España
Eduardo Inda entrevista al presidente del Partido Popular

Feijóo: «Lo que están haciendo con Ayuso es absolutamente machista»

Pasado el todo o nada que fueron las elecciones gallegas, a Alberto Núñez Feijóo (Los Peares, 1961) se le ve más fuerte que nunca. No lo dice, porque es un tipo humilde y austero en la verbalización, pero se le ve confiado en que antes o después llegará a La Moncloa. Motivos para la esperanza tiene, y de sobra, empezando por la espectacular victoria de Alfonso Rueda, terminando por las corruptelas de un caso Koldo que es el caso Sánchez y pasando por esa barrabasada que constituye una Ley de Amnistía que tiene en contra al 70% de los españoles.

El líder del PP admite que hablaron con Junts, no desmiente que uno de los interlocutores fuera Esteban González Pons, pero matiza: «Hablar no es negociar». Defiende a capa y espada a Ayuso, víctima de una cacería sin precedentes por parte de Hacienda y la Fiscalía con revelación de secretos de por medio, y vuelve a marcar enormes distancias con Vox.

Increíble pero cierto: por mucho que se le pregunta y repregunta, se resiste a confirmar a Alejandro Fernández como cabeza de cartel en Cataluña. Eso sí: admite que están en plenas conversaciones para colar en puestos de salida a miembros del desaparecido Ciudadanos. Todo ello con el tono sosegado que le caracteriza y con su sempiterna sonrisa por bandera. Feijóo en estado puro.

PREGUNTA.-Si usted es presidente del Gobierno, ¿derogará la Ley de Amnistía?

RESPUESTA.- Sí, sin duda. Aunque espero que la dejen sin efecto los tribunales porque estamos convencidos de que es inconstitucional y va en contra de los tratados de la Unión Europea. Por eso, espero que actúen la Justicia española y europea y que no llegue al siguiente Gobierno. Pero, en todo caso, como no sabemos cuándo puede haber un siguiente Gobierno, sí le digo que yo derogaré la Ley de Amnistía.

P.- ¿Será su primera medida como presidente del Gobierno?

R.- Dentro de los 100 primeros días de Gobierno se repondrá la igualdad ante la ley de todos los españoles.

P.- Entonces va a tener que derogar 30 ó 50 leyes…

R.- La verdad es que esta legislatura ha sido, desde el punto de vista jurídico, un disparate. Se ha improvisado, se han sacado leyes sin los informes preceptivos, no se ha contado con el Consejo de Estado ni con el Consejo General del Poder Judicial, se han modificado leyes orgánicas con proposiciones de ley…

P.- Usted está describiendo una autocracia.

R.- Estoy describiendo la realidad.

P.- ¿Es España una autocracia? ¿Sánchez es un autócrata?

R.- Sánchez se ha apoderado de su partido. El Partido Socialista Obrero Español, tal como lo conocíamos, ha desaparecido y ha mutado al Partido sanchista. Sánchez ha destruido a su partido en el ámbito territorial. Le quedan dos comunidades y media -Castilla-La Mancha, Asturias y la mitad de Navarra, porque la comparte con Bildu-. Sánchez considera que España es un lugar donde ejecutar lo que considere oportuno, y para eso no tiene inconveniente en desacreditar al Poder Judicial, saltarse su palabra y su compromiso -como con la Ley de Amnistía-, tragar con todo lo que le han pedido los independentistas y consagrar que en España hay personas que están en la cárcel por delitos menos graves que las que va a amnistiar…  Sánchez es una excentricidad política y algo atípico en la historia democrática de nuestro país.

P.- ¿Pedro Sánchez es un demócrata?

R.- Desde el punto de vista de urnas y de votos, sí lo es. Desde el punto de vista de cómo lleva la organización que preside, es evidente que hay miedo. Porque ha destruido todo lo que se ha encontrado en el camino y se ha opuesto a sus planteamientos. En cinco años lleva 50 ministros… Sánchez es implacable y es sumiso a la vez. Es implacable con los que dependen de él y sumiso con aquellos de los que él depende, que, en este caso, son los independentistas.

P.- Si usted es presidente del Gobierno, pues cada vez es más probable que la legislatura no se agote y tengamos elecciones en un año y medio como máximo, ¿a cuánto reducirá el número de ministerios?

