetismo respecto a su incorporación a una nueva empresa laboral es total. A este respecto señalan que no ha tenido prisa por encontrar un trabajo porque ha dispuesto de la pensión de ex diputado y «además, su mujer, Isabel, es rica…», subrayan fuentes próximas.

Todo parece indicar que sus talentos están ahora al servicio de alguna entidad de origen norteamericano, «algún fondo de inversiones, pero nadie o muy pocos pueden asegurarlo a ciencia cierta…».

En el 2018, tras la caída del Gobierno de Mariano Rajoy, y poco antes de ser elegido como presidente nacional en sustitución del gallego, había firmado un contrato de trabajo del que finalmente tuvo que desistir, con una multinacional de origen indio con sede en París y con ramificaciones en toda Iberoamérica. Pero aquello pasó.

El ‘criptoegea’

Teodoro García Egea fue el primero en abandonar su despacho de número dos en la planta noble (séptima) de Génova 13. Su caída fue fulminante. En la misma noche se fue a La Sexta a contar lo ocurrido (a su manera y desde su particular visión) y a partir de ahí se refugió en su escaño en el gallinero que ocupa el Grupo Parlamentario.

Feijóo y Cuca Gamarra le recompensaron (dicen algunos compañeros de escaño que su silencio) con la presidencia de la Comisión Vial del Congreso, 1.600 euros que añadir a la nómina de diputado por Murcia. Durante estos doce meses, persona educada como es,  ha intentado recomponer las relaciones personales con antiguos «ofendidos y deudos, dentro del Grupo Palamentario», comenta una diputada popular.

Sólo conferencias pagadas para hablar de su gran pasión, afición y oficio, las criptomonedas. No parecen arredrarle los últimos escándalos mundiales surgidos respecto a esa nueva economía.  De hecho está a punto de publicar un libro Criptoeconomía, editado por una empresa especializada en obras business (LID). Se cree que viaja a Londres  con harta frecuencia porque «en esa City es donde está el dinero».