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ELECCIONES 23J

El PSOE dejará a Junts tener grupo propio sin cumplir los requisitos para intentar presidir el Congreso

Tener grupo propio supone unos ingresos extras de 42.569,84 euros mensuales además de cobrar otras subvenciones y tiempos de palabra

Borràs pone precio a Sánchez por el apoyo de Junts a su investidura: «Amnistía y referéndum»

Sánchez cederá el «referéndum consultivo» que figura en la Constitución pero Puigdemont lo exige ya

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

El Partido Socialista de Pedro Sánchez está dispuesto a todo con tal de mantener los resortes de poder que tienen en la actualidad. Más allá del referéndum consultivo y la amnistía que le reclama Junts al PSOE de Sánchez para facilitar su investidura, cuyo voto es imprescindible a falta del recuento del voto rogado, el PSOE está dispuesto a permitirles a los de Carles Puigdemont y a ERC tener grupo parlamentario propio en el Congreso a cambio de que invistan a un socialista como presidente del Parlamento.

Para tener grupo propio hay que contar con al menos 15 escaños o superar los cinco diputados y obtener el 5% de los votos en todo el país, o bien el 15% en todas las circunscripciones en las que se concurre. Condiciones que tras los comicios del pasado 23 de julio no cumplen ni los junteros ni ERC. Aunque ambos sacaron siete escaños, ninguno de los dos partidos superó el 15% de voto en las cuatro circunscripciones en las que se presentaron. Eso les obligaría a formar parte del grupo mixto, junto al BNG, Coalición Canaria y UPN y a repartirse con estas formaciones las subvenciones que reciben los grupos parlamentarios. Lo que significa una pérdida de recursos muy importantes.

Con los resultados arrojados por las urnas tienen garantizado poder constituirse en grupo parlamentario de manera automática seis candidaturas. El PP, el PSOE, Vox y Sumar lo harán porque superan la cifra de los 15 integrantes, mientras que Bildu y el PNV pueden hacerlo por la otra vía, la del 15% de votos en las circunscripciones en las que presentaron candidatura. Sin embargo, ni Junts ni ERC cumplen esos requisitos. La presidencia y la mesa del Congreso, que el PSOE espera retener para facilitar la Legislatura, puede autorizar la formación de sendos grupos parlamentarios haciendo una interpretación laxa del reglamento de la Cámara. En 2019, cuando Junts no votó a favor de la elección de la presidenta Meritxell Batet, el PSOE mandó a Junts al grupo mixto.

Tener un grupo parlamentario propio es importante para las formaciones con representación en el Congreso. Pues las Cortes ponen a su disposición locales y medios materiales suficientes y una subvención fija idéntica para todos y otra variable en función del número de Diputados de cada uno de ellos. Las cuantías se fijarán por la Mesa de la Cámara dentro de los límites de la correspondiente consignación presupuestaria. Los Grupos Parlamentarios deberán llevar una contabilidad específica de la subvención a que se refiere el apartado anterior, que pondrán a disposición de la Mesa del Congreso siempre que ésta lo pida.

En la anterior Legislatura la Cámara fijó una subvención fija cuya cuantía, para cada Grupo Parlamentario, era de 30.346,72 euros mensuales -en la que termina cada grupo percibió una subvención de fija de 364.160,64 euros- y una subvención variable en función del número de Diputados de cada uno de ellos de 1.746,16 euros mensuales por cada Diputado. Lo que supondría 12.223,12 euros más cada mes para Junts y ERC. Además, sólo habiendo conseguido grupo parlamentario propio se puede acceder al cobro de las subvenciones por envío gratuito de propaganda electoral durante la campaña.

Además de la cuantía económica, importante para el sostenimiento de la estructura orgánica de los distintos partidos, el hecho de tener grupo parlamentario propio también permite a las formaciones tener a su disposición una serie de cargos nombrados a dedo que trabajan para su funcionamiento diario. Desde secretarias hasta asistentes, incluyendo ahí a asesores y jefes de prensa. Con siete diputados cada uno, a Junts y ERC les tocarían 6,5 plazas en nómina de las Cortes Generales a cada partido. En el caso de tener que ir al grupo mixto, en cambio, tendrían que repartirse entre los cinco partidos que lo conformarán un máximo de 15 plazas.

Quien logra constituir un grupo parlamentario propio tiene garantizada su representación en todas las comisiones parlamentarias, en la Diputación Permanente y voz propia en la Junta de Portavoces y capacidad para intervenir en todos los debates en igualdad de condiciones; mientras que dentro del Grupo Mixto hay que repartirse tiempos de intervención y asientos en las comisiones. Lo que supone más complementos salariales para los diputados e incluso más plazas de asistentes y asesores y tiempos de intervención en los plenos. En las sesiones de control, tener grupo propio posibilita entrar en los cupos de preguntas e interpelaciones al Gobierno, así como ventajas a la hora de incluir sus proposiciones no de ley en los plenos, pero en el Grupo Mixto todo ese pedazo de la tarta debe distribuirse a partes iguales. Y las ventajas se prolongan para las siguientes elecciones, porque los que ahora lo consigan tendrán opción a presencia en los futuros debates electorales y planes de cobertura informativa de los medios públicos.

La Cámara Baja se constituirá el próximo 17 de agosto. Ese día, como máximo, el PSOE tendrá que haber acordado con ERC y Junts la conformación de la Mesa y su eventual apoyo a una presidencia socialista. Después de la primera reunión de la nueva Mesa, se abrirá un plazo de cinco días para la creación de los grupos, que en principio deberán estar registrados el 23 de agosto.