Agujero contable de 1.900 millones

Wirecard se derrumba: pierde más de un 86% en tres sesiones y Moody’s le retira el rating

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Wirecard, la empresa de servicios de pagos más importante de Alemania, protagoniza uno de los mayores escándalos contables de los últimos años, que se está traduciendo en una auténtica sangría bursátil: en tan solo tres sesión ha perdido algo más del 86% de su valor en Bolsa. La fintech -que cotiza en el Dax alemán- llegó a pagarse a 104,5 euros por acción el pasado miércoles, pero al cierre de este lunes se ha quedado en los 14,4 euros tras dejarse un 44% de un plumazo. En su momento de mayor gloria bursátil -agosto de 2018- , los títulos de Wirecard alcanzaron los 191,30 euros por acción.

Para darse cuenta de la magnitud del descalabro, basta con señalar que en tan sólo una sesión perdió la mitad de su valor en Bolsa. ¿El motivo? Los auditores de Ernest and Young detectaron un agujero de 1.900 millones en sus cuentas que, ahora, y según reconoce la firma, puede que nunca existieran.

«El consejo de administración de Wirecard considera que existe una probabilidad predominante de que no existan saldos de cuentas bancarias por un monto de 1.900 millones de euros», reconocía la compañía en un comunicado después de que Banco Central de Filipinas dijera que esos fondos nunca habían entrado al sistema financiero del país. Previamente, la firma decía haber sido víctima de un fraude de «proporciones considerables».

El escándalo de Wirecard en la Bolsa alemana recuerda al protagonizado por Volkswagen en 2015 a cuenta de la manipulación de emisiones, el llamado ‘dieselgate’. “Cuando hay un problema en las cuentas de las compañías, los que están al mando saben de antemano que les van a pillar. En 2018, Wirecard -que venía de subir mucho-, ya empieza a descender. Es una caída anómala respecto a su mercado. Pasó lo mismo con el fabricante de automóviles alemán Volkswagen», explica Alberto Iturralde a OKDIARIO.

En paralelo a esta caída bursátil en picado, la compañía con sede en Baviera ha anunciado que retira las cuentas preliminares del ejercicio 2019, los resultados provisionales del primer trimestre de 2020 y también las previsiones de resultado bruto de explotación (Ebitda) e ingresos para el ejercicio 2020.

El escándalo financiero ya se ha cobrado la cabeza de Markus Braun, el consejero delegado de la firma alemana, sustituido el pasado viernes por James H. Freis, quien acababa de aterrizar en el consejo de administración de la compañía, pero podría ir a más. Podría incluso acabar con los antiguos responsables de Wirecard entre rejas. Según adelanta Reuters, la Fiscalía alemana estudia solicitar próximamente la detención de los exdirectivos de la empresa.

Moody’s retira la calificación

Mientras los inversores huyen en estampida del valor, la agencia de calificación crediticia Moody’s ha decidido retirar por falta de información el rating de ‘B3’ a Wirecard, así como a uno de sus bonos de 500 millones de euros. El rating se sitúa ahora un escalón por debajo del bono basura.

«Moody’s ha decidido retirar los ratings porque considera que no tiene información suficiente o adecuada para justificar el mantenimiento del rating … (…) por la falta de información financiera independiente verificable sobre sus irregularidades contables», decía la agencia de rating estadounidense.

Moody´s explica que el tipo de rating que mantenía Wirecard es de ‘familia corporativa’, orientada a los emisores situados en el grado de especulación y que valora la capacidad de la empresa de hacer frente a todas sus obligaciones financieras sin tener en cuenta los tipos de deuda.

En paralelo, el gestor de patrimonios DWS, del Deutsche Bank, ha reducido drásticamente en los últimos meses  su posición fiduciaria en Wirecard. Al cierre de la sesión del pasado 17 de junio  ya había reducido su posición cerca de un 60 %. Además, ha anticipado que estudia acciones legales contra la compañía.

«Una vergüenza”

«Es una vergüenza que algo así haya ocurrido», ha dicho el presidente de la Autoridad de Supervisión Financiera de Alemania (BaFin), Felix Hufeld, quien asumía su responsabilidad de lo que está ocurriendo con Wirecard. «No hemos sido lo suficientemente eficaces para evitar que esto suceda. Acepto totalmente las críticas», decía.

El responsable de la autoridad financiera también reconocía abiertamente que lo que está ocurriendo con Wirecard es la situación más grave que afronta una cotizada del Dax, y pedía  aclarar lo ocurrido lo antes posible.

El Gobierno alemán ha salido al paso para defender la labor del supervisor germano en el caso de Wirecard. «Las instituciones habían trabajado muy duro y cumplido su cometido», decía el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz.

El pasado mes de mes octubre, el periódico estadounidense Financial Times aseguró que Wirecard había inflado las cuentas de sus filiares en Dubai y Dublín.

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