Los presos golpistas “colapsan” el departamento de visitas de Lledoners reforzado con 10 interinos

Lledoners
La entrada del centro penitenciario de Lledoners

Los presos golpistas catalanes encarcelados en la prisión barcelonesa de Lledoners han «colapsado» el departamento de Comunicaciones del centro penitenciario donde se reciben las visitas y que fue reforzado con 10 empleados interinos con motivo de su llegada.

Los 7 políticos independentistas en prisión preventiva por delito de rebelión fueron trasladados a la prisión de Lledoners el pasado mes de julio. Se trata del exvicepresidente catalán, Oriol Junqueras; los exconsellers Raül Romeva, Jordi Turull, Joaquim Forn y Josep Rull; el presidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart; y el expresidente de ANC, Jordi Sánchez.

Según las fuentes consultadas por OKDIARIO, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias de Cataluña que encabeza Amand Calderó «reforzaba» con una decena de interinos el departamento de Comunicaciones tras la llegada de los políticos catalanes a la prisión. No obstante, dichos empleados «apenas tienen experiencia».

Cada vez que un preso recibe visita, se activa un protocolo de seguridad para trasladar al reo a la sala donde tiene lugar el encuentro. Sin embargo, pese al refuerzo de personal que ha recibido la prisión barcelonesa, el departamento de Comunicaciones de Lledoners «está colapsado» y los funcionarios de prisiones no dan abasto para gestionar las innumerables visitas de Junqueras, Romeva, Rull, Turull, Forn, Cuixart y Sànchez.

Precisamente, la semana pasada, el líder del PP catalán, Xavier García Albiol, denunciaba que los “presos independentistas están recibiendo un trato de favor en prisión, recibiendo más visitas que el restos de los reos». Unos encuentros que son camuflados como «visitas de autoridades». 

Un «vacío legal o coladero» en el reglamento penitenciario que aprovechan para recibir más visitas que ningún otro recluso. Según Albiol, los políticos catalanes presos reciben “3 o 4” al día, en lugar de “las 2 o 3 al mes” de las que disponen los demás reclusos.

Las mismas fuentes consultadas por este diario destacan que si bien la estrategia de los presos golpistas «no supone una ilegalidad», sí provoca «un agravio comparativo grave con el resto», ya que están «retorciendo el reglamento». Incluso hasta los propios 7 presos golpistas se estarían «saturando» de dichas visitas, renunciando a algunas.

En las últimas semanas, han sido visitados por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra; el lehendakari, Iñigo Urkullu; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; o varios líderes sindicales de la Comunidad Autónoma y de otros partidos políticos como la CUP.

Quim Torra

La vida en prisión de los 7

Mientras tanto, los 7 políticos independentistas se adaptan a su vida carcelaria en Lledoners. El exvicepresidente catalán, Oriol Junqueras, imparte clases de Historia y ayuda a los presos a redactar las instancias, que son los escritos donde se presentan solicitudes al centro penitenciario. Una semana después de su llegada, incluso se ofreció voluntario para limpiar los cristales del módulo y también reparte la comida cuando hace falta.

Junqueras «empatiza mucho con la gente, habla muy bien y les convence con su labia, tiene un trato excelente» aseguran. También se mantiene activo en cuanto a su participación en talleres del centro y se ha apuntado a clases de teatro. Tras su traslado desde la prisión madrileña de Estremera, el dirigente de ERC ha fraguado amistad con un reo de origen subsahariano muy conflictivo para el que Junqueras «se ha convertido en su Dios».

En el módulo 2 de Lledoners, los 7 políticos catalanes duermen en celdas individuales y comparten espacio con reos que no han cometido delitos de sangre, es decir, de violencia. Hay condenados por estafas, incidentes de tráfico o robos.

Hasta el momento, «ninguno de los políticos catalanes ha dado ningún problema». Su integración está siendo «satisfactoria y llevan una vida normal». No obstante, Junqueras, Cuixart y Romeva o Rull son los que «mejor lo llevan», frente a Forn y Turul, que son los que peor lo están pasando. «Sánchez es muy reivindicativo» afirman. Durante la comida y la cena se sientan habitualmente «mezclados en el comedor con otros presos en diferentes mesas, como mucho están juntos dos a la vez».

Como ya sucediera en la prisión madrileña de Soto del Real, Jordi Cuixart «se adapta a todo y está completamente integrado». Durante su reclusión Lledoners, el presidente de Ómnium se ha apuntado a clases de cerámica.

Lledoners
Traslado de los golpistas presos a cárceles catalanas. (Foto: EFE)

Desde la mañana a la noche…

Oriol Junqueras,Raül Romeva, Jordi Turull, Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez se levantan a las 7:45 de la mañana en el módulo 2 de Lledoners junto a otros 90 presos, a esa hora se realiza el primer recuento. A las 8:00 bajan al patio y a las 8:30 los que no tienen cargo que desempeñar en el módulo se van a desayunar.

Después realizan actividades de 9:00 a 11:00 o de 11:00 a 13:00 horas. A las 13:15 comen, a las 14:00 suben a la celda y a las 14:30 se hace el segundo recuento. El preso que no tiene actividades no baja al patio hasta las 16:30 horas, mientras el resto realizan dichas actividades de 15:00 a 17:00 o de 17:00 a 19:00 horas.

La cena es a las 20:00 y a las 20:45 vuelven a la celda donde se efectúa el tercer recuento a las 21:30. Finalmente, se acuestan hasta el día siguiente. Lledoners es considerada una prisión «moderna y amable» y fue inaugurada hace 10 años. En la actualidad, acoge algo menos de 700 presos, aunque tiene capacidad para un total de 929 reclusos.

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