Los inversores extranjeros quieren convertir los faros españoles en hoteles

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El faro de Orchilla en la isla de La Palma, Canarias. (Foto:iStock)

Decía el escritor Howard Phillips que ante los faros «desfilaron por espacio de un siglo los majestuosos barcos de los siete mares». Ahora, delante de los 188 faros españoles no solo desfilarán barcos, sino también turistas. Desde que en 2013 el Ministerio de Fomento aprobara un plan para dar un uso turístico alternativo a los faros de nuestro país, el interés por ‘reconvertir’ las luces que iluminan nuestras costas en hoteles ha aumentado.

La última propuesta que ha recibido Puertos del Estado -ente público dependiente de Fomento- procede de un grupo de inversores alemanes que quieren ‘conquistar’ el faro de Orchilla, en la isla canaria de El Hierro, para convertirlo en un alojamiento turístico vinculado al buceo.

El faro de Orchilla sigue la estela del faro de Isla Pancha, en Ribadeo (Lugo), el primero en poner en marcha un hotel en su torre y que cuenta ya con dos apartamentos que albergan un máximo de cuatro personas. El precio de la noche son 400€ en pleno mes de julio.

Trafalgar, Punta Cumplida y Punta del Pescador

Aún están en trámites, pero dormir en la que un día fue la casa de un farero será posible en el faro del Cabo de Trafalgar, en Cádiz; en el faro de Punta Cumplida, ubicado en la isla de La Palma y en el faro de la Punta del Pescador, en Cantabria. Según Puertos del Estado, las solicitudes para adaptar su uso como alojamientos están en trámite.

La más avanzada, sin duda, es la de Punta Cumplida: el Consejo de Ministros aprobó la transformación en un hotel el pasado mes de enero. El alojamiento, gestionado por la entidad alemana Loatel GmbH, dará cobijo a un máximo de ocho personas.

Puertos del Estado ha recibido diferentes solicitudes para transformar faros de Galicia, Alicante o Baleares. «Además, la apertura de los faros españoles al uso hotelero ha despertado el interés en inversores internacionales», apuntan desde Puertos del Estado.

Requisitos para convertir un faro español en hotel

En primer lugar, hay que hacer una solicitud directa dirigida a la Autoridad Portuaria a la que esté adscrito el faro para recibir la información sobre los planos de instalación. Y si el interesado en convertirlo lo quisiera, podría concertar una visita para explorar el territorio donde se ubica el faro y sus alrededores.

Una vez coja forma el proyecto, tendrá que ser presentado a la Autoridad Portuaria. Junto con una solicitud, la persona interesada tendrá que dar información sobre la arquitectura que se empleará, los servicios y un estudio de viabilidad económica.

La Autoridad Portuaria responderá si lo aprueba o no y en el caso de hacerlo, tendrá que iniciarse un «procedimiento de competencia de proyectos o bien mediante un concurso público».

Con todas las solicitudes encima de la mesa, el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria decidirá cuál es la propuesta más adecuada.

Otros usos

Aunque no se hayan transformado en hoteles, muchos albergan restaurantes, cafeterías o salas de exposiciones. Es el caso de Formentor, en Baleares, que cuenta con una cafetería y un mirador o el faro de Adra, en Almería, donde también se puede disfrutar de un café con vistas al mar.

La investigación también ha llegado al faro de Cabo Salinas y también la cultura, ya que doce faros del territorio español son utilizados como centros culturales o de exposiciones.

Países como Noruega, Inglaterra o Estados Unidos han sido el espejo en el que se ha mirado España para que sus faros no caigan en el olvido. Para darles una segunda vida a esas luces que iluminaron a aquellos majestuosos barcos que desfilaron por los siete mares.

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