R.- Yo no cambio de opinión como Sánchez y sigo pensando que con 13 ó 14 ministerios nuestro país puede funcionar. El país más descentralizado de la Unión Europea no necesita 22 ministerios. En la sesión de investidura, le dije a Sánchez: no me llame cuando le fallen los independentistas. Y le han fallado, porque no podemos considerar ni que la legislatura haya empezado. Está bloqueada, no habrá leyes ni Presupuestos… El objetivo de esta legislatura ha sido la Ley de Amnistía. ERC ha decidido poner esta ley en el alero por su competencia interna con Junts y Puigdemont, y se celebrarán las elecciones catalanas antes de que se apruebe. La mayor inestabilidad política que ha vivido España en toda su historia democrática la tiene con Sánchez de presidente. Su objetivo es ser presidente del Gobierno con independencia del resultado electoral. Sánchez compró la investidura a través de la Ley de Amnistía y ha comprado más tiempo de presidente aprobándola. Y ahora no sabemos si, con las elecciones catalanas, estamos ante el inicio del final de la legislatura. El resultado tendrá efectos en la política española. Si Junts se da cuenta de que ha sido utilizado para que Sánchez sea presidente y para que en Cataluña gobierne el PSC con ERC, se preguntará para qué ha servido la investidura. Y todo parece indicar que el PSC y ERC tienen un pacto de gobierno para las elecciones catalanas.

«Vamos a ver cómo incluir a Cs en nuestro proyecto en Cataluña»

P.- ¿Alejandro Fernández, presidente del PP en Cataluña, será el candidato a la Generalitat?

R.- Nosotros somos un partido democrático y, como tal, tenemos órganos que toman decisiones. Habíamos empezado a hablar con Ciudadanos y con la convocatoria de elecciones anticipadas hemos activado esas conversaciones. Ciudadanos tiene una historia muy corta, pero una historia de éxito, y sus votantes han migrado al Partido Popular. Nos gustaría reforzar la opción constitucionalista en Cataluña. Vamos a ver cómo incluirles en nuestro proyecto y, a partir de ahí, nos pronunciaremos sobre el candidato del PP a la Generalitat. Si estamos hablando con un partido político, lo razonable es ver cómo finalizan esas conversaciones y que ellos sean conocedores de nuestra propuesta de candidato. Alejandro Fernández es un excelente parlamentario y un gran activo del PP.

P.- ¿Y qué va a hacer con él? Porque es el presidente del PP de Cataluña… En todas las comunidades autónomas el presidente del partido es el número uno de la lista electoral. 

R.- Si le digo que estamos hablando con Ciudadanos y le contesto que el candidato será éste o el otro, no creo que sea lo más correcto. Y, aunque no estuviésemos hablando con Ciudadanos, no se lo diría porque a mí no me gusta que desde este despacho se decida el candidato en Galicia, en Asturias o en Cataluña. Nosotros no actuamos así. Estamos hablando con Ciudadanos y con los compañeros de Cataluña, y se convocará el Comité Electoral de Cataluña y el Comité Electoral Nacional. Designar candidatos a las comunidades autónomas, es verdad, es una competencia del partido a nivel nacional, pero esto es lo que le puedo decir. Lo demás sería extralimitarme.

P.- ¿Pero lo más normal sería que Alejandro Fernández fuese el candidato o no?

R.- Sería razonable, pero todo el mundo sabe que tenemos un presidente que ha finalizado su mandato hace mucho tiempo. No hemos celebrado el congreso en Cataluña debido al calendario electoral del último año. Todo el partido está al día, salvo en Cataluña, eso es cierto. Y si a eso le unimos un acuerdo con Ciudadanos para que se integre en el Partido Popular, es evidente que estamos ante un supuesto un poco más complejo.

P.- Si depende del Partido Popular que gobierne Salvador Illa y no ERC o Junts, ¿usted le daría su voto?

R.- Mire, nosotros le dimos la Alcaldía de Barcelona al PSC y a día de hoy no me ha llamado ningún responsable del PSC ni del PSOE. Por tanto, he tomado buena nota. No vamos a regalarle la Generalitat a nadie. Comunidades tan importantes como Cataluña no se regalan por teléfono ni en base a la buena fe. Les diremos a los catalanes que hay una forma distinta de gobernar y dos posibilidades: que gobiernen los secesionistas o los constitucionalistas. Y dentro de los secesionistas meto al PSC, porque tiene más acuerdos con ERC y con Junts de los que tienen ERC y Junts, está gobernando en todas las instituciones con los independentistas. Y porque está a favor de la amnistía y, por tanto, de que no se aplique la Constitución en Cataluña. Nosotros no vamos a abandonar nuestros principios. No queremos que Cataluña esté en manos de los independentistas ni ocultarle a la gente que el PSC tiene pactado con ERC el Gobierno de Cataluña. Prefieren gobernar con un partido secesionista que con el Partido Popular. Nosotros no estamos en el Ayuntamiento de Barcelona a pesar de haber hecho alcalde a Collboni.

