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El PP pregunta por las «garantías» del voto por correo tras el retraso revelado por OKDIARIO

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El vicesecretario de Organización del Partido Popular, Miguel Tellado, ha mostrado su preocupación por los retrasos en el voto por correo, como ha revelado OKDIARIO. Según fuentes sindicales, apenas un tercio de los ciudadanos que han solicitado esta modalidad han recibido la documentación electoral. Se calcula que 2,2 millones de personas han solicitado ya ejercer su derecho a voto a través de esta vía, una cifra que podría llegar hasta los 3 millones, dada la inédita fecha de celebración de los comicios.

«Debido a la poca idoneidad de la convocatoria, el voto por correo se ha disparado. Los profesionales de Correos hacen lo que pueden, pero está habiendo enormes retrasos, ¿se han tomado las medidas oportunas para garantizar el derecho al voto de todos?», ha planteado Tellado.

Este jueves termina el plazo para que los ciudadanos soliciten el voto por correo. Hasta el 16 de julio, la Oficina del Censo Electoral envía la documentación electoral, que Correos se encarga de entregar al elector antes de que finalice el plazo para depositar el voto, el 20 de julio. Desde Correos se explica que la remisión de la documentación por parte de estas delegaciones provinciales de la Oficina del Censo Electoral comenzó en la fecha prevista, salvo en varias provincias donde ha habido impugnación de candidaturas, como Madrid y Barcelona, y el reparto ha comenzado una vez se han resuelto. Señalan que «como en procesos anteriores, se está haciendo entrega de esa documentación a los electores a medida que la va recibiendo del Censo Electoral» con el objetivo de que «puedan votar por correo lo antes posible».

Falta de personal

Sin embargo, los sindicatos denuncian la falta de personal para el reparto y en las oficinas. Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) destacan que no han llegado los «refuerzos prometidos» por Correos pese a la enorme carga de trabajo que soportan dada la convocatoria electoral. Según sus cálculos, al menos la mitad de los efectivos prometidos no se han incorporado aún a las oficinas. Recuerdan, además, que hasta una cuarta parte de la plantilla está de vacaciones.

Desde Correos aseguran que ya se han formalizado 19.400 «contrataciones de refuerzo» y afirman que seguirán contratando a los efectivos necesarios para asegurar el adecuado funcionamiento del proceso. Los sindicatos, en cambio, rechazan estas cifras y señalan que la mayoría de esos contratos son sustituciones de vacaciones y no contratos de refuerzo para las elecciones. Estiman, así, que serían necesarias 12.000 contrataciones.

«Esos datos no se ajustan a la realidad, no acaban de llegar los refuerzos y las oficinas están desbordadas», insisten desde CSIF. Apuntan, además, a que «las oficinas priorizan la atención del voto por correo y el resto de las operaciones están sufriendo retrasos por la falta de personal», de forma que «miles de paquetes y notificaciones están pendientes de entrega».

«Caza de brujas»

Desde Comisiones Obreras denuncian, además, que «el Gobierno no tiene nada bajo control» de cara a las elecciones del próximo 23 de julio.

«Están engañando a los ciudadanos con las cifras, creemos que no quieren que la gente vote», explica Regino Martín, responsable del sector postal de CCOO en una entrevista con este periódico.

A la falta de efectivos se suma que los carteros están sobrecargados de trabajo, y en plena ola de calor. «En alerta roja, los carteros deben dejar de repartir», explica el portavoz sindical.

Desde que se inició el plazo para solicitar esta modalidad de voto, las largas colas en la mayoría de oficinas han sido frecuentes. Algunos ciudadanos han tenido que esperar hasta una hora y media para poder enviar su voto.

A este caos se suma el «decreto de silencio» que se ha instaurado en la empresa para dar la imagen de que todo está bajo control.

«Existe una caza de brujas hacia los trabajadores que filtren información a los medios de comunicación», explican desde CCOO, afeando el «oscurantismo» que se ha impuesto desde la dirección de la empresa.