Puigdemont escapó a Berlín sin avisar ni a sus propios compañeros de partido

Imprevisible, sorpresivo y siempre con un plan de fuga a punto. Así es Carles Puigdemont, que justo salir de la cárcel de Neumünster (Alemania), se ha montado en el Renault en el que fue detenido doce días atrás para dirigirse junto a Josep Maria Matamala hacia Berlín. Su equipo, que minutos después de su marcha aún continuaba en los exteriores de la prisión, le había preparado una gran rueda de prensa a las seis de la tarde, con los principales medios de comunicación del mundo pendientes y sus compañeros de partido a escasos 150 metros de la prisión, pero haciendo uso de su libertad de movimiento por Alemania, Puigdemont ha decidido desplazarse a la capital por «cuestiones legales», argumentaba, y ofrecer este sábado en la capital esa rueda de prensa. Ni a los suyos ha avisado.

Y es que más allá de su equipo más cercano, que se encontraba fuera de la prisión en el momento de su salida, hasta Alemania también se han desplazado este mediodía una quincena de diputados de Junts per Catalunya y altos cargos del PDeCAT, para recibirle y reunirse con él. A su aterrizaje poco después de las dos y media en Hamburgo, han conocido que Puigdemont ya estaba camino de Berlín, donde ha llegado sobre las cinco y media. Como los periodistas, sus compañeros también han tenido que modificar su ruta, cancelar sus hoteles y emprender 400 kilómetros hasta el centro de las decisiones alemanas, Berlín.

Según ha podido saber OKDIARIO, desde las ocho de la tarde, tras mantener un encuentro con su equipo jurídico, Puigdemont está reunido con los diputados de JXCat que se han desplazado y con el número dos del PDeCAT, David Bonvahí. La estrategia política y jurídica a seguir a partir de ahora, en el centro de la mesa de la reunión.