Emisarios de Mohamed VI visitaron Madrid la víspera del 12-O para negociar sobre las aguas canarias
Marruecos trata de acelerar las negociaciones con España para definir, cuanto antes, los límites de soberanía de las aguas de Canarias. Las ambiciones de Mohamed VI por llevarse un trozo de esas aguas se solapan con la intención de España de ampliar de 200 a 350 millas náuticas su zona de influencia marítima en las Islas. De fondo hay una carrera para hacerse con el control de los estratégicos yacimientos minerales, ricos en telurio y cobalto, que hay en ese suelo submarino. Rabat envió el pasado 11 de octubre una delegación a Madrid para reunirse con el Gobierno de Pedro Sánchez y tratar este asunto.
Lo que se dijo en esa discreta reunión entre España y Marruecos, celebrada en Madrid la víspera del 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional, es secreto. Sin embargo, sí ha trascendido a través de fuentes diplomáticas consultadas por OKDIARIO que Marruecos ha impreso una marcha más a la negociación. Según explican, la intención de Rabat pasa por solucionar «cuanto antes» el litigio que hay sobre las aguas de Canarias. Y la voluntad de Mohamed VI es llegar a un principio de acuerdo antes de que finalice esta legislatura.
En parte, explican estas voces, las prisas vienen dadas por la «predisposición» con la Moncloa afronta esta crucial negociación. Una ventaja para las posiciones marroquíes que podría perderse en caso de un vuelco electoral en las elecciones generales del próximo 2023. Marruecos quiere que todo quede atado y bien atado antes de que los cerca de 35 millones de españoles con derecho a voto vayan a las urnas.
De todos los Grupos de Trabajo monográficos creados por España y Marruecos tras hacer las paces la pasada primavera, el que más rápido avanza es el de las aguas de Canarias, explican fuentes diplomáticas. Esos grupos se crearon justo después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconociese en una carta personal -de la que ni informó a su Consejo de Ministros- que España apoyaría ante la ONU el plan de Marruecos para el Sáhara. Una cesión histórica que ni siquiera anunció Moncloa, sino Mohamed VI.
En caso de que ambos países no lleguen a un acuerdo sobre las aguas de Canarias, Mohamed VI se guarda una baza: la presencia de un ‘conseguidor’ de Rabat en el comité científico de la ONU que deberá dirimir el litigio entre España y Marruecos. Un hombre sin calificaciones científicas que actúa de lobbista para el régimen alauí en el seno de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Aguas canarias
La negociación sobre las aguas territoriales de Canarias es una de las más delicadas y estratégicas que tiene en estos momentos en marcha la diplomacia española. Y la posición de fuerza de España ha quedado debilitada tras la cesión histórica sobre el Sáhara, que culmina las aspiraciones marroquíes sobre ese territorio y le permite ampliar su demanda a las aguas territoriales de esa costa.
Canarias controla un rango de 200 millas náuticas (unos 370 kilómetros) de aguas circundantes. La parte externa de ellas es lo que se llama Zona Económica Exclusiva (ZEE). España solicitó en 2015 a la ONU la ampliación de esas 200 millas hasta las 350, alegando que la morfología del fondo marítimo indicaba que eran una prolongación de la plataforma canaria. Pero Marruecos, de apuntalar su dominio sobre el Sáhara, también podrá reclamar parte de la zona que España reclama.
Yacimientos
El asunto de fondo es la presencia de valiosos materiales en el suelo submarino de ese área. En la zona en disputa se encuentra el monte submarino Tropic, una gran mole geológica situada a 4.000 metros de profundidad que está considerada como una de las mayores reservas de telurio. Uno de esos conocidos como materiales raros que puede utilizarse como semiconductor -los mismos que faltan ahora en la industria-. Según la revista Science, se calcula que en el Tropic hay suficiente telurio como para producir 277 millones de coches eléctricos. Y millones de paneles solares. Un filón para el futuro.
Marruecos, de forma unilateral, ha ampliado sus lindes marítimos para alcanzar la zona del Tropic, frente a las costas saharauis. La declaración de soberanía sobre el Sáhara por parte de Rabat, que apoyó explícitamente Pedro Sánchez, otorga una ventaja estrategia a Marruecos en este asunto.