Tablets en educación: ¿necesidad o moda?
Son el dispositivo de moda en los centros escolares desde hace más de 5 años
El uso de las tablets en educación es una realidad innegable. Estos dispositivos, nacidos a la sombra del iPad de Apple, en el año 2010, posee un fuerte elemento para hacer de ellos un recurso más en los centros escolares. Interactividad, conexión a internet, facilidad de acceso a los contenidos o inmediatez son solo algunas de sus virtudes.
Pero no es oro toda la educación que se presta mediante una tablet. Se requiere de un trabajo denso de concienciación, formación del profesorado y familias, así como de dotar a los centros educativos de las infrasestructuras necesarias para que todo funcione. Porque las clases haciendo uso de una tablet no es poner el libro de texto en formato digital, supone un ir más allá y conseguir una educación global en la que la ablet sea un elemento más.
¿Qué es una tablet?
Pregunta sencilla pero que hay que responder. Es un dispositivo móvil de tamaño superior al de un teléfono que se caracteriza por su gran pantalla, de entre 7 y 13 pulgadas, y que gracias al uso de su conexión a Internet, permite el acceso a la red o el uso de aplicaciones de todo tipo, incluidas las educativas. Posee un fuerte carácter tanto educativo como lúdico.
Es una herramienta de trabajo totalmente válida en diversos sectores, no solo en el educativo. Por ejemplo, los pilotos de líneas aéreas ya nos llevan en el avión pesado manuales, sino que los tienen en su tablet. El sector logístico también hace uso de ellas a diario, prácticamente es imposible enumerar todos los lugares en los que una tablet hace su función.
Hola estables pasa igual que con los móviles, las encontramos bajo el sistema operativo Android y que están puestas en circulación por fabricantes diversos, Samsung, Huawei o Lenovo entre otros. Gracias a la variedad de fabricantes podemos encontrar un rango enorme de precios y características. Por otro lado, Apple tiene un solo modelo, el iPad. Este dispositivo también se presenta con diferentes tamaños de pantalla y funcionalidades. Cuentan a su favor con que es el mismo fabricante quien se encarga tanto el software como el hardware, cosa que no ocurre con las Android.
Las tablets en educación, era cuestión de tiempo
No ha tenido que pasar mucho tiempo para que las tardes se introduzca en los centros educativos españoles. En países del ámbito europeo y Estados Unidos, ya comenzaron con esta tarea con anterioridad, con resultados a tener en cuenta.
Y es que no hay que negar lo evidente, la educación ha de ser un proceso interactivo en el cual se produzca un continuo feedback. Ya se sabe que el cerebro aprende solamente cuando se emociona, y el modelo basado exclusivamente en el libro de texto parece haberse quedado atrás. No con ello se quiere decir que las escuelas que utilizan tablet shayan eliminado el libro, son siempre un recurso a tener en cuenta. Pero no se puede negar lo evidente, afortunadamente tenemos nuevas posibilidades de aprendizaje gracias a las tablets.
Un centro que quiera contar con tablets como elemento dentro del proceso de enseñanza aprendizaje no puede limitarse a sugerir a los padres que las compren. Requiere un trabajo previo que quizás lleve uno o dos cursos escolares. Para comenzar, hay que formar al profesorado y dotar al centro educativo de la infraestructura necesaria. Este es uno de los talones de Aquiles, ya que normalmente las redes Wi-Fi de los centros educativos tienen problemas cuando hay muchas tablets conectadas.
Por otro lado, el profesorado requiere de un proceso de formación para hacerlos totalmente competentes. Sea como sea, hay que educar en manera digital a los docentes, dando una especial importancia al uso de la cosmología de la información y comunicación dentro del aula. No hacerlo, supone negar lo evidente, la educación del siglo XXI requiere respuestas a las preguntas y propuestas que la sociedad plantea. Las tablets, son el eje vertebrador de una educación nueva destinada a hacer del aprendizaje algo más ameno y acorde con los tiempos en los que se vive.
Sin embargo, es conveiente hacer notar que este tipo de tecnologías tiene un aspecto negativo y que no debe dejarse a un lado. Mal utilizadas pueden generar adicción, tienen un coste económico variable aunque elevado si deseamos algunas prestaciones que no nos haga cambiar de dispositivo en 3-4 años, y por otro lado, está el ciberacoso.
Los menores no suelen ser conscientes de lo que se traen entre manos al utolizar una tablet, pudiendo tener la sensación de que «todo vale» y que los actos que realicen con ellas quedan impunes. Son, por desgracia, demasiados los casos que acaban con un proceso en la Fiscalía de Menores o con denuncias de por medio. la concienciación siempre es un elemento a tener en cuenta, al igual que la educación.
¿Necesidad o moda? Quizás ambas cosas, pero las tablets en educación son el punto de inflexión destinado a liderar una nueva manera de enseñar.