Economía

Spotify quiere debutar en Wall Street esquivando la OPI y mantener el control total sobre sus títulos

Spotify quiere salir a Bolsa, esto no es ninguna novedad, sin embargo, quiere saltarse la Oferta Pública Inicial (OPI) antes de dar el salto a Wall Street para evitar dilución de acciones. No quieren dejar al azar y el interés de los inversores el precio de los títulos de la compañía en la bolsa estadounidense. Además, esta semana la tecnológica ha dejado atrás un escollo importante: ha llegado a un acuerdo de licencia a largo plazo con Warner Music y, quizá, por fin logre entrar en beneficios.

La cúpula de Spotify se ha reunido con la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU para negociar comenzar a cotizar en la Bolsa de Valores de Nueva York sin una OPI inicial, así lo han confirmado desde Bloomberg. La compañía prevé salir a las plazas estadounidenses a finales de año o a principios de 2018, pero antes debía atar bien los flecos y llegar a un acuerdo, no solo con los reguladores americanos, sino además con las discográficas. Éstas se llevan el 70% de su recaudación anual.

Si no llegaba a un pacto con las compañías de música era complicado que los inversores acudieran a comprar las acciones de Spotify. El año pasado tuvo unas pérdidas de 500 millones de dólares, el negocio, a pesar del modo de consumo musical actual, no lograba salir a flote. No porque los usuarios no pagaran por escuchar música sin interrupción, sino porque el pago que tenían que hacer a las discográficas por los derechos de las canciones lastraban el modelo de negocio.

Parece que esa parte del trato está hecho, ahora queda llegar a buen puerto con los reguladores de Wall Street. Spotify quiere saltarse la OPI, una manera de comenzar a cotizar y evitar dejar a merced del mercado el valor de las acciones.

Álvaro García-Capelo, analista de XTB, explica que si Wall Street accede a los deseos de Spotify “será la primera gran empresa que comienza a cotizar en la Bolsa de Valores de Nueva York sin una OPI, algo que normalmente solo se hace con medianas y pequeñas empresas”.

Señala, además, que “no hacer la oferta inicial da a Spotify un control total sobre las acciones”, pues si sales a Bolsa con una OPI “tienes que crear nuevos títulos”.

La renuncia a esta manera de estrenarse en los mercados, además, conlleva un “ahorro de costes porque no hay intermediarios”, se dejan fuera a los bancos, pero esto entraña un peligro: la volatilidad se puede instalar en el valor y cotizar a un precio que no quieren.

Spotify tiene contratado a Goldman Sachs, Morgan Stanley y Allen & Co. para evaluar sus opciones y tiene recaudado más de 1.000 millones de dólares en patrimonio accionarial.