P.- ¿Siguen hablando con Junts?

R.- No, lo hemos dicho muy claramente y muchas veces. Dijimos que íbamos a hablar con todos los partidos políticos, salvo con Bildu. ERC dijo que no quería hablar con nosotros y no hubo ningún problema. Y después escuchamos a Puigdemont, desde su refugio europeo, decir que el requisito para la investidura era la amnistía. A partir de ahí, ya no seguimos. Teníamos previsto hablar con Junts en el Congreso de los Diputados, pero ya dijimos que no era posible. Antes de todo eso, efectivamente, Junts se puso en contacto con nosotros y se mantuvieron, de forma directa o indirecta, conversaciones informales con ellos.

P.- Bueno, más bien conversaciones directas, ¿cuándo va a reconocer que el interlocutor fue Esteban González Pons? Es que no pasa nada…

R.- No pasa nada, por supuesto, pero no voy a reconocer una interlocución de una negociación porque nosotros nunca hemos negociado con Junts.

P.- Pero hablar sí. Y, además, usted tenía la obligación de hablar…

R.- Sí, hablar sí. Eso no lo he discutido…

P.- Pero sí discuto que no reconozca que fue González Pons el que habló con ellos.

R.- Que yo sepa ha habido algún compañero que ha hablado con distintos interlocutores de Junts, pero jamás negociado.

P.- Si yo no digo que hayan negociado. Sé, porque me lo ha contado la gente de Junts, que, cuando les plantearon sus exigencias, ustedes dijeron que no. Pero hubo reuniones a las cuales asistió González Pons para hablar. Yo no estoy hablando de negociar, porque primero se habla y luego se negocia, y si se ve que no hay posibilidad de entendimiento, la negociación es imposible. Pero le pregunto cuándo va a reconocer que González Pons habló con ellos.

R.- Yo no tengo por qué negarle a usted que compañeros, no sólo el que usted se refiere, han hablado con Junts. Si no, ¿cómo nos podemos enterar de lo que piden? Cuando dije en las Cortes que no había negociado mi investidura porque la amnistía es una línea roja, Sánchez empezó con esas carcajadas tan histriónicas… Bueno, es que es la verdad. A mí los señores de Junts no me han mentido, a mí me ha mentido Sánchez. ¿Hemos hablado con Junts? Sí. ¿Hemos negociado con Junts? No. Y prueba de ello es que usted me está haciendo esta entrevista como presidente del Partido Popular y jefe de la oposición, no como presidente del Gobierno. No hemos negociado en ningún caso con Junts porque lo que nos planteó en esas conversaciones no era negociable. Nosotros no podemos negociar la soberanía nacional, el incumplimiento de la Constitución, la quiebra del principio de igualdad ante la ley; en definitiva, la dignidad de un país. No podemos hacer una cacicada así, decirle a un partido político cuyos dirigentes se han fugado de nuestro país y que tienen causas pendientes ante el Tribunal Supremo que si me hacen presidente me voy a cargar la independencia judicial, que su abogado me redacte el Código Penal y que me digan qué Ley de Amnistía a la carta quieren. Entre los principios y el poder, siempre los principios. Nunca hemos negado, ni lo vamos a hacer, que hemos hablado con Junts, pero no podemos negociar con Junts.

P.- Eso lo reconocen ellos, pero la toma de temperatura ha seguido…

R.- Nosotros hemos hablado y vamos a seguir hablando todas las veces que nos llamen o cuando nos interese llamar a nosotros: «¿Qué vais a hacer con esto? ¿Qué opináis sobre esto?» Esta semana, por ejemplo, se han abstenido en dos votaciones y las hemos ganado nosotros. Representamos a más catalanes que Junts y que ERC en el Congreso. Por tanto, si quieren hablar sobre Cataluña o sobre el resto de España -que es algo que no les interesa- podemos hablar con los portavoces, como no puede ser de otra forma. Ahora bien, si usted me dice: ¿Está dispuesto a pasar de hablar a negociar con Junts? Pues verá usted, si Junts se quiere someter a la Constitución, sí. Si Junts sigue fuera de la Constitución, no.

