Sánchez ordena prepararse para un adelanto electoral el superdomingo de mayo o incluso antes

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez en una reciente imagen.

La versión oficial ha asegurado desde hace meses que no se adelantarán las elecciones generales y se agotará la legislatura. Pero lo cierto es que el Gabinete de Pedro Sánchez se prepara ya para un muy probable adelanto electoral. Entre las fechas con más probabilidades se encuentra, como publicó OKDIARIO hace ya más de un mes, la del que empieza a denominarse ya en círculos políticos como el superdomingo: el 26 de mayo.

En esa fecha -último domingo de mayo- coincidirían, de este modo, no sólo las elecciones europeas, sino también los comicios municipales y los de la mayoría de Comunidades Autónomas. Se trataría, así, de una cita con una fuerte afluencia previsible de voto y con influencias cruzadas que pueden condicionar el resultado de las elecciones. Y es que el llamamiento a las generales -las votaciones donde pesa más la marca del partido- se cruzaría con unas europeas -de circunscripción única y en las que la gente suele votar con menos fidelidad de voto-, y, a su vez, con unas autonómicas y municipales, donde la cercanía personal de los candidatos suele ser más decisiva. Todo un cóctel que puede hacer cambiar el signo de alguno de los resultados previstos.

En el superdomingo coincidirían comicios municipales, autonómicos y generales: una cita con gran afluencia previsible

Pero en el gabinete de Moncloa ya no se descarta tampoco incluso un adelanto electoral previo. Un adelanto que llevase las elecciones a una fecha previa al mes de mayo.

Beneficiarse de la división de voto

El objetivo, como siempre, es estar el máximo tiempo posible en el poder. Pero si ese plan puede beneficiarse de la división de voto del centro derecha entre tres partidos -PP, C’s y Vox-, los socialistas no quieren desaprovechar la ocasión. Por eso todas las miradas y la toma definitiva de la decisión dependen en buena medida del resultado de voto que muestren las elecciones andaluzas de este próximo domingo.

Pero son más las variables que están llevando al equipo de Sánchez a ver con buenos ojos generalizados un adelanto electoral. Entre ellas se encuentra el elemento económico y el territorial. El plan inicial -e incluso el compromiso alcanzado con los aliados de moción de censura- era el de alargar la legislatura todo lo que se pudiera. Pero el debilitamiento económico ha hecho acto de presencia

La situación de enfriamiento económico internacional, unida al choque de la UE con Italia a causa de sus Presupuestos, más el encarecimiento de la energía, las medidas enloquecidas solicitadas por los podemitas en los Presupuestos españoles y la pérdida de credibilidad económica del Gobierno socialista ante Europa y los mercados, son, todos ellos, factores de peso para pensar que la espera puede ser peor solución para el PSOE que vérselas con las urnas de forma inmediata.

Pedro Sánchez ya no piensa en llegar hasta 2020, y ni siquiera cree ya que octubre de 2019 sea la mejor opción para convocar elecciones

La agitación separatista es otro de los fuertes condicionantes. Y, en contra de lo que asegura el Gobierno, no sólo está descontrolada en Cataluña sino que su extensión es ya evidente en otras comunidades como la vasca, balear, valenciana o navarra.

Y todo ello lleva a que los aliados del Gobierno hayan dejado de ser estables a ojos de Sánchez y hayan pasado a ser, más bien, un factor de desestabilización.

Por todo ello, Sánchez ya no piensa en llegar hasta 2020. De hecho, tampoco cree ya la mejor opción octubre de 2019. Ahora la fecha de las generales se observa ya como una cita cada vez más cercana.

Lo último en España

Últimas noticias