España
Crisis diplomática con Marruecos

Ceuta: 2.000 inmigrantes ilegales sin control y 1.200 menas un mes después del asalto a la frontera

Desde el pasado 17 de mayo sólo 11 menores han sido reubicados en Baleares

En los próximos días se prevé la salida de otros 18 menores no acompañados a Andalucía y La Rioja

  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Ha pasado exactamente un mes desde que se produjo el asalto masivo de ciudadanos marroquíes y, en menor número, de subsaharianos, y los efectos de aquellas jornadas no sólo permanecen en la ciudad autónoma, sino que parece que llevan ritmo de enquistarse. El Gobierno reconoció la entrada ilegal de unas 10.000 personas y la expulsión en caliente de entre 5.000 y 6.000. Si estos datos son fiables, ¿dónde está el resto de los inmigrantes ilegales que entraron ilegalmente en Ceuta y que no fueron devueltos al lado marroquí? Pues exactamente en el mismo sitio, en Ceuta, en sus calles o en centros de acogida improvisados y de condiciones humanitarias más que dudosas.

Y no lo dice este diario, sino los voluntarios de las organizaciones que los atienden y los propios vecinos de la ciudad que asisten a una realidad visible durante el último mes. Los parques, los pasos subterráneos, incluso los desagües al mar y algunas zonas del puerto han ido siendo ocupados por personas que habían entrado de manera ilegal en España y que no estaban siendo asistidas, ya que por su localización e identificación habría sido inmediatamente expulsado.

A día de hoy, y según fuentes de la ciudad de Ceuta, las cifras indican que poco o nada se ha hecho para aliviar la situación de la ciudad autónoma. Atendiendo a las cifras oficiales en las calles de Ceuta se calcula que viven ahora mismo 2.000 inmigrantes ilegales mayores de edad provenientes de Marruecos. Esta cifra de personas sin hogar ni asistencia en las calles de una ciudad de unos 20 kilómetros cuadrados es imposible que pase desapercibida. Son los propios ciudadanos y la Policía de la ciudad la que ha percibido un aumento de la alteración del orden de la ciudad, ya sea a través de la mendicidad a las puertas de establecimientos comerciales o por los altercados que los propios inmigrantes ilegales han mantenido entre ellos en estas últimas semanas.

Parte de estas personas son las que desde que llegaron a Ceuta han intentado salir de la ciudad sí o sí y lo han hecho escondidos en camiones que embarcaban en ferris con destino a la Península o incluso valiéndose de documentación de otras personas, pero que se sepa la inmensa mayoría de esos intentos han sido frustrados por las fuerzas policiales españolas. Pero si un ejemplo refleja lo que esas personas piensan de regresar a Marruecos esa es sin duda la oleada de inmigrantes que han intentado solicitar asilo en Ceuta: la mera posibilidad de ser devueltos por denegar la petición ha hecho que sean cientos los que después de acercarse a las oficinas policiales han desistido de seguir esa vía.

Pero si hay un problema grave y preocupante en Ceuta es la situación de los menores no acompañados que entraron en un número como nunca antes se había visto en las llegadas masivas de inmigrantes ilegales a nuestro país.

Si algo ha caracterizado este último asalto masivo a Ceuta ha sido sin duda el ingente e indiscriminado uso de menores de edad por parte de Marruecos. Nunca antes se había visto llegar a menores de tan corta edad ni en tal número. Cientos de familias marroquíes han podido confirmar desde su país que sus hijos se encontraban en España tras una llegada aparentemente festiva a nuestro país, pero cuya realidad está siendo mucho más complicada una vez en Ceuta.

Lenta reubicación de menores

Para empezar la cifra de menas en Ceuta es ahora mismo de 1.200 en una ciudad que está preparada para soportar la presión que supone atender a unos 200. De hecho esa fue la causa de que se pidiera ayuda a otras comunidades autónomas para atender a estos menores y los datos que hay un mes después son vergonzantes. De Ceuta han salido hacia otras comunidades autónomas un total de 11 menores no acompañados. Estos ya se encuentran en Baleares y se espera que próximamente abandonen la ciudad autónoma otros 18 con destino a Andalucía y La Rioja.

Lo más increíble es que estos menores eran menas ya atendidos en Ceuta antes del asalto masivo a la valla. Los 1.200 que llegaron siguen repartidos en centros improvisados de urgencia que en muchos casos ni siquiera reúnen las características básicas de atención a estas personas, lo que está provocando, según los voluntarios que los atienden, un goteo de huidas de estos lugares que lleva a esos menores a malvivir en la calle. El ambiente de convivencia en esas naves se está complicando porque bajo el mismo techo conviven niños de corta edad que apenas pasan de los 12 años con otros que si bien dicen ser menas, pueden ser fácilmente veinteañeros.

Se sabe los menores que hay en las naves industriales cercanas a la playa de El Tarajal y en los demás centros de internamiento de la ciudad, pero de lo que nadie tiene ni un solo dato es de cuántos menores de edad no acompañados se esconden en las calles de Ceuta.

30 días después del asalto a la valla de Ceuta, Rabat mantiene en Marruecos a su embajadora, lo que puede ser síntoma de que esta crisis no ha terminado. Si es así y Ceuta vuelve a ser la víctima colateral del problema entre ambos Estados, la ciudad se verá sometida a una presión insoportable.