España
Crisis del coronavirus

Las auxiliares de ayuda a domicilio también indefensas: «Cuidamos a ancianos infectados sin mascarillas»

Las auxiliares de ayuda a domicilio reclaman medidas de protección para no contagiarse por el coronavirus

El Gobierno se inventa un nuevo requisito para los importadores de mascarillas en pleno desabastecimiento

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Otro de los colectivos damnificados en la crisis del coronavirus: las auxiliares (en su mayoría mujeres) de ayuda a domicilio. Cuidan de las personas mayores, se trasladan hasta sus hogares para asearles, hacer la compra, limpiar, cocinar… y lo están haciendo sin medios de protección frente al COVID-19. Viven momento complicados y así lo cuentan a OKDIARIO.

Temen a ser las siguientes. Ya han visto cómo algunas de sus compañeras se han contagiados por el temido SARS-CoV-2 en su lugar de trabajo. El problema, explican, es que no les dan»guantes, ni mascarillas, ni batas desechables para trabajar en el cuidado de un grupo de alto riesgo». Estas trabajadoras, que han preferido guardar su identidad por miedo a represalias, explican a OKDIARIO que realizan «las mismas labores que los trabajadores de una residencia de ancianos», y sin embargo, de ellas «nadie se acuerda». En su equipo son todas mujeres.

Aseguran que en algunas ocasiones han estado en contacto con ‘usuarios’ –así se llama a los ancianos que se benefician del programa de ayuda a domicilio con cargo a los servicios sociales públicos– que han dado positivo en coronavirus. Les han aseado y han realizado sus tareas sin mascarillas, porque no se las proporcionan. Los guantes que utilizan son los que ya usaban antes de la pandemia. «Y lo peor de todo es que, después de cuidar a esa persona, tenemos que ir al domicilio de otro anciano que quizás no estuviese contagiado y nosotras podemos infectarle», explican con temor.

«Es como la pescadilla que se muerde la cola. Al final nos vamos contagiando unos a otros y esto no tiene fin», expresa indignada una de las cuidadoras. Estos días sólo reclaman medios de protección para no infectarse ellas y no infectar a los mayores. Los más vulnerables y castigados en esta crisis sanitaria como se está comprobando a diario en las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales. Y en las morgues. Ni siquiera tienen batas desechables que puedan utilizar en cada domicilio. En su lugar, utilizan las de tela, que no son recomendables en este tipo de situaciones donde existe un alto riesgo de contagio. No les queda otro remedio.

Sin cuarentena

Denuncian, además, que a las trabajadoras que han estado en contacto con una persona mayor que ha dado positivo en coronavirus no se las pone en cuarentena. Al día siguiente, si no tienen síntomas, vuelven a trabajar según cuentan a OKDIARIO. «Somos pocas» exclama una de ellas. Y necesitan a cada una de ellas.

Explican que desconocen cómo se han contagiado algunos de los mayores a los que cuidan. Buena parte de ellos solían acudir a los Centros de Día hasta que suspendieron su actividad y los cerraron tras detectar varios brotes del virus en estos centros. «Quizás alguno se contagiase allí», manifiesta.

Su gran preocupación es «ser asintomáticas y contagiar a otros ancianos o a sus familiares». Sin enterarse. «Nosotros también tenemos familias y esto nos preocupa» sentencian pidiendo medidas urgentes. No son ‘personal esencial’ para Sanidad. No podrán acceder a un test de diagnóstico que les diga si su mera presencia pone en peligro al anciano al que están cuidando.