España

El contrincante de Rivera: «La organización de Ciudadanos es un auténtico desastre»

El único postulante alternativo a Albert Rivera para presidir la Ejecutiva de Ciudadanos, Juan Carlos Bermejo, le ha trasmitido a OKDIARIO que se presenta como candidato a liderar la formación naranja para recuperar el fin inicial del partido y convencer a los votantes que «se quedan en casa».

Bermejo es militante de Ciudadanos Las Rozas, y según lo que ha explicado a este diario, él vivió en primera persona las diferencias internas de la formación y ha criticado que «la organización de Ciudadanos es un auténtico desastre».

El candidato a liderar el partido a nivel nacional ha puesto como ejemplo que en las pasadas elecciones municipales, Ciudadanos Las Rozas sufrió una fuerte discrepancia interna porque se «defenestró» a parte de los nombres que iban en las listas electorales, entre los que se encontraba él.

Las diferencias entre los miembros de Ciudadanos Las Rozas acabó con tres dimisiones de los seis concejales del partido municipal que estaban en contra de la dirección del partido, ha explicado Bermejo.

Bermejo ha querido aclarar que a pesar de que tuvo diferencias con la organización no se ha presentado como alternativa a Rivera «como venganza». Lo que sí ha recalcado es que «hay mucha gente del partido de toda España que ha vivido esto» y le han «llamado para mostrar su apoyo», por lo que ha reconocido que se quedó «muy sorprendido».

En este sentido, el postulante ha añadido que los votantes están hartos de que el único discurso que repite Ciudadanos es que «cada día sale el sol gracias a ellos», y han perdido el sentido de lo que era el origen del partido en cuanto decidieron apoyar los gobiernos del PP y del PSOE en diferentes autonomías.

El contrincante de Rivera ha explicado que desde hace tiempo el partido se ha convertido «en un instrumento del Estado, forma para de él y cobra del Estado», por eso se ha decidido a dar el paso y presentarse para que el partido vuelva a sus orígenes y consiga el voto de los «once millones de indecisos que no han acudido a votar».