Aragonés cree un «ataque» y una «amenaza a la nación catalana» el caso de Canet

Pere Aragonés
El presidente de la Generalitat de Cataluña Pere Aragonés.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ha advertido ese lunes de que «cualquier ataque, riesgo y amenaza que pueda sufrir la lengua catalana es un ataque a esta sociedad y una amenaza a esta sociedad, a la nación catalana».

Lo ha dicho en el acto de entrega de las Creus de Sant Jordi a 20 personas y 10 entidades, entre las que se encuentran la futbolista Alèxia Putellas, el jugador de baloncesto Pau Gasol, el dibujante Francisco Ibáñez, el grupo Els Pets y la empresaria y promotora cultural Mariona Carulla, que ha presidido junto a la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, en el Teatre Municipal Cooperativa de Barberà del Vallès (Barcelona).

Aragonès ha defendido que en Cataluña el catalán «no es una lengua más, es la lengua de Cataluña» y, según él, se ha convertido en un ascensor social.

«Es la que nos aporta una manera propia de entender el mundo, define también un país expresado con sus palabras, con su léxico cómo entendemos la forma de vivir y de convivir en sociedad», ha añadido.

Así, el presidente ha afirmado que el Govern defenderá el catalán «como lengua de cohesión», y que su compromiso es garantizar la continuidad de la inmersión lingüística y trabajará para dotarse de más herramientas para proteger el catalán en el marco de la globalización y la digitalización.

El jefe del Ejecutivo catalán ha apuntado que los premiados con la Creu de Sant Jordi son referentes para la ciudadanía de Cataluña y para las nuevas generaciones: «Sois un ejemplo de ética, de humanidad y de compromiso».

«Habéis abierto camino y lo habéis hecho más fácil para que los que vienen detrás abran nuevos caminos de libertad y prosperidad compartida», y ha dicho que Cataluña es mejor gracias al legado que dejan.

«Acto de afirmación de país»

Garriga ha felicitado a todos los premiados, ha reivindicado el papel de la cultura y ha destacado que el Govern apuesta por «fomentar el pensamiento crítico, favorecer el acceso al conocimiento e impulsar la creatividad en todas sus fórmulas de expresión».

También ha sostenido que las Creus de Sant Jordi premian unos valores que, a su juicio, el Govern defiende, como la solidaridad, la equidad, el trabajo bien hecho, el respeto a la diversidad o la integración, que considera que representan todos los galardonados: «Celebramos un acto de afirmación de país, también de optimismo y confianza en nuestras posibilidades como sociedad».

La consellera ha reivindicado la paridad de género en los premiados, comparándolo con que en su primera edición solo hubo una mujer, la ilustradora Lola Anglada, a quien ha reconocido: «A ella y a todas las mujeres que han ido abriendo camino en la cultura catalana, nuestro reconocimiento más sincero».

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