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Las startups españolas se preparan para otro año de efervescencia en 2022

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Startups españolas en 2022

El mercado de las startups en España promete más agitación de cara a 2022, después de que este año haya sido un año récord en lo que respecta a inversiones en estas compañías emergentes, lo que refuerza  la posición del país como un referente de innovación en Europa, de acuerdo con las previsiones de los expertos consultados por OKDIARIO.

A finales de noviembre, estas inversiones superaron los 3.000 millones de euros y «las perspectivas son muy prometedoras de cara a 2022», señala Mario Teijeiro, director de StartmeUP de Deloitte.

«Existe una enorme liquidez en el mercado, tanto en los fondos de capital riesgo como en los que se están levantando en la actualidad. Además, no solo se crean nuevos fondos de las gestoras existentes, sino que llegan los Fondos Europeos, tanto en el marco de los Next Generation como en el de Next Tech”, explica.

Según este experto, España está posicionándose como uno de los puntos calientes de innovación en Europa, al contar con más de 10 unicornios, aquellas empresas tecnológicas de reciente creación que consiguen una valoración superior a los 1.000 millones de dólares en su proceso de financiación del crecimiento.

Además, considera que la nueva Ley de Startups aprobada por el Gobierno contribuirá a un «entorno más favorable», lo que permitirá la retención de talento, así como «la atracción de perfiles digitales de otros países». En su opinión, las startups con mayor potencial serán aquellas que operen en los segmentos de sostenibilidad y las criptodivisas y que demuestren «modelos de negocio escalables» y cuenten con «un buen equipo de ejecución que garantice el éxito».

Protagonismo de las fintech

Teijeiro constata que se está viendo un resurgir de las fintech, firmas que aplican nuevas tecnologías a actividades financieras y de inversión, y que probablemente combinen la bancarización con el uso de medios de pago descentralizados.

Fernando Zallo, director de la red de inversores privados de Esade, EsadeBAN, destaca en concreto el buen rendimiento de estas empresas centradas en el negocio de gestión de hipotecas, por lo que no descarta operaciones de compra por parte de los bancos tradicionales, que estará muy encima de las oportunidades que surjan.

«Los bancos quieren posicionarse en entornos en donde no están», afirma Zallo, que prevé que el negocio de las criptomonedas «terminará en la órbita de la gran banca». Así, advierte de que estas entidades «están al quite, tienen una posición más conservadora, esperando a que esos proyectos reaccionen para invertir».

Entre los candidatos que suenan con más fuerza para una adquisición por parte de las entidades tradicionales está Aplazame, la firma de pago flexible de WiZink, que cuenta con un sistema de fraccionamiento de pagos que ha cobrado especial impulso durante la pandemia por el auge del comercio electrónico.

Esta fintech, que nació en 2014, es la compañía pionera del pago aplazado en España. En la actualidad, cuenta con 1.600 tiendas activas de sectores como electrónica, deportes, hogar y decoración, moda y cosméticos y formación; y 405.000 clientes únicos. En los últimos 12 meses, Aplazame ha gestionado 200 millones de euros en su plataforma.

«Hay interés de bancos tradicionales en esta compañía», confirma una fuente del sector. Aplazame ha sacado gran partido del boom de los servicios Buy Now Pay Later (BNPL), un negocio que ha permitido el florecimiento de este tipo de fintechs porque cada vez se emplean más los canales online para comprar. El BNPL se centra además en la analítica de datos y es capaz de tener una foto muy completa del cliente para entender lo que se espera de cada operación.

Entre sus ventajas competitivas se encuentra su experiencia de su usuario, ya que es capaz de completar un proceso de solicitud en 120 segundos. Además, proporciona soluciones de pago y financiación instantánea en un espectro muy amplio de compra (máximo de 6.000 euros) y plazo (hasta 36 meses) con soluciones adaptadas a cada industria.

Por su parte, las tiendas, fundamentalmente online, pagan una comisión a las fintechs de BNPL para incrementar sus ventas, ya que sus clientes pueden, de este modo, fraccionar sus pagos o hacer frente a productos con importes más caros.

España es el tercer mercado a nivel mundial en el que más se expandió el comercio electrónico en 2020, un 36%, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.  Casi 8 de cada 10 usuarios compraron en algún momento a través de internet. Si en 2018 el valor medio de una compra electrónica sin financiar en España ascendía a 159 euros, en 2020 ese importe aumentó a los 458 euros.

Y queda un largo camino por recorrer en los servicios de BNPL. Si en Suecia los pagos en comercio electrónico representan el 23%, en España solo un 2% por el momento, de acuerdo con The Global Payments Report, realizado por FIS.

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