CATALUÑA

La Fiscalía investiga ahora al director de los Mossos por acosar a parejas de policías españolistas

Mossos
Pere Ferrer, con mascarilla azul y traje azul marino, hablando con la cúpula de Interior y los Mossos.
Carlos Cuesta

La maquinaria separatista vuelve a la carga. Y no sólo en los colegios y con menores. La Fiscalía ha abierto una investigación contra el director de los Mossos, Pere Ferrer, por acoso a la pareja de otro agente de la policía autonómica. Los dos cónyuges son policías. Uno de ellos, una cabo de los Mossos se ha significado en contra del golpismo separatista. Ella ha recibido infinidad de expedientes. Pero ahora, el acoso denunciado supera el centrado en ella. Ahora el fiscal ha ordenado abrir diligencias por acoso a su pareja, también en el cuerpo de policía autonómica, y a quien se le ha recriminado, por ejemplo y como señala la denuncia, que tenga un comportamiento “pasivo” con su pareja y no la reprenda en sus opiniones políticas.

La denuncia a la Fiscalía de delitos de odio fue trasladada justo antes de Navidades por el agente de los Mossos. Y, además, la pareja de una cabo del mismo cuerpo conocida en los círculos policiales por ser contraria al golpismo separatista. Y, según la denuncia, esa relación ha sido lo que ha activado la maquinaria de presión separatista. De hecho, ese supuesto acoso es lo que la Fiscalía investiga ya.

“Con esta denuncia penal ante Fiscalía, deseo poner en conocimiento unos hechos que podrían estar tipificados como delitos de prevaricación por omisión y delitos de acoso realizados por el director general de policía, Pere Ferrer Sastre, y por el sargento de la División de Asuntos Internos con número de TAP 965”, señala la denuncia presentada ante la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación.

Allí, la pareja de la cabo de los Mossos detalla que él es «miembro del cuerpo de mozos de escuadra desde el año 1999” y que ejerce “en la categoría de sargento desde el mes de octubre de 2007”. Añade que “jamás” ha tenido “absolutamente ningún problema en el ejercicio» de su profesión y que sus “mandos policiales siempre han estado satisfechos” con su “actitud frente al trabajo y de la relación con los compañeros subordinados o no”.

La denuncia reseña que su “pareja sentimental desde hace 10 años, es una cabo del cuerpo de mozos de escuadra”. Que ella “es miembro del cuerpo desde 1997 y tampoco hasta 20 años después, en 2017, había tenido ningún tipo de problema a nivel profesional”.

Pero, eso sí, la cosa ha cambiado “a raíz de los innumerables y sucesivos expedientes disciplinarios de ella” y de las visitas de la “División de Asuntos Internos de mozos a su domicilio personal con 4 expedientes disciplinarios en total”. El último de esos expedientes, el cuarto, de hecho, está actualmente abierto a pesar de que ella ya no está trabajando en el cuerpo policial por estar reconocida “por una incapacidad permanente en grado total”. Además de todo ello, ha recibido “múltiples citaciones por investigaciones o informaciones reservadas (tres en total) por parte de la División de Asuntos Internos”.

Y, según la denuncia, los problemas del sargento pareja de la cabo llegaron cuando su “mando policial del Área Básica Policial de Santa Coloma de Gramanet” tuvo conocimiento de que “ella era mi pareja”. Problemas que lo han sido “a nivel profesional y también disciplinario”.

Según la denuncia, el sargento ha tenido que aguantar “en marzo de 2018 varios comentarios” de su inspector jefe anticipando que “tendría problemas”; “el día del referéndum, el 1 de octubre de 2017”, una recriminación por haber “retirado más urnas e identificado a más personas, que todo el cuerpo de mozos de escuadra” -hay que recordar que la urnas eran ilegales-; “en enero y febrero de 2018” el sargento presentó “una nota informativa sobre el acoso que estaba sufriendo personalmente en redes sociales por el colectivo de mozos por la independencia y en concreto por su líder, Albert Donaire” y no recibió ni respuesta; e, incluso, en “febrero de 2018” se le “prohibió seguir cargando el vehículo eléctrico” con el que se desplazaba”.

Mientras, el sargento ha sido señalado en redes, incluso con “una fotografía realizada desde dentro de la Comisaría de Mozos de Escuadra de Santa Coloma de Gramanet”. Y ha sido recriminado por mandos por su “comportamiento pasivo ante la actitud de su pareja”.

Ahora la Fiscalía ordena “incoar diligencias de investigación, delegando en el Servicio de Delitos de Odio la tramitación de las mismas” y traslada la competencia por posible prevaricación a la Fiscalía Provincial de Barcelona.

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