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Varapalo de Díaz a la hostelería: un SMI de 1.082 euros representa el 96% del sueldo medio del sector

Los expertos de Yolanda Díaz han sugerido una subida del salario mínimo de entre el 4,6% al 8,2%, lo que supondría que, en el rango más alto, el salario mínimo se situaría en los 1.082 euros de cara al próximo año. Esta alza del SMI -con el que la ministra de Trabajo busca alcanzar el 60% del salario medio- representa más del 95% de la remuneración mensual en el sector de la hostelería. Sin duda, este aumento de los costes laborales que añade más presión a la contratación en este sector, que ya se ha visto castigado con la reforma laboral.

Según el informe Repercusión de la subida del SMI en la pyme española de Cepyme, cuando se desglosan los datos en las 18 secciones de actividad no agropecuarias, también se observa, como en 8 de 18, un salario mínimo de 1.082 euros superaría el 60% de la remuneración promedio. En el caso de que la subida del SMI fuera a 1.100 euros, el salario mínimo superaría el 60% del salario medio en 10 de los 18 sectores de actividad.

Las secciones de actividad más afectadas por un SMI de 1.082 euros son hostelería, comercio, actividades administrativas, otros servicios y arte y ocio. Consideradas en conjunto, emplean a cerca de 6,5 millones personas -e 42% del empleo privado no agropecuario-. En particular, la hostelería sería el sector que sufriría un mayor impacto, ya que un SMI de 1.082 igualaría, prácticamente, el salario medio del sector.

Asimismo, el informe muestra cómo el salario mínimo reduce las oportunidades de empleo de trabajadores no cualificados y/o sin experiencia. Y es que, entre el cuarto trimestre de 2013 y el mismo de 2018, el número de ocupados en tareas elementales aumentó 13,4% y el de aquellos con ocupaciones no elementales lo hizo 14,3%. Es decir, que ambos tipos de ocupaciones crecieron al mismo ritmo.

Eso ocurría mientras el salario mínimo también aumentaba a un ritmo similar, de un 14% -desde 645,3 euros a 735,9 euros-. Esa dinámica se rompió desde que se decidió aumentar de manera exagerada el salario mínimo. Entre el cuarto trimestre de 2018 y el segundo de 2022, el número de ocupados en empleos elementales bajó 2,8% al mismo tiempo que los empleados en el resto de ocupaciones creció 5,7%. En ese mismo período, el salario mínimo aumentó 35,9% (desde 735,9 euros a 1.000).

Las pymes, las más perjudicadas

Elevar el SMI a 1.082 euros mensuales en 2023 (el equivalente a una subida porcentual del 8,2% y a lo que representaría el 60% del salario medio ordinario) supondría «un incremento mucho mayor» para las empresas de menos de 50 trabajadores, donde el SMI superaría el 70% de su salario medio, en concreto el 70,7%.

La organización empresarial explica que esto se debe a la menor capacidad salarial de estas pequeñas empresas, donde el salario medio alcanza los 1.517 euros, frente a los cerca de 1.800 euros en los que ronda el salario medio global. En las grandes empresas, elevar al SMI a 1.082 euros mensuales equivaldría al 51,3% de su salario medio, frente al 70,7% de las pequeñas. Si la subida del SMI fuera del 10%, es decir, hasta 1.100 euros mensuales, esta renta mínima representaría el 72,5% del salario medio de las empresas pequeñas y el 52,5% del de las grandes.

«Subir el SMI hasta 1.082 euros haría que el salario mínimo equivaliera al 60% del salario medio ordinario, y marcaría un nuevo récord. Un salario mínimo de 1.100 euros equivaldría al 62% del mismo, lo que marcaría también un nuevo máximo histórico. Hace tan sólo cuatro años, esa relación no llegaba al 45%. Desde entonces, mientras el salario medio aumentó 7,8%, el SMI lo hizo casi 5 veces más, un 35,9%», apunta Cepyme.