P.- Si Junts renunciase a la vía unilateral y reconociese que el 1-O fue un error, ¿les daría el indulto?

R.- El PSOE montó una campaña durante las elecciones gallegas para decir que yo estaba de acuerdo con la amnistía y los indultos pero que Vox no me había permitido pactarlo. Que me había convertido en un independentista. El problema es que se lo contaron a los gallegos y los gallegos me conocen y no le creyeron. El Partido Socialista intentó montar un plebiscito con las elecciones gallegas y el resultado fue 40 PP-9 PSOE, el peor resultado de la historia. Mire, a los políticos se les ha de juzgar por lo que hacen. Y lo que he hecho es evitar que gobierne el independentismo en Barcelona y Bildu en Vitoria y en la Diputación Foral de Guipúzcoa. Cuando escucho estas cosas, viniendo del PSOE, me reafirmo aún más en que Sánchez no es ni un buen dirigente para España ni un buen secretario general del PSOE ni una persona con la que se pueda pactar, porque no tiene palabra. Mandar a todo su acompañamiento mediático a hacerles ver a los gallegos que soy un independentista a favor de la amnistía y los indultos y que Vox no me ha permitido ser presidente del Gobierno es execrable y una infamia que no puedo aceptar.

P.- Pero si usted es presidente y Junts renuncia a la vía unilateral…

R.- Una de las razones falsas por las que el sanchismo dice que se ha aprobado la amnistía es «por la reconciliación». Si los independentistas se quieren reconciliar con la ley, a partir de ahí, es posible hablar con los independentistas. Si se quieren reconciliar con la Constitución, con la separación de poderes, con la independencia judicial, con la unidad de la Nación, con el respeto a una nacionalidad histórica como es Cataluña… si se quieren reconciliar, insisto, con la ley, es posible hablar con los independentistas. Pero si ellos no se quieren reconciliar, no es posible. Y yo, para ostentar la Presidencia del Gobierno, no voy a buscar unos votos en contra de la soberanía nacional. No lo voy a hacer ni lo puedo hacer. No hay nadie que esté por encima de la ley. Es más, un político debería ser el primero que esté sujeto a la ley. A mí me gustaría la reconciliación, que pasa por que el independentista se reconcilie con la ley y, a partir de ahí, si ya somos todos iguales ante la ley, es posible seguir hablando y avanzar.

«Votar al PP es la única garantía de que Bildu no gobierne»

P.- En pocas semanas tendremos elecciones en el País Vasco. Si el PNV necesita sus votos para que no gobierne Bildu, ¿se los dará? Ustedes tienen un magnífico candidato.

R.- Creo que Javier de Andrés es un buen candidato, ha ganado elecciones, y eso no es fácil. Probablemente sea uno de los mejores candidatos a la Lehendakaritza que hemos tenido. El problema es que el PNV ha ido mutando. Tiene un complejo con Bildu y una dependencia con la política sanchista. Lamentablemente, se ha metido en una atmósfera muy próxima a Bildu. En las elecciones vascas hay dos opciones: el soberanismo con distinta intensidad -PNV y Bildu- o el constitucionalismo. El Partido Socialista de Euskadi es un partido instrumental: si Ferraz le dice que pacte con Bildu, lo hará; y si le dice que pacte con el PNV, lo hará. Por lo tanto, un voto al PSOE es un voto al PNV o a Bildu, y un voto al PP es un voto que asegura que Bildu no gobierne. Todos aquellos que no quieren que la política vasca copie lo peor de la catalana y que no quieren el procés en el País Vasco tienen una papeleta, que es la del Partido Popular. El resto son papeletas con distinta intensidad entre Bildu y el PNV, que es el secesionismo con distintas marchas.

P.- Pero no parece factible en estos momentos que el Partido Popular gane las elecciones, ni siquiera que sea el segundo, pero sí puede ser la bisagra. Y puede darse la circunstancia de que los votos del PNV y el Partido Socialista no den para gobernar y que ustedes eviten que gobierne Bildu.

