España

Ciudadanos se reafirmará como partido «de centro» tras sus devaneos con el PSOE y ahora con el PP

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Tras sus devaneos con el PSOE –el conocido como ‘pacto de El Abrazo’, que no evitó la legislatura fallida– y ahora con el PP, Ciudadanos quiere reafirmar su vocación como partido “de centro”.

La secretaría de Organización trabaja ya en una actualización de sus Estatutos, que presentarán en una Asamblea General, prevista para final de año. La fecha de esta cita, en la que se renovará la Ejecutiva y se fijará la hoja de ruta inmediata, ha ido aplazándose sucesivamente en espera de que se concrete la formación de gobierno.

La Asamblea servirá para concretar el marco ideológico del partido. “No habrá redefinición”, aclaran desde la dirección, pero sí una mayor afinación para adaptarla a la nueva situación política del partido. En este tiempo –la última Asamblea se celebró en 2011–, Ciudadanos ha pasado de ser una formación limitada a Cataluña a tener implantación nacional.

De acuerdo al ideario original, Ciudadanos “se nutre del liberalismo progresista y del socialismo democrático”. Ambas etiquetas se mantendrán, pero se irá más allá: el partido quiere destacar su “vocación de centro” y su carácter netamente “europeísta”.

La Asamblea general está formada por el conjunto de los afiliados y se considera el órgano supremo de gobierno del partido. Entre sus funciones está aprobar o censurar la gestión del Comité Ejecutivo, examinar y aprobar el estado de cuentas, elegir a los miembros del Comité Ejecutivo o aprobar documentos programáticos e ideológicos “que contribuyan a definir la oferta electoral, y cualquier otra resolución relativa a la línea ideológica y política del Partido”.

La estratégica ambigüedad

Los de Rivera han insistido en este tiempo en su rechazo a las etiquetas, lo que le ha valido no pocas críticas por su supuesta ambigüedad calculada. Esa aparente falta de definición ha sido aprovechada tanto por PP como por PSOE para escorar al partido a uno u otro lado, en especial en tiempos de campaña.

«La fórmula Rivera es igual que la fórmula Rajoy» o «tendrás 20 años menos, pero eres del PP», fueron algunos de los calificativos que el líder socialista profrió al líder de Ciudadanos, sólo unos meses antes de suscribir con ellos el conocido como ‘pacto de El Abrazo’.

Aquel episodio de buena sintonía Rivera-Sánchez fue aprovechado a su vez por los populares para reivindicarse como la única derecha, asimilando a la formación naranja con el PSOE. De hecho, Rajoy transmitió personalmente a su equipo la orden de exprimir la cercanía entre ambos líderes para hacer presidente a Pedro Sánchez. El dirigente del PP abundó en la “foto” de varios meses de negociaciones con “PSOE, Ciudadanos y Podemos en una reunión a 18 intentando llegar a un acuerdo de Gobierno”.

La condición de partido ‘bisagra’ que ha confirmado Ciudadanos en este tiempo –“desatascador”, como asume el mismo Rivera– descoloca la estrategia de sus rivales: tanto PP como PSOE se han visto obligados a la jugada ‘cal-arena’ para evitar que los ataques de campaña no comprometiesen valerse de ellos como comodín para negociar después la investidura.