La gestora comienza a dar forma al nuevo proyecto político del PSOE de cara al Congreso Federal

Susana Díaz - PSOE
Javier Fernández, presidente de la gestora del PSOE, entre Asunción Godoy (Organización) y Mario Jiménez (portavoz). (EFE)

La gestora del PSOE se pone manos a la obra y comienza esta semana a configurar los equipos para las distintas áreas de trabajo con el objetivo de obtener un proyecto sólido de cara a la refundación del partido. Economía e Innovación, Educación y Cultura, Empleo, Energía y Competitividad, Seguridad, Política exterior, Bienestar Social, Inmigración, Medio Ambiente, son algunas de las áreas de trabajo, todavía sin nombrar oficialmente y que barajan crear con distintos expertos al frente en estas materias.

Las fuentes consultadas aseguran que hombres fuertes del partido ya se ofrecieron hace semanas para llevar a cabo estos trabajos, a veces ingratos ya que no tienen casi ninguna repercusión pública, pero que conforman el verdadero engranaje de propuestas importantes y será el proyecto renovado que defenderá el partido en los próximos meses. Para ello, Ferraz ya cuenta con algunos fontaneros atareados en esto de «coser», que tanto mencionan dirigentes socialistas dispuestos a pasar página de la ‘era Sánchez’. La principal cara es la de José Enrique Serrano.

Ex secretario general de Presidencia en los gobierno de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y hasta hace poco también ejerció de coordinador del equipo de sabios del ‘gobierno en la sombra’ de Pedro Sánchez. Serrano es conocedor de todos los entresijos de Ferraz desde hace años y muchos compañeros aseguran que es «perfecto» para realizar estos trabajos de «transición» entre ambos bandos socialistas ahora divididos.

Serrano también participó en el comité negociador del PSOE con Ciudadanos para formar Gobierno y se encargo de coordinar las diferentes áreas de trabajo. Desde la primera sesión de investidura de Mariano Rajoy, el socialista lleva trabajando en el Congreso de los Diputados para limar asperezas y ayudar a crear este nuevo proyecto.

Precisamente, fuentes cercanas a la dirección sostienen que lo que se pretende en incluir a socialistas expertos al frente de estas áreas sin hacer disquisición alguna de si son cercanos a Sánchez o a quien sea: «En eso no estamos, sino en contar con los más válidos para que entre todos definamos nuestras líneas políticas en todas las áreas», señalan. Explican que este trabajo les llevará unos meses y de ahí el aplazamiento del 39 Congreso Federal que podría celebrarse en mayo. Buscan llevar un proyecto sólido para debatir entre los distintos candidatos y no un simple debate de caras.

Primero, las iniciativas parlamentarias

El grupo Socialista en el Congreso presentará esta semana los compromisos adquiridos en el debate de investidura en forma de iniciativas parlamentarias que serán la base para las conversaciones futuras con otras fuerzas políticas.

En la elaboración de esta hoja de ruta también están participando muy activamente los miembros del equipo económico que está liderando el responsable de Economía y Empleo de la Comisión Gestora, el abogado y economías valenciano José Muñoz. A él se han incorporado, entre otros, el que fuera ministro de Trabajo con Zapatero, Valeriano Gómez, el eurodiputado Jonás Fernández, que trabajó en el despacho de Solchaga, Recio y Asociados o el murciano Pedro Saura, que ha sido portavoz otras legislaturas en la Comisión de Presupuestos.

Según las fuentes consultadas, el objetivo del PSOE es liderar una oposición firme y constructiva que sea capaz de recuperar la confianza de los ciudadanos y para ello van a trabajar en revisar las políticas que consideran «antisociales» o negativas para los ciudadanos que puso en marcha el Gobierno del PP en la pasada legislatura.

Para ello están fijando lo que constituirán las prioridades que marcarán la dirección de la oposición y que tienen como base la resolución del Comité Federal del pasado 23 de octubre, en la que el PSOE acordó abstenerse en segunda votación de la investidura de Mariano Rajoy. Entre ellas están el sostenimiento del sistema de pensiones, la modificación de partes sustanciales de la reforma laboral, la derogación de la LOMCE o la forma en que se debe abordar la situación de Cataluña.

A ello se añaden, entre otras propuestas, un replanteamiento de la reforma que llevó a cabo el Gobierno de Rajoy sobre el sistema impositivo que ha supuesto, según fuentes socialistas, que se dejaran de ingresar entre 8.000 y 9.000 millones de euros. Lo que se tradujo en una «juerga» fiscal en año electoral, asegura uno de los consultados.

Para el PSOE, es de vital importancia cerrar la brecha que se ha abierto en el sistema de pensiones, cuyo déficit puede alcanzar los dos puntos de PIB al cierre de 2016. Cerca de 18.000 millones de euros. Y seguirá creciendo cada año debido a que los ingresos crecen a poco más del 1 por ciento mientras que los gastos lo hacen a más del 3%.

Las fuentes consultadas explican que en principio, las iniciativas del Grupo Socialista en este sentido irán en la línea de instar al Gobierno a que abra la negociación con los agentes sociales para que puedan llevar al Pacto de Toledo iniciativas consensuadas. No obstante, y aunque creen que la iniciativa la debe tener el Ejecutivo, el PSOE sigue manteniendo como base de su postura el documento que realizaron en 2013 titulado «Sostener las pensiones públicas».

En el citado texto dejan claro que lo que no se puede plantear es bajar la cuantía de la pensión y que la solución tiene que ir más por la vía de los ingresos. Los socialistas no descartan un impuesto finalista o una cesta de impuestos. De hecho, lo llevan en el programa electoral. O incluso una combinación de factores.

Pero también creen que no se ha agotado el margen de posibilidades en el ámbito de las cotizaciones sociales, no descartando la elevación de los tipos de cotización, que en el pasado fueron más altos que en la actualidad. En el citado documento se admite que este es un arma que se debe usar con prudencia por sus efectos sobre el empleo, pero precisan que en las actuales circunstancias no debe ser rechazada porque un punto en la cotización por contingencias comunes es 2 veces mayor que el coste de la revalorización anual de las pensiones.

Y también se incluye la posibilidad de que se incremente la aportación del Estado a la Seguridad Social en un contexto de medio y largo plazo o elevar los topes de cotización para acercarlos a los salarios realmente percibidos. Este asunto enlaza con una modificación sustancial de la reforma laboral que realizó el PP, a la que los socialistas culpan en buena medida de que las cotizaciones no crezcan tanto como el empleo debido a los 10 puntos de devaluación salarial que se ha producido en los últimos años.

Para ello consideran prioritario que el Gobierno abra el diálogo con los agentes sociales con el fin de regular la negociación colectiva de tal forma que se restablezca el equilibrio entre las partes; subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI); mantener una creación sostenida de empleo o acortar la brecha salarial porque sostienen que la política monetaria no puede por sí sola estabilizar la economía de manera continuada.

Entre estas prioridades también se ha situado la derogación de la LOMCE y de hecho esta iniciativa se hará de acuerdo con las distintas federaciones del PSOE tras la reunión que mantuvieron el pasado lunes los portavoces parlamentarios socialistas en materia de Educación y los Consejeros de las autonomías gobernadas por el PSOE.

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