La candidata del PSOE a La Rioja no quería firmar el nuevo Estatuto en San Millán: “Al fin y al cabo es un convento”

Concha Andreu
La candidata del PSOE a La Rioja Concha Andreu.
Carlos Cuesta

La candidata del PSOE a la Presidencia de La Rioja, Concha Andreu, no quiso firmar el nuevo Estatuto de Autonomía de esta comunidad en San Millán de la Cogolla “porque es un convento al fin y al cabo”. Y ha sido cazada explicando que se firmó en esta ubicación histórica -enclave estrella por excelencia de La Rioja, cuna de la lengua y patrimonio de la humanidad- muy a su pesar, tal y como muestra la grabación que hoy reproduce OKDIARIO.

En ese audio, Concha Andreu contesta a la siguiente pregunta: “¿Va a ser en San Millán el Pleno al final?”. Y la aspirante a la Presidencia de La Rioja responde: “Sí, no queríamos que fuera porque es un convento al fin y al cabo pues oye. Pero quiere el resto [de grupos parlamentarios]”.

Lo cierto es que San Millán es literalmente la joya de La Rioja, su enclave fundacional y cuna de la lengua. Pero para la candidata del PSOE es simplemente un “convento”. Se negaba a firmar el nuevo Estatuto de Autonomía en San Millán de la Cogolla.

Desde 1997 los monasterios de San Millán, Suso y Yuso, forman parte del Patrimonio de la Humanidad en Europa. Este reconocimiento plasmaba, así, el valor indudable universal de un enclave cultural donde se ubica el primer texto en lengua española.

A sólo 42 kilómetros de Logroño, San Millán de la Cogolla, en medio de un impresionante paraje, alberga los monasterios de Yuso y Suso, entre cuyos muros se gestó el primer ejemplo escrito de la lengua romance que hoy conocemos como castellano, las Glosas Emilianenses. Además, en este marco también escribió sus versos el primer poeta conocido de la literatura hispana, Gonzalo de Berceo.

En la Edad Media, los monasterios se convirtieron en centros de difusión cultural. En sus escritorios se copiaban e ilustraban libros religiosos y profanos. Y fue en el siglo XI, en el monasterio de Suso, cuando los copistas, al encontrar dificultades en la comprensión de los textos en latín, empezaron a escribir al lado frases aclaratorias en la lengua popular usada por el pueblo llano, el romance. Las primeras anotaciones de este tipo son las Glosas Emilianenses. O, resumido según la candidata socialista, “un convento al fin y al cabo”.

La Comunidad de La Rioja eligió precisamente este lugar para firmar su nuevo Estatuto de Autonomía -que reforma el original, de 1982- por esa razón. La sala escogida para la firma fue el Salón de la Hispanidad de San Millán de la Cogolla: allí se celebró el Pleno, abandonando su tradicional lugar de debate en la sede del Parlamento de La Rioja.

Hay que recordar que no es la primera vez que los líderes del socialismo riojano hacen cosas un tanto extrañas con respecto a su Estatuto de autonomía y la lengua. Otra de ellas, que levantó una fuerte polémica, fue el intento de introducción del euskera en este estatuto en noviembre del pasado año.

El secretario general del PSOE en la región, Francisco Ocón, defendió posteriormente la lengua española y aseguró que en La Rioja “no se habla euskera, ni se va a hablar”. Pero esa defensa de la lengua castellana chocaba con la postura del grupo socialista en el Parlamento autonómico, que en el Pleno celebrado en las Cortes riojanas el 8 de noviembre de 2018 votaron en contra de respaldar el español y, previamente, entre sus enmiendas defendieron que “La Rioja considera la lengua española y el euskera como un elemento esencial de su acervo histórico y cultural, constituyéndose así como lugar de encuentro de todas las lenguas españolas”.

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