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El Gobierno contrata una empresa para que espíe la actividad de la Fundación Francisco Franco

El Gobierno tiene previsto solicitar este año ante la Justicia su disolución tras un informe de la Abogacía del Estado

El Gobierno contrata una empresa para vigilar la actividad de la Fundación Francisco Franco

El Gobierno de Pedro Sánchez ha contratado una empresa para que controle y clasifique todas las actividades y declaraciones que lleva a cabo la Fundación Francisco Franco. El Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática fiscalizará todas las apariciones públicas y actividades de dicho organismo durante los próximos dos meses. Un rastreo que se produce poco después de que el ministro del ramo, Ángel Víctor Torres, anunciase que el Ejecutivo tiene previsto solicitar este año ante la Justicia su disolución tras un informe «de gran amplitud» elaborado por la Abogacía del Estado.

Concretamente, el organismo encabezado por Torres ha licitado un contrato para hacer un seguimiento en prensa y redes de todas las actividades y comunicaciones que lleve a cabo la Fundación Francisco Franco. La empresa que llevará a cabo esta labor es Hallon Intelligence, la compañía que utiliza de forma recurrente el Ejecutivo para controlar las informaciones que se publican en los medios sobre los diferentes ministerios. Para llevar a cabo este encargo, el Ministerio de Memoria Democrática desembolsará 15.700 euros. Es decir, para rastrear la actividad de la Fundación, la empresa de confianza del Ejecutivo recibirá 7.800 euros al mes, según consta en el contrato.

En las últimas semanas, la pervivencia de la Fundación Francisco Franco ha vuelto al foco mediático. La semana pasada, el ministro de Memoria Democrática aseguró en el Congreso de los Diputados que el Ministerio de Cultura, conforme al procedimiento establecido, requirió a la Secretaría de Memoria Democrática un informe sobre el posible incumplimiento de la normativa por parte de la Fundación Francisco Franco.

Según indicó, este primer informe ya ha sido finalizado, y posteriormente la Abogacía del Estado elaboró otro documento «extensivo», que recopila testimonios y aspectos jurídicos clave para fundamentar la solicitud de extinción de la fundación ante la Justicia, anticipándose a posibles objeciones que esta pudiera plantear.
El Gobierno prevé remitir este último informe al Ministerio de Cultura «lo antes posible», con el objetivo de presentar la solicitud judicial de disolución en el transcurso del presente año. Sin embargo, Torres subrayó que la decisión final corresponderá a los tribunales. El Ejecutivo fundamenta su actuación en la Ley de Memoria Democrática, que permite solicitar la disolución de una fundación cuando esta sea contraria al interés general, contemplando como motivo suficiente la apología del franquismo.

El año de Franco

Todos estos movimientos se dan en el año en el que el Gobierno ha vuelto a resucitar la figura de Franco con el objetivo de mover el foco de todos los casos de corrupción que asedian al entorno personal y profesional de Pedro Sánchez. Bajo el lema España en libertad, el Ejecutivo llevará a cabo más de un centenar de gastos que comprenden exposiciones, pero también actividades curriculares para llevar a cabo en los centros educativos.
Para seguir con la batalla de la memoria democrática, el Gobierno ha acelerado la búsqueda de muertos. Pedro Sánchez quiere elaborar un censo de fusilados dentro de su estrategia guerracivilista para conmemorar los 50 años de la muerte de Franco. Por este motivo, el Gobierno destinará casi medio millón de euros para acelerar los trabajos de identificación e investigación en los registros civiles de toda España.
Además, el Ejecutivo ha proseguido con una de sus luchas insignia: el Valle de los Caídos. Patrimonio Nacional ha decretado el cierre de la tienda de regalos y recuerdos que está situada dentro de este enclave, por razones de «interés general». En la primera sala de la Basílica del Valle de los Caídos se encuentra un pequeño espacio luminoso y acristalado que contrasta con la mole de mármol y piedra que lo envuelve: se trata de la tienda turística del lugar, pensada para que los visitantes que acuden a este emplazamiento puedan comprar algún recuerdo. Sin embargo, tal y como consta en un contrato de gestión de actividad, la vida de esta tienda ha llegado a su fin. «Patrimonio Nacional ha decidido el cierre de la tienda del Valle de Cuelgamuros», reza el pliego modificado en diciembre de este año.

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