R.- Yo les puedo garantizar a los vascos que la papeleta del Partido Popular es la única garantía de que no gobierne Bildu. Una papeleta al Partido Socialista no tiene ninguna garantía y prueba de ello es que Bildu, después de perder las elecciones, está gobernando en Pamplona gracias al PSOE. Una papeleta al PNV tampoco tiene ninguna garantía de que no gobierne Bildu, porque el PNV y Bildu cada vez tienen más semejanzas. Pero nosotros no salimos a ver cuántos diputados vamos a tener y si vamos a poder sumar con el PNV. Nosotros les decimos a los vascos: si queréis volver a hablar de liderazgo industrial, de tener uno de los mejores servicios de salud de España, de disminuir la conflictividad laboral, de mejorar el sistema educativo, de recuperar el liderazgo en los sectores económicos y sociales… nosotros tenemos un proyecto. Pero pensar en si vamos a ser bisagra con el PNV… así no empezamos el partido.

P.- Pero si depende de ustedes el día después, ¿Bildu no gobernará Euskadi?

R.- No, Bildu no va a gobernar Euskadi. Ése es un compromiso que tenemos. Nuestros votos no van a facilitar un Gobierno de Bildu, van a imposibilitarlo. Pero nosotros no salimos a ver si sumamos mayoría con el PNV. El PNV que conocimos ha ido mutando. Nos echó del Gobierno después de aprobar unos Presupuestos e imposibilitó un cambio político en España negándonos sus cinco votos. ¿El PNV está de acuerdo con las políticas sanchistas? Pues que lo explique. ¿Está de acuerdo con que Bildu gobierne en Navarra? Pues que lo explique. ¿Está de acuerdo con el procés de Cataluña? Pues que lo explique. Nosotros no, y salimos a decirles a los vascos: Euskadi no está en su mejor momento económico ni industrial, ha perdido el liderazgo en muchos sectores, el desempleo se ha reducido a menor ritmo que en la media de España, el Producto Interior Bruto ha crecido menos… Y eso no había ocurrido nunca. Pero con las políticas económicas e industriales sanchistas, que son las del PNV porque gobiernan juntos, ése es el riesgo. Sí le puedo decir que nosotros somos la única garantía de que Bildu no gobierne en Euskadi.

P.- Esta semana, el presidente del Gobierno se volvió a dirigir a usted en términos muy duros, identificándole casi con el narcotráfico. ¿Qué sensación se le queda cuando, por una foto, le identifican con un narcotraficante como Marcial Dorado?

R.- Hacía tiempo que no le veía tan desesperado. Comprendo que para un presidente del Gobierno que se cree por encima de los demás es duro que una persona que viene de una comunidad autónoma le gane todas las elecciones en un año y ocho meses. Tenemos más poder territorial que nunca en la historia democrática de nuestro país.  Comprendo que a lo mejor no le caigo muy bien, pero estoy representando un proyecto político distinto. Yo siempre he sido mucho más respetuoso con el presidente del Gobierno que él conmigo. Jamás me he reído de él en el Congreso.

P.- ¿Él se ha reído de usted?

R.- Sí, claro, aquella carcajada interminable en la sesión de investidura está en la retina de todos los españoles. Al presidente del Gobierno le he pedido explicaciones. El otro día le dije [sobre el caso Koldo]: «Usted lo sabía y lo tapó». Y no me contestó. Sánchez tiene un problema y es que su futuro depende de la corrupción, de la corrupción política con la amnistía y de la corrupción económica, que está en el núcleo de su partido y de su Gobierno. La foto de hace 30 años, comprenderá, me importa cero. Cada uno tiene su álbum de fotos y es responsable incluso de hacerse fotos con personas que entonces no tenían ninguna causa en relación al narcotráfico. Lo que pasa es que a Sánchez una mentira más le da exactamente igual. Allá él y su álbum de fotos.

P.- ¿Él tiene álbum de fotos?

R.- No lo sé. Yo respondo por el mío…

P.- ¿Y qué intuye?

R.- No lo sé, digo que respondo por el mío… Sánchez, en su Manual de Resistencia, dice que Koldo García es un socialista de raíz. Su actual secretario de Organización y el anterior trajeron a Koldo al partido. Tiene a seis ministros afectados por el caso de las mordidas y todos sus acompañantes en las primarias están metidos en esa trama y, además, tiene que dar explicaciones sobre las personas que viven con él en su casa… Pues no ha dado ni una explicación, pero insulta a todos los demás.

«Sánchez está rodeado del ‘caso Koldo’»

P.- ¿El caso Koldo es el caso Sánchez?

R.- Todavía no sabemos el contenido del sumario ni el volcado de los 23 móviles de Koldo, ni del resto de la trama, pero Sánchez está rodeado, en su partido, en el Gobierno, y veremos si en su casa, del caso Koldo.

P.- ¿Begoña Gómez es una corrupta?

