Los guardias civiles recurren la maniobra de Marlaska para que trabajen 2 meses más al año que la Policía

Los guardias civiles recurren en el juzgado el nuevo sistema de turnos elaborado por el ministerio del Interior porque supone que los agentes de la Benemérita tendrán que trabajar casi dos meses más al año que la Policía. El departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska aprovechó el periodo navideño para aprobar esta orden general que supone un nuevo agravio hacia el Instituto Armado en comparación con resto de policías de España. Sin embargo, un grupo de guardias civiles ha llevado el asunto a los tribunales para tumbar la maniobra de Marlaska para ampliar su horario de trabajo.

La decisión fue impuesta en el último Consejo de la Guardia Civil, celebrado el pasado 28 de diciembre, en el que se informó a los representantes de los agentes de la nueva orden. Tan sólo cinco días más tarde, el 2 de enero, la orden general fue publicada en el Boletín Oficial de la Guardia Civil en un documento de 13 páginas que detalla un nuevo cómputo de horas y que introduce especialidades en materia de vacaciones, permisos y licencias para los agentes que trabajan a turnos.

La nueva normativa firmada por el director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, ha sido recurrida ante los tribunales de lo Contencioso-Administrativo por la asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil). Los abogados de la agrupación han analizado la orden y señalan que el contenido no se atiene a lo que demandan las directivas de la Unión Europea.

Guardias civiles a turno

Jucil argumenta en su recurso que la decisión de Marlaska perjudica en exceso a los guardias civiles que trabajan en la modalidad de turnos. Actualmente, los agentes del Instituto Armado trabajan seis días y descansan cuatro en función del cuadrante de las especialidades a las que pertenezcan.

Los agentes de la Policía Nacional disfrutan de turnos más favorables como, por ejemplo, el conocido como 6×6 que supone seis días de trabajo y disponer de cinco libres y un saliente nocturno. La implantación de este turno ha sido reivindicado por los guardias civiles que llegan a trabajar más de ocho horas diarias en el caso de operaciones policiales o servicios especiales.

Trato desigual

Los nuevos turnos de trabajo de la Guardia Civil evidencian un trato desigual. «La norma incurre en un agravio comparativo respecto de otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que ya lo tienen implantado, porque sigue sin aplicarse un índice corrector igual al que rige, en particular, en la Policía Nacional, cuerpo perteneciente a la misma Administración y Ministerio», explica el secretario general de Jucil, Ernesto Vilariño. Este índice corrector permite a los agentes de la Policía Nacional compensar las horas de trabajo nocturnas y en festivos con días libres, un privilegio que no tienen los guardias civiles.

La nueva orden general también sitúa a los guardias civiles en una posición jurídica inferior en determinados derechos frente al resto de funcionarios. Esta inferioridad de derechos se expresa en el artículo 48 del Estatuto Básico del Empleado Público, que señala los supuestos en los que los funcionarios tendrán permisos de libranzas. De este modo, el recurso presentado pedirá que el permiso parental sea retribuido, o que los permisos por enfermedad grave o fallecimiento de familiar tengan asignados los días establecidos para los funcionarios civiles, sin que estos sean para los guardias civiles plazos máximos que pueden recortarse injustificadamente.

Menor salario

Los agentes de la Guardia Civil que prestan más horas de servicio también lo hacen por una retribución inferior a la de la Policía. La diferencia salarial llega a alcanzar miles de euros anuales en comparación con las policías autonómicas. Ejemplo de ello es el salario base de un agente raso de los Mossos d’Esquadra que alcanza los 38.000 euros anuales, mientras los guardias civiles apenas superan los 20.000 euros.

También el salario base de los agentes de la Policía Nacional supera el sueldo de los guardias civiles. Todas estas desigualdades respecto a otros operadores de seguridad han hecho que los guardias civiles recurran ante los tribunales las maniobras del ministro Marlaska.