Guerra Civil

El comunista Carrillo protagonizó la mayor matanza de la Guerra Civil: 6.000 fusilados en Paracuellos

Paracuellos Bolaños
La matanza de Paracuellos del Jarama.
Gonzaga Durán

Correos ha anunciado que lanzará un sello del Partido Comunista de España (PCE) con motivo de su centenario. Estos días también se está conmemorando una de las mayores matanzas que se produjeron durante la Guerra Civil, la de Paracuellos del Jarama (Madrid). A principios de noviembre de 1936, el bando republicano llevó a cabo fusilamientos masivos a prisioneros del bando nacional o sublevado o sospechosos de simpatizar con este bando. Se estima que el número de muertos fue alrededor de 6.000. En estos fusilamientos participaron milicias del Partido Comunista de España. El máximo responsable político de esta matanza fue el entonces Consejero de Interior de la Comunidad de Madrid, Santiago Carillo.

A primera hora del 7 de noviembre de 1936 llegaron tres autobuses de dos pisos y varios camiones a este municipio madrileño. Estos vehículos estaban repletos de presos políticos derechistas y de milicianos del bando nacional, que fueron sacados de las cárceles de Madrid. El Gobierno republicano decidió trasladarse a Valencia ante el avance y la inminente entrada de las tropas franquistas. Por ello, se decidió evacuar a los presos por la preocupación de que pudieran ser liberados y así ingresar en las filas del bando nacional.

Los presos fueron trasladados en los vehículos antes citados, pero nunca llevaron a su destino final dado que fueron fusilados en masa en Paracuellos. Oficialmente se dijo que estos presos serían enviados a Valencia. Las víctimas de esta matanza fueron prisioneros del bando nacional, políticos que no simpatizaban con la República o sospechosos de apoyar al bando contrario.

Los ejecutores de este gran masacre fueron, principalmente, piquetes desplegados por las milicias del Partido Socialista, el Partido Comunista de España y el sindicato de la UGT. Santiago Carrillo, el Consejero de Interior de la Comunidad de Madrid, fue, según varios informes, el mayor responsable político de la operación que se llevó a cabo. Los fusilamientos se fueron sucediendo un día tras otro hasta que finalizaron el 4 de diciembre de 1936.

«Represión republicana»

La matanza de Paracuellos es descrita por el Gobierno de Pedro Sánchez como «el máximo exponente de la represión republicana». Así consta en el archivo de fosas que maneja el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, dirigido por el socialista Félix Bolaños.

«Las matanzas se realizaron con motivo de los traslados de presos, conocidos como ‘sacas’, desde diversas cárceles de Madrid entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936. Las expediciones partieron de la cárcel Modelo, de la de Porlier, de la de San Antón y de la de Ventas. Según los estudios realizados, entre esas fechas, se llevaron a cabo 33 traslados de presos de las cuales 23 terminaron con asesinatos. Las víctimas fueron depositadas en siete fosas excavadas en Paracuellos de Jarama; la última de ellas fue excavada después de la Guerra en 1940 para acoger los féretros de las 414 víctimas exhumadas de Soto de Aldovea en Torrejón, así como otras víctimas asesinadas en fechas diferentes procedentes de lugares como Boadilla del Monte y Aravaca», destaca este archivo.

Además, indica que para entonces y «ante el avance de las tropas franquistas y su inminente entrada en Madrid», el Gobierno republicano había abandonado la capital y se había trasladado a Valencia, «encargando la defensa de la ciudad a la Junta de Defensa presidida por el general Miaja». Fue esta Junta de Defensa la que estuvo al mando de los presos.

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