R.- Espero que no. Lo que es sorprendente es que Sánchez me diga que tengo que cesar a la presidenta de la Comunidad de Madrid porque su pareja está siendo investigada por la Agencia Tributaria. Yo no podía dar crédito. Sánchez no tiene límites, no respeta nada ni a nadie. Por eso hemos tenido que pedir a la Administración del Estado que nos aclare si hay un conflicto de intereses en el rescate a una aerolínea que ha financiado actividades de las que se ha lucrado su mujer. El problema no es lo que ha hecho ella, sino lo que ha hecho él. Yo no sé si su mujer ha tenido o no alguna actividad irregular, ni estoy cuestionando que tenga contratos en universidades o institutos. Pero sí que esos contratos estén financiados por una compañía que es rescatada por el Gobierno y que Sánchez, incumpliendo la Ley de Altos Cargos, no se abstenga en la votación y vote a favor del rescate. Eso se llama conflicto de interés.

P.- ¿Y qué le parece, como publicamos hace años en OKDIARIO, que Begoña Gómez dirija una cátedra sin ser catedrática ni profesora ni licenciada?

R.- Pues, de entrada y sin conocer cuáles son las normas de la Complutense, no creo que diga mucho que una persona que no tiene un título universitario homologado pueda dirigir…

P.- Ni homologado ni sin homologar. No tiene títulos universitarios.

R.- Cuando menos, merece una explicación. Yo no podría aceptar que hubiese alguna sombra de duda sobre la actividad de mi mujer y mis decisiones en el Consejo de Ministros. Tendría que dar la cara, es lo que exige la ley. Y aunque no lo exigiese la ley, es un principio moral y ético. Por eso, cuando le pide la dimisión a una presidenta autonómica por lo que ha hecho su novio, incluso antes de conocerla, no puedo más que acreditar que el listón tan alto que ha puesto Sánchez le llevaría a su dimisión.

P.- ¿Lo de Francina Armengol es corrupción? Siendo presidenta de Baleares, descubre que la trama le ha vendido mascarillas fake, tarda tres años en reclamar el dinero, y lo hace un día antes de dejar el cargo en manos de Marga Prohens. Yo creo que es una prevaricación de libro.

R.-  Me sabe mal hablar de ex presidentes de comunidades autónomas, porque fuimos colegas durante mucho tiempo, pero es un caso que no tiene ninguna explicación. Armengol no ha querido decir si fue Koldo el que le pidió que comprase mascarillas a esa empresa. Se entiende que sí, y eso ya es grave. Pero si, además, compras las mascarillas por 3,5 millones y recibes un informe donde te dicen que son defectuosas tienes que devolverlas en ese mismo momento. ¿Cómo es posible que se emita un certificado diciendo que son correctas y se pida que se financien con fondos europeos? ¿Que se deje agotar la legislatura para aparentar que se inicia una reclamación? Desde que un cargo tiene conocimiento de que ha comprado una mercancía defectuosa tiene la obligación de reclamar el dinero indebidamente pagado. Y el máximo de la irregularidad es hacerlo cuando pierde las elecciones y, además, sin notificárselo a la empresa ni a la administración entrante. Es evidente que o se estaba esperando a que caducase la mercancía o se querían dar más argumentos a la empresa para no devolver el dinero o se esperaba que desapareciese la empresa para que no hubiese forma de reclamárselo a nadie. Es evidente que aquí ha habido una enorme mala fe, probablemente una negligencia, por no entrar ya en si ha habido prevaricación o cohecho. Pero esto tiene que ser investigado.

P.- ¿Debe dimitir la señora Armengol?

R.- Sus explicaciones son manifiestamente insuficientes y tiene dos opciones: o decir que esto lo ha hecho algún cargo de su gobierno sin su consentimiento y denunciarle, o dimitir ella. No hay más. Yo entiendo que un presidente no puede poner la mano en el fuego por sus 40 ó 60 directores generales. Pero si no se atreve a decir que Koldo fue el intermediario en la venta de esas mascarillas y dice que no hay ningún responsable, entonces la responsable es ella.

P.- ¿El ministro Ángel Víctor Torres tiene que dimitir?

R.- Torres también está investigado y ha comprado mucho más que Armengol, 12 millones de euros. El otro día, un diputado de nuestro grupo le preguntó en el Congreso si le había llamado uno de los investigados en la trama y dijo que no. Y nuestro diputado le enseñó un pantallazo del sumario en el que constaba que sí. Por lo tanto, nos ha mentido en el Congreso. Lo de Canarias tiene muy mala pinta. Hay una comisión de investigación y espero que el Gobierno canario llegue hasta el final. Si no, llegaremos nosotros en el Senado.

P.- ¿Y el ministro del Interior?

R.- Marlaska tenía que haber dimitido antes de las mascarillas y después, aún más. Todavía no nos ha dicho quién o quiénes dieron el chivatazo a la trama. Pero tendría que haber dimitido hace ya mucho tiempo, por la valla de Melilla, por los contactos con el entorno de presos de ETA, por el asesinato de los dos guardias civiles de Barbate…

P.- Cuando sea presidente del Gobierno, ¿qué va a hacer con el narco-Estado en el Estrecho?

R.- Nos hemos reunido con el Sindicato Unificado de Policía, con el Servicio de Vigilancia Aduanera, con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y nos hemos comprometido a un plan. ¿Cómo es posible que ninguna de las cinco embarcaciones estuviese operativa? Y por la mañana decir que el servicio estaba muy bien dotado… Un servicio de vigilancia aduanera tiene que estar dotado con recursos mucho más potentes que los de los delincuentes para dejar claro que en la costa española no entra ni sale ese tipo de mercancías. Los narcos estaban poniendo la música a todo meter y riéndose de todo el pueblo. Y el alcalde tuvo que pedir que se les sacase de allí porque se habían abrigado en el puerto. Esto en nuestro país no puede pasar.

P.- ¿Esto ocurrió por la falta de medios contra las mafias de la droga?

R.- Por supuesto, y por la falta de efectivos en el cuartel de la Guardia Civil y por la falta de diligencia, sin ninguna duda. Dejan a los guardias civiles sin capacidad logística, vehículos adecuados ni embarcaciones correctas. En una zona de enorme delincuencia, con un paro superior al 30% y donde muchos jóvenes, por trabajar una noche, cobran más que sus padres la mitad del año. Y esto no ocurre solamente en la zona del Campo de Gibraltar, sino en toda la costa de Cádiz.

«El ‘caso Ayuso’ puede convertirse en el ‘caso Montero’»

P.- ¿Qué le parece el no caso de Isabel Díaz Ayuso?

R.- Es curioso que, en lo peor de la trama de Sánchez, busquen a la pareja de un político y pidan la dimisión de ese político. Quieren empatar pero la verdad al final le acaba ganando a la mentira. Es curioso el sentido del feminismo que tiene este Gobierno, que hace responsable a una mujer de lo que hace su pareja, incluso antes de ser su pareja.

P.- Eso pasaba en el franquismo y antes de Franco…

R.- Sí, y lo que pasaba en el franquismo ya lo superamos hace 40 años. El problema es que esto pasa aquí y ahora. Que se le pida responsabilidad a una presidenta que lo primero que ha hecho es dar la cara, acreditar que no tiene ningún contrato con la Comunidad de Madrid y comparecer en la Asamblea…

P.- ¿Esto es machista entonces?

R.- Absolutamente machista. ¿Cómo se le puede pedir a una presidenta que responda de lo que hace su novio, que estaba en conversaciones con la Agencia Tributaria para regularizar la situación? Esto no es un problema político, ni del Partido Popular ni de Ayuso. Esto es problema de un ciudadano que parece ser que es pareja de Ayuso y que tiene cuestiones pendientes con la Agencia Tributaria. Pues que las arregle. Pero, ¿qué tiene que ver Ayuso con esto? Otra cosa es que hubiese contratado con él a sabiendas de que no estaba al día de sus obligaciones tributarias. Pero, insisto, no incurre en ningún supuesto de incompatibilidad ni tiene ninguna responsabilidad directa ni indirecta. Creo que el caso Ayuso se puede convertir en el caso Montero, porque la ministra de Hacienda avanzó a las cinco de la tarde una información que no se publicó hasta las nueve de la noche. Está dando información fiscal de un ciudadano, y la ley es contundente.

P.- Eso es un delito.

R.- Por eso digo que el caso Ayuso se puede convertir en el caso Montero.

P.- ¿Lo que está haciendo el Gobierno con Ayuso es terrorismo fiscal?

R.- No sé si la palabra es terrorismo. Lo que sí le digo es que Montero tiene que dar explicaciones por esa información. La Asociación de Inspectores de Hacienda ya ha dicho que es una falta gravísima y no hemos recibido ninguna explicación. ¿Quién ha filtrado? ¿La Fiscalía? ¿La Agencia Tributaria?

P.- La Fiscalía, la Agencia Tributaria y el Ministerio de Hacienda. Vamos, eso es un hecho incontrovertible.

R.- Me preguntaba retóricamente quién de la Fiscalía y quién de la Agencia Tributaria. Es evidente que los dos organismos han pasado información.

P.- ¿Cree que son órdenes de Pedro Sánchez por el tema Koldo y el tema Begoña?

R.- Sánchez quiere empatar con una trama que reside en el corazón de su partido y de su Gobierno, hacer una cortina de humo y hacer creer a la gente que todos los políticos son iguales y se llevan mordidas en las contrataciones.

P.- ¿La mano que mece la cuna del no caso Ayuso es Pedro Sánchez?

R.- Yo no sé si es Sánchez, si es el secretario de Organización del PSOE, el aparato de comunicación de Moncloa o todo a la vez. Lo que tengo claro es que Sánchez lo sabe, lo consiente y acepta que se monte este paripé contra Ayuso. Sánchez es consentidor y prueba de ello es que me pide su dimisión. Por tanto, está otra vez en el centro de esta trama mediática contra Ayuso.

«Hace bastante tiempo que no hablo con Abascal»

P.- ¿Hace cuánto que no habla con Santiago Abascal?

R.- Poco, porque le he saludado esta semana en el pasillo durante la sesión de control en el Congreso. Nos hemos saludado cordialmente, como hacemos siempre.

P.- ¿Pero en privado?

R.- Pues hace bastante tiempo, sí, es verdad.

P.- ¿Cómo están funcionando los pactos de gobierno con Vox en comunidades autónomas, ayuntamientos y diputaciones?

R.- Con carácter general, no tengo ninguna queja. Hay estabilidad, los gobiernos están funcionando y estamos cumpliendo nuestro programa electoral.

P.- ¿Sigue con la idea de no meter a Vox en el Gobierno si les necesita para ser presidente?

R.- Sí, sigo con esa idea. Creo que, en este momento, España necesita un proyecto reformista y europeísta y Vox, al menos lo que está haciendo en el Congreso de los Diputados, no se puede considerar una acción reformista y europeísta. España necesita cambiar el Gobierno por encima de todo, es una urgencia nacional, y para eso necesita un partido transversal, que recoja muchos votantes del PSOE -que no del Partido sanchista- y del espectro de centro y centroderecha. Lamentablemente, no he visto interés en Vox por confluir en esas políticas. Desde la cordialidad y el respeto al líder de Vox, no tiene mucho sentido que un 40% de las intervenciones de los diputados de Vox sean para criticar al Partido Popular y a Feijóo. A mí no me preocupa que me critiquen, me preocupa que no se den cuenta de que Vox, en mi opinión, no está para criticar al PP sino para hacer oposición a Sánchez. Yo no critico a Vox, no forma parte de mi discurso político. Mi discurso político es que Sánchez deje de manipular y utilizar España por su obsesión por el poder. Mi relación con Santiago Abascal es de absoluto respeto, diría de cordialidad y simpatía, pero no coincido con su proyecto político.

P.- ¿Ve con envidia lo que está pasando en Portugal?

R.- Si se trasladase aquí, Sánchez ya hubiera dimitido, porque Costa dimite porque algunos miembros de su gobierno son investigados. Ya me gustaría a mí que el nivel ético y de responsabilidad del Partido Socialista portugués fuese el del Partido sanchista. Pero es exactamente lo contrario. Estamos intentando construir un proyecto europeo, pero hay partidos antieuropeístas, partidos que no creen en la transferencia de una parte de la soberanía de los Estados miembros al Gobierno europeo. Es muy difícil.  Veremos qué es lo que ocurre en las elecciones y si el Partido Popular español puede ser la segunda delegación más importante del Partido Popular Europeo tras los alemanes. Eso sería bueno, en mi opinión, para España y para el Partido Popular.

P.- ¿Cuca Gamarra será la candidata del PP a las europeas?

R.- Ni he pensado la respuesta a esa pregunta. En este momento le diría que no y creo que dentro de 15 días le diría lo mismo. Estoy contento con lo que está haciendo la secretaria general del partido y ni hemos hablado de ese supuesto ni se me había ocurrido, le soy sincero. Tenemos mucha gente para la lista, hay muchas solicitudes, pero tenemos muchos más candidatos para el Parlamento Europeo que aquellos que cumplen los requisitos para ser secretario o secretaria